Mi vida en Hogwarts

Albus Dumbledore

Era una mañana de sábado como cualquier otra, estaba acostada en la cama, escuchando musica.

Vivo con mis tíos desde que tengo un año ya que mis padres murieron -y mi tía es la única hermana de mi mama- a pesar de vivir con ellos no los siento como mi familia, pero después de todo son los únicos familiares vivos que tengo.

Ese sábado, al igual que casi todos los demás, se fueron a pasar el día a algún lugar como el campo o con los padres de mi tía, así  que estaba sola.

Estaba bajando las escaleras hacia la cocina cuando escuche que alguien tocaba timbre, corrí un poco la cortina de la ventana al lado de la puerta y me encontré con un hombre bastante viejo, con anteojos de medialuna y cabello y barba blancos, largos hasta si cintura.

Abrí temerosamente la puerta, el señor me miro con un brillo en la mirada, como si fuera un viejo amigo que no veía hacia tiempo,  y me dijo

-Oh Lucy, la ultima vez que te vi eras un pequeño bebé.

Mi primer pensamiento fue que era un viejo chiflado, pero luego paso a ser como sabe mi nombre?

Le pregunte quien era y me dijo Albus Dumbledore, y me pidió de entrar, lo deje pasar pensando lo que mis tíos me dirían si se enteraran que dejaba pasar a un extraño a la casa, pero había algo en el que me parecía familiar y sentía que podía confiar en el, aun sin conocerlo.

Empezamos a hablar y me contó de lo que mas me había intrigado en toda mi vida, mis padres.

Me dijo que eran unos magos, y por consiguiente yo también (Debo admitir que me costo creerle, pero me mostró un hechizo que todas las luces se apaguen).

Ante esto pregunté

-Usted conoció a mis padres?

-Llámame Dumbledore, y si, fueron muy buenos magos, pero también muy buenas personas. Respondió. -Se que preguntarás ahora, si, se como murieron.

Fue como si me hubiera leído la mente.

-Todo comenzó comenzó con un mago muy malo, Voldemort, que de dedicaba a matar muggles...

-Que? Dije creyendo que había oído mal.

-Personas no mágicas. Me respondió y continuó -y magos hijos de muggles, ya que no los consideraba puros y con derecho de ejercer magia.

Ese mago fue creciendo y ganando poder y seguidores. Y ante esto yo mismo cree la Orden del Fénix, que luchábamos contra Voldemort y sus seguidores.

Tus padres participaban en la Orden, y un día, algunos de sus seguidores los secuestraron junto a ti, que solo tenias dos meses.

Te torturaron con hechizos imperdonables, es decir prohibidos, que te hacen ir a la prisión de los magos, Azkaban, para sonsacarles información  sobre la Orden que podía ayudar a derrotar a Voldemort,  también los torturaron a ellos, pero no cedieron, por lo que decidieron matarlos, también a ti, pero no pudieron, nadie sabe bien que pasó, pero un mes después te encontraron  en una calle, muy débil y te llevaron al hospital de magos, San Mungo, estuviste allí hasta que cumpliste un año, cuando te llevaron con tus tíos, todos creyeron mejor que vivas una vida no mágica ya que no sobrevivirías a otro ataque así, pero Voldemort recobró sus fuerzas y te  necesitamos,  tienes la misma cicatriz que Harry, <luego lo conocerás ya que iras con el>. Y esa cicatriz significa algo.

-Era increíble que supiera de mi cicatriz, se encontraba en mi hombro y mi ropa siempre me la tapaba, aunque no por casualidad, sino porque mis tíos se esforzaban en que nadie supiera de ella, al igual que cualquier otra cosa anormal que ocurriera cerca de ellos-

Hablamos casi una hora mas, donde me explico sobre muchas cosas mágicas, luego me acompaño al banco de los magos, Gringotts, a la bóveda de mis padres, y luego fuimos a comprar lo necesario, eran muchas cosas ya que tuve que comprar los materiales de cinco años de estudio (que tendría que hacer en un año, por lo que tendré varias horas extra).

Luego se fue dejándome un ticket para la estación de kinscross y se fue.