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Me desperté y sentí como algo calentito me abrazaba.

Sentía mis ojos pesados y un fuerte dolor de cabeza, recordé el beso con Oliver y eso hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas.

Tenía ganas de cortarme, ¿Por que no hacerlo? De todas formas nadie se dará cuenta.

Con cuidado salí de los brazos de Seb y levanté la manga de mi pijama.

Vi todas mis cicatrices y no pude evitar soltar algunas lágrimas.

Fui hasta el baño y me encerré pero sin trabar la puerta, quizás alguien me salve de mi mismo, dolía ser yo, mierda si que me odio, no me soporto.

Tome la cuchilla y con una mezcla rara de sentimientos me senté en el piso pegando mi espalda contra la pared y mire de nuevo mi brazo.

Estaba lleno de quemaduras y cicatrices, las odiaba y como ya había dicho antes, las odio pero no puedo dejar de hacerme daño.

Sé que está mal pero ¿Que puedo hacer? Es más fuerte que yo.

Sé que tengo un problema, sé que me duele comer, sé que necesito ayuda pero.... Nadie parece querer ayudarme.

Ni Oliver, pensé que me quería pero creo que solo quería jugar conmigo, pasó lo que ya tenía previsto, enamorar al chico más gordo de la escuela y luego dejarlo tirado, sabía que iba a pasar ¿Por que tuve que enamorarme y pensar que por una vez todo saldría bien?.

Sorbi mi nariz y apreté la cuchilla contra mi brazo.

Un corte por enamorarme, otro corte por creer, otro corte por ser insuficiente, otro por dejar que jugarán conmigo y otro..... Por amarlo.

No eran cortes muy profundos, siempre pensé que estos cortes a lo largo del tiempo dolían más, ya que ardían.

Hice un corte más grande y profundo en la mitad de cada corte superficial haciendo que sangre más y más.

Mire mi brazo sangrante y note que nadie vino a salvarme, a nadie le importe, ni unos simples golpes en la puerta antes de que haga algo... Nada.

Estoy roto....
Necesito que alguien me arregle...
Pero.... ¿Quien?

-¿Andy?- Se abrió la puerta del baño dejándome ver a Sebas.

-Andy, ¿Que has hecho?- Me miro preocupado y corrió a abrazarme.

-Sebas, ayúdame, estoy mal- Dije apretando más el abrazo empezando a llorar.

-Tranquilo- Me susurró al oído.

-Ayúdame- Le mire a los ojos y se notaba su preocupación.

-Vamos, voy a curarte- Dijo y me ayudó a levantarme.

Mi camiseta blanca (que use de pijama) estaba muy manchada por el líquido rojo y por cada vez que tocaba a Sebas manchaba su ropa, eso no ponía del todo feliz.

Llevamos a mi cama,  me senté en borde de esta y el fue a buscar desinfectantes y vendas.

Cuando regreso se sento al lado mío e intento sacarme la camiseta manchada de sangre.

-No verás algo lindo si lo haces- Le advertí pero el no me escucho y me quitó la camiseta.

-Andy.....- Me miro triste.

-Te lo dije- Dije cabizbajo.

-Andy, estás muy flaco, tú cuerpo solo son huesos, estas lleno de cortes y quemaduras que se ven graves, necesitas ayuda- Dijo empezando a curar las heridas de mi brazo.

Anorexia (Sysack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora