Tiempos obscuros

Capítulo III: Enfrentamiento

—Vine aquí para evitar que el termine matándote—Casi le grito, lo suficientemente fuerte para ser escuchado por Damian, quien se había quedado en el borde saliente del edificio donde estaban.

—¿Qué mierdas estas diciendo?—La voz fúnebre de Damian Wayne se mostro de regreso tan pronto termino su frase, solo para ver lo cerca que estaba de Dick, sujetándolo como si fuera un miserable criminal al que debía intimidar, acosando...hiriendo—Suéltalo–Ni siquiera hubo amenaza o advertencia, su mano se había aferrado a la de Terry, presionando con tanta fuerza que de no ser por el traje posiblemente la hubiera escuchado crujir.

Y tan pronto como Terry contesto la agresión, todo se había se salió de control, un sonido del viento siendo cortado fue la campana de inicio. Ambos Batman luchaban en los edificios siendo perseguidos por Nightwing. Todo se había salido de control. La pelea se dio repentina y brusca, como si hubieran dejado de pensar en cualquier otra cosa que no fuera su pelea.

Los murciélagos intercambiaron golpes veloces, separándose solamente para buscar un nuevo ángulo de ataque. Los múltiples artilugios del traje de Terry apoyaban su situación y la capacidad de volar le daba una ventaja extra, sin embargo, no era su tiempo, tampoco su terreno y eso le iba a costar.

—¡Batman!—Dick le grito. Un gancho se había enredado en la pierna de Terry apenas dio una vuelta equivoca en su trayecto de vuelo, haciéndolo descender con tanta fuerza que quebró los barandales de seguridad de la azotea.

—¡No tienes ningún maldito control sobre ti mismo!—Le bufo Terry a Damian, sintiendo como su nariz se torcía y empezaba a sangrar dentro de la mascara. Estaba recibiendo golpe tras golpe, tratando de liberarse con sus piernas, pero siendo azotado nuevamente cuando apenas logro elevar su espalda. Su estilo de lucha grecorromana no competía con los años de entrenamiento por toda la liga de asesinos de su oponente.

—¡Si vuelves a ponerle un solo dedo encima voy a...—Damian intento hablar antes de dar un ultimo golpe de gracia pero sintió como era arrollado por otro cuerpo, haciéndolo girar por todo el suelo, liberando a su enemigo.

—¡Damian! ¡Escúchame!—Dick estaba encima suyo, sujetando sus muñecas con tanta fuerza como pudo—Maldición...—Estaba sudando. Fueron solo unos minutos, pero Damian se dio cuenta que el mismo estaba sangrando por el intercambio de golpes, golpes que ni siquiera había sentido por el calor del momento.

—¡Vamos Dick, deja al chico! Deja que termine su frase y muestre como son todos los de su clan —Nightwing giro su rostro para ver casi con horror como Terry se apoyaba en una rodilla para levarse, quería seguir con el combate—Asesinos—Dick estrello sus dientes tan fuerte que su mandíbula dolió.

—Suficiente...—Dick apunto su puño hacia él, dejando que un par de proyectiles del tamaño de un borrador se incrustaran en su pecho, lanzando una descarga contra él, dejándolo por fin, inconsciente—Suficiente...—Se repitió así mismo, reprochándose el haber manejado tan mal ala situación ¿Cómo se pudo tornar todo de esa forma tan rápido?. Pensó permaneciendo en su posición hasta que tuvo la seguridad de que Terry y Damian ya no se movían, al menos no de momento.

—Night...—Damian intento levantarse, pero la mano que había apuntado a Terry ahora aterrizaba fuertemente sobre su pecho, llevándolo nuevamente al suelo.

—Idiota—Dick puso una mirada severa sobre él, una que pudo notar con total claridad, pero tan pronto como la había recibido, esta desapareció, siendo remplazada por una cansada y aliviada—Lo siento... ¿Te hice daño?—Dick murmuro despacio pasando una pierna por encima de él, liberando su muñeca y bajando de su regazo. Damian negó.