El mal educado.

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La sobriedad no siempre es agradable, talves por eso no me gusta estar sobrio, por los problemas que he tenido, desagradables para mi paladar, agrios a hablarlos y tristes al escicharlos.

Notorios pensamientos perdidos rondan mi cuerpo, alegrados por mi estado de intoxicación, alejado de la realidad y de mi sobriedad.

Pasos largos y pesados fueron dados por mi analfabetismo en las palabras de mi madre y en la rebeldia de mi ser.

Diario De Una Mente Incomprendida ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora