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Han estado pasando cosas muy raras desde que vi aquella chica en la playa. Desde ese día he escuchado un "llamado" de esa misma voz que me llevo a la playa me ha seguido desde que decidí tomar distancia de aquella pelirroja.

Una necesidad de tenerla junto a mí me está consumiendo lentamente, me está volviendo loco literalmente.

Sabía que estaba enloqueciendo cuando comencé a seguirla, quería saber todo de ella y gracias a un pequeño allanamiento a su departamento supe más.

Su nombre era Maya Green, tenía 21 años y estudiaba para ser enfermera, vivía sola y era huérfana, su familia adoptiva estaba en otro estado por suerte y esta vez leyendo en su diario leí algo que me complació completamente. . . era virgen. Desde que lo supe comencé a colarme en su habitación mientras dormía y con la ayuda de mis. . . "poderes" la obligaba a tener sueños sexuales conmigo. Era toda una tortura ver como se retorcía y gemía mi nombre.

Esa noche ya no pude contenerme.

Estaba parado al pie de su cama mirándola dormir tranquilamente, solo vestía un pequeño vestido blanco el cual dejaba ver el inicio de sus pechos y sus esbeltas piernas -de solo verlas sentí una punzada en mi miembro- , me quite mi abrigo negro sólo quedando con mi camisa blanca y pantalones negros, con lentitud retire la camisa de mi cuerpo dejándola en el suelo.

– Despierta...despierta cariño y entrégate a mí. - dije ronco y como si mis palabras fueran una alarma ella despertó, esos ojos verdes se clavaron en mi asustados.

– Eres tu... ¿Es un sueño?..- Susurro con su dulce voz mientras se sentaba en su cama, era una ternura.

–No cariño...esta vez no es un sueño. - Dije divertido viendo como sus ojos se llenaban de miedo pero sin perder tiempo lleve mi mano derecha a mi propio cuello para así enterrar un poco mis uñas en este permitiendo que un pequeño hilo de sangre saliera de este y bajara por mi pecho, vi complacido como los ojos de la chica se oscurecían.

– Ven aquí pequeña sin miedo, bebe mi sangre...- tendí mi mano hacia ella y no paso mucho cuando su mano se aferro a la mía, lentamente se acerco gateando hasta los pies de la cama, se arrodillo bien sobre el colchón quedando a mi altura, me tome la libertad de aspirar su delicioso aroma. Aferre mi mano a los cabellos de su nuca para así acercar con delicadeza su rostro a mi cuello.

– Sin miedo....bebe. - No paso mucho cuando sus labios se cerraron alrededor de mi herida para así succionar mi sangre con desesperación, solté un bajo gruñido aferrando mis manos a sus caderas para pegarla a mi cuerpo. La sangre de los vampiros puros tenían el extraño poder de ser un gran afrodisíaco para los humanos haciéndolos sentir una increíble necesidad por beberla, antes creía este poder inútil...pero que equivocado estaba.

Cole mis manos debajo de ese pequeño vestido hasta que mis manos encontraron su firme trasero sin ya aguantarme apreté esos glúteos entre mis manos acercando más sus caderas a las mías para que sintiera mi creciente miembro, solté un gemido gustoso cuando el aroma a excitación de mi pelirroja llegó a mi.

De un pequeño empujón la volví acostar sobre el colchón y sin perder el tiempo me coloque sobre ella entre sus piernas las cuales me deleite acariciándole.

– E..espera...por...por..favor detente.- escuche con su voz temblorosa, ¿Como podía ser tan tierna?...Ya no podía detenerme no cuando ya tenia mi pequeña obsesión entre mis manos.

– Oh cielo no servirá de nada que ruegues, no me detendré por nada. -Dije con mi voz ronca dirigiendo mis labios al cuello pálido de mi víctima, con deleite y lentitud pase mi lengua por el largo de este escuchando complacido como mi chica suspiraba aferrándose a mis brazos, no sé qué me llevo hacerlo, estaba bien alimentado pero no pude contenerme, sin nada de delicadeza a enterré mis colmillos en la curvatura de su cuello femenino oyéndola soltar un pequeño grito por el dolor y la impresión, comencé a succionar desesperado sintiéndome en las nubes, su sangre era tan jodidamente deliciosa -adictiva- tan pura, tan limpia y dulce. Poco a poco sentía como mis fuerzas se re fortalecían pero sabía que si seguía bebiendo la debilitaría o peor la mataría soltando un gruñido la empuje alejándome un poco de su cuerpo quedando arrodillado entre sus piernas, cerré mis ojos tratando de controlarme ,debía ir lento ,debía disfrutar cada segundo.

》Obsession《 •Jungkook Y Tu•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora