¿Donde Estoy?

Capitulo 3: Descubierta

-ehhh....-Las palabras no salían de mi boca; ¿Ahora como le pienso explicar esto? Algo tipo: "si mira, me la sé porque vi tu anime y me la memoricé toda porque la repetí como un millón de veces porque había acabado tu anime y estaba en mi momento sad"

-te vuelvo a preguntar... ¿porque te sabes esa canción?- amenazo Ray mientras se acercaba a mi cerrando la puerta

*inhalar*-es una canción que me cantó un ser querido cuando era niña y desde entonces la canto ¿feliz?- mis excusas son patéticas

-no te creo- dijo entrecerrando los ojos mientras se cruzaba de brazos

-¡pues chinga tu madre! Si no me vas a creer para que me preguntas zoquete, a la otra mejor te dejo en visto pinche saskito- reclame de repente con mi acento mexicano por parte de mi madre, a esto Ray se asustó a mi gran cambio de comportamiento- ¡Fuera!

-espera...-no pudo terminar ya que lo había sacado de la habitación, enojada me lance a la cama y me cubrí con la cobija hasta el cuello

Repasemos el día:

1.-viaje hasta el mundo de The Promised Neverland
2.-quede en la granja de el anime
3.-salve a connie
4.-hice que norman y Emma no supieran la verdad
5.-hice que Ray sospeche de mi

Por favor péguenme un tiro, estoy desesperada

Pase más de dos horas repasando lo que podría hacer para arreglar la historia y volver a casa pero me empezó a doler la cabeza así que decidí salir de la casa para refrescar mi mente, escalé el árbol que está alado de la casa y me quede mirando las estrellas

-¿Que haces allí?-pregunto norman desde abajo del árbol

-no podía dormir y decidí venir aquí a relajarme, ¿tu qué haces aquí?- ví como escalaba el árbol y se sentaba a lado mío, el apoyado en el tronco y yo en el medio de la rama

-escuche como abrías la puerta y te seguí, por cierto.... debes abrigarte-comentó quitándose su suéter blanco poniéndomelo en los hombros cubriéndome, lo mire por unos segundos a los ojos intentando descifrar que es lo que quería, en él manga e anime no se puede admirar tan bién como en persona pero tiene unos bellísimos ojos

-¿pasa algo?-pregunto al darse cuenta que me le quede mirando

-me gustan tus ojos, son extraños-dije sin algún tipo de vergüenza, él abrió lo ojos un poco para luego volver a su apacible rostro

-Tus ojos tampoco son muy normales, pero igual son lindos- no comente nada a eso, solo me voltee y seguí viendo las estrellas

-desconfías de mi ¿verdad?- dije de repente sin verlo a los ojos, él dejó de mirar las estrellas para ponerme en atención

-eres la primera persona que conozco desde afuera,ademas, tus respuestas y acciones no son muy comunes

-¿auch?- dije sin saber si me debería de ofender o no, a eso norman solo suelta una pequeña y dulce carcajada

-oye...

-¿Que?

-¿Quien eres?-pregunto posando sus azulados ojos en mi, esos ojos parecían como si pudieran atravesar mi alma, yo solo me limité a guardar silencio

-tengo una mejor pregunta, ¿Por que te importa tanto?- a eso se formó un silencio que por el bien de los dos no decidimos romper, me volteé de nuevo y seguí admirando el oscuro cielo estrellado, poco a poco mis párpados se sintieron pesados indicando que tenía sueño pero no quería volver a la cama, me gustaba este lugar

-Debes de tener sueño...- sentí como norman me jalaba para atrás asiendo que mi espalda se recargara en su pecho y que su rostro se apoye en mi cabeza

-¿eh?- dije adormilada, sentí como el me rodeaba con sus brazos como cuando vas a cargar a alguien

-buenas noches- fue lo último que escuche después de caer dormida.

............ ............ ............

Me desperté en mi cama, me levante de ella apreciando el suéter de norman cubriéndome, de inmediato recordé todo lo que había pasado y como llegué aquí, de inmediato me pare y me cambié poniéndome unos tenis blancos, un pantalón negro y una blusa degradada de azul fuerte a azul bajito, salí de mi habitación pensando que ya estaban desayunando pero al llegar al comedor me di cuenta que no había nadie

-vaya, al parecer soy la primera-me asomé por la ventana y vi el cielo un poco oscuro indicando que apenas estaba amaneciendo, al no tener algo que hacer me escabullí por la casa hasta llegar a la biblioteca, tomé varios libros que me podrían ayudar a darme una pista para regresar a casa y me dispuse a leerlos

-¡CALIOPE!-Visualice la figura de Emma corriendo directo a mí para luego taclearme haciendo que las dos caigamos en el suelo junto con la silla y dos libros

-Emma déjala en paz...-detrás de ella estaba Ray con una cara de pocos amigos y atrás de él norman

-lo siento, ¡pero! ¿Qué haces aquí? Te e estado buscando y no te encontraba ¡te perdiste el desayuno

-¿eh?-mire el reloj de la pared y me di cuenta que era cierto, e estado más de dos horas aquí, mire como norman se acercaba a mi y me extendía la mano

-¿te ayudo?-quede unos momentos quieta para luego tomar su mano y dejar que me ayudara, mire a su lado donde estaba Ray recogiendo los libros que se cayeron y mirándolos de una manera extraña, cuando se dio cuenta de mi mirada me los dio inmediatamente

-Gracias Ray- dije mientras ladeaba mi rostro y estrechaba los ojos, en cambio el desvío la mirada incomodo

-que bueno que no sigues enojada-dijo casi como un susurro

-ohhh... nunca lo estuve tranquilo, solo que mi manera de expresarme es demasiada para varias personas

-por cierto Caliope, dijo Ray que utilizaste un idioma extraño ¿como se llama?- pregunto norman acercándose a nosotros, a esto Emma nos vio de manera curiosa

Cierto, al maldecirlo utilice español y ellos son japoneses, yo soy japonesa por mi padre pero mi madre es mexicana e aparte yo viví en méxico hasta mi cumpleaños número nueve, desde ahí viví en Japón

-se llama español, pero no creo que lo encuentren él los libros

-¡Emma! Te llama mamá, dice que le ayudes a Gilda con los bebés- exclamo phil desde el marco de la puerta para luego irse de inmediato

-¡okey! Adiós chicos-después de eso Emma salió corriendo dejándonos solos

-oye Caliope...

-¿si?-veo como Ray saca de su suéter la palanca que YO había roto

-¿tu fuiste quien evitó que connie se fuera verdad?-pregunto norman de manera seria mientras Ray cerraba la puerta con seguro

Mierda