¿Cómo reconquistar a tu ex? (AU) [Editando]

Capítulo 5

Betty entro a su oficina esa mañana con una infusión de manzana y canela porque según ella el café era una mala opción para su resaca y Derek le permitió elegir algo mejor ya que no estaba muy interesado en pensar sobre la mejor manera de quitarse el dolor de cabeza y todos los demás síntomas horrendos que afectaban a los borrachos el día después. El dolor de cabeza estaba molestándolo desde hace un buen rato, pero a pesar de todo Derek imaginaba que la razón de su dolor y de su malestar en general no eran solo consecuencia de los estragos del alcohol.

Derek se abstuvo de llamar a Stiles las horas siguientes después de salir de su departamento, porque ya había arruinado mucho las cosas como para arruinarlo más llorándole por teléfono, lo hizo, aunque por dentro se moría de ganas de llamarle y rogar su perdón. Le concedió a su ex el tiempo suficiente para que reflexionara lo ocurrido y en cierta forma porque él también necesitaba ese tiempo para pensar en sus acciones, así que esa mañana se fue a trabajar como lo habría hecho de no haberse puesto tan mal y ahora piensa que fue la peor idea que pudo haber tenido. Betty le comentó que se veía terrible, y no tenía que decírselo, Derek se sentía terrible.

—¿De verdad quiere trabajar hoy, señor? —la voz de Betty sonaba genuinamente preocupada, Derek negó con la cabeza mientras tomaba la pequeña taza de porcelana entre sus manos. El olor a canela y manzana lo mareo lo suficiente como para cerrar los ojos y echarse para atrás mientras dejaba la infusión sobre su escritorio. Derek estaba teniendo una mañana desagradable.

—Estoy bien —gimió abriendo lentamente los ojos, de verdad debía convencerse de que estaba bien—. Solo deme un momento a solas.

—Si así lo desea, entonces con permiso.

Betty volvió a salir dejándolo solo, Derek necesitaba esa tranquilidad, ese silencio... volvió a cerrar los ojos intentando descansar un poco su mente, sin embargo, eso solo provoco que las imágenes de la noche anterior volvieran a aparecer en su memoria con claridad. Los ojos avellana de Stiles penetraron su alma aun siendo un recuerdo vivido, sus lunares y sus delgados y finos labios posándose sobre los suyos, sus manos recorriendo su cuerpo, toda esa ola de emociones combinadas en una sola eran asfixiantes. Derek abrió los ojos, no deseaba recordar también el rechazo de Stiles. Bebió la infusión aun cuando estaba caliente y después se dedico a hacer su trabajo como siempre, intentando alejar su mente de esas imágenes.

(...)

Lydia Martin apareció con una sonrisa dibujada en su rostro ese mismo día antes de que acabase la jornada, un día de esos le iba a decir a Betty que dejara de permitirle la entrada a su amiga siempre y cuando no fuera por trabajo. Derek puso los ojos en blanco e intento evadir su mirada desviando su atención a los últimos documentos de un contrato importante que tenía que atender, pero como ya lo esperaba, la pelirroja se acercó lo suficiente a él como para que su presencia fuera muy difícil de ignorar. Derek frunció el ceño.

—Te estuve buscando ayer Derek... —dijo Lydia no pareciendo molesta en lo absoluto por los intentos de su amigo de ignorarla, en lugar de ello, Lydia parecía relajada y un poco animada—. Te fuiste sin decir nada.

—¿Yo me fui sin decir nada? —Derek pregunto con sarcasmo, todo eso le resultaba algo molesto, ¿Derek se fue sin decir nada? Mentiras, fue Lydia quien se fue sin decir nada—. Tú fuiste quien se sin mas con ese rubio simplón.

Derek recuerda muy bien esa escena porque fue mucho antes de verse a sí mismo ebrio, Lydia Martin estuvo bailando con un tarro de cerveza en mano y un hombre a su lado de apariencia singular. Luego de ello y de haberse bebido un par de cervezas de más, la presencia de su amiga y del hombre desconocido desapareció del bar. Su amiga lo dejo no fue al revés. Si Lydia Martin hubiera estado a su lado esa noche no se habría emborrachado y sobre todo... Derek no habría hecho nada con Stiles... ¿cierto? Derek estaba enojado porque repentinamente se sintió abandonado a su suerte.