◇ One Night - II - ◇

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- ¿Estás seguro de esto? – pregunto Key desde la ventana.

- Si. Lo hice solo una vez, pero no pasó nada. Sigo vivo –

Afirmo MinHo caminando con mucho cuidado sobre el tejado de su casa. Key miro la altura y sintió un escalofrió en su cuerpo, una nueva sensación para él.

- ¿Por qué no usamos la puerta? –

Pregunto desanimado, sin embargo, no recibió respuesta de parte del contrario. No tuvo de otra más que salir por la ventana y caminar con cuidado sobre el tejado; sosteniéndose lo más que podía de la pared. Bien pudieron usar la puerta que era una opción más segura, sin embargo, el moreno quería verse cool frente al chico que la luna le había otorgado. Vio como MinHo bajaba por una red de plantas. Key miro hacia el cielo, la luna llena estaba sobre ellos con su hermoso resplandor.

- ¿Para eso me mandaste? – susurro volviendo la vista a la teja cuando sintió que se caería. – ¿Para que muera? Dijiste que era un humano tranquilo –

- Key – escucho el intento de grito de MinHo. No podían hacer ruido o despertarían a todos. Dio pasos un poco más largos hasta llegar a la red de plantas. Minho al verlo sonrió y movió repetidas veces sus manos, incitándolo a bajar. Kibum tomo aire y con el tomo valor para bajar como había visto que el menor lo hacía. – Vez, no es nada del otro mundo –

Dijo Minho cuando Key por fin puso un pie en la tierra firme. Key achico los ojos y después rio un poco, admitía que había sido terrorífico, pero nada imposible.

Y ahí iban. Dos chicos caminando bajo la luz que la luna llena ofrecía. No había rastro de personas despiertas a esa hora, así que jugueteaban sin vergüenza alguna.

MinHo guiaba a su chico por las calles de su barrio, hasta escabullirse entre unas ramas. Key lo siguió sin dudar. Aunque fue un poco difícil pasar todas esas ramas, cruzó sin un rasguño. Sacudió las pocas hojas que habían quedado en su ropa y cabello, alzó la vista y miro todo el lugar. Estaban en un parque. Había una casa de juegos, cubierta por algunas hojas otoñales, los juegos se veían fríos con sólo verlos, los pasamanos oxidados, los sube y baja algo rotos, todo se veía tan solitario y viejo.

- ¿Qué esperas? -

Minho se mecía ligeramente en uno de los columpios, con esa linda sonrisa que lo caracterizaba. Key sonrió y se acercó trotando. Se subió al columpio que estaba a un lado de MinHo y al mecerse, el columpio rechinaba. El silencio de la noche era perturbado por el sonido de los columpios al mecerse y las risillas de ambos jóvenes.

- Y dime MinHo – hablo Key después de unos segundos. - ¿Por qué no has tenido pareja si tanto lo deseabas? –

MinHo hizo una mueca y comenzó a mecerse un poco más rápido. Era algo que preferiría no hablar, pero no quería evadir la pregunta del regalo que la luna le había dado.

- Pues es complicado – respondió sin más.

Key solo asintió un poco, comprendiendo que MinHo no quería hablar de eso. Su intento de establecer una conversación había fracasado.

- Oye – hablo MinHo con una sonrisa en su rostro – ¿Te gustaría probar una hamburguesa? – comento haciendo que el chico de ojos gatunos frunciera el ceño.

- ¿Qué es eso? –

MinHo rio al ver la expresión del contrario, no le sorprendía que no las conociera, después de todo no conocía nada del mundo. Detuvo el columpio para poder ponerse de pie, se puso frente a Key y le extendió la mano.

- Vamos, debes probarlas –

Key tomo la mano del moreno sin temor, confiaba en él. Caminaron muchas calles, a decir verdad, hasta llegar a un establecimiento de comida rápida de 24 horas y pidió dos sin siquiera entrar por completo al negocio. Key lo miraba con atención a todo lo que hacía y decía. Una vez le entregaron la comida, decidieron ir a un parque que estaba cerca de ahí para comerlas.

One Night [MinKey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora