I wanna be ❝NoMin❞

u n o

Mark lo miró con el ceño fruncido mientras que, con una mano, sostenía el papel que Jaemin le acababa de dar para llevar a cabo su plan.

   —Te das cuenta de que todo en este plan grita fracaso, ¿verdad?

   Jaemin le regresó la mirada no muy contento, para después, chasquear la lengua con disgusto.

   —Eso lo veremos, tú sólo dale el papel.

   — ¿Si sabes qué está es... —Mark se detuvo para contar con los dedos de las manos— no sé, como la décima vez que le pides que salga contigo?

   — ¿Y?

   Mark apreciaba mucho a su amigo. Lo suficiente como para hacerle ver todas las cosas que últimamente estaba haciendo muy mal. 

   —Jeno es un alfa, por si no te has dado cuenta. Digo, ¿cómo no te cansas de ser rechazado por él?

   Jaemin se tomó algunos segundos para reflexionar sus palabras. Mark sabía lo mucho que le costaba admitir la realidad, pero eventualmente tendría que hacerlo. Estaba en una etapa de su vida en donde creía que podía hacer todo lo que quisiera sin repercusiones, y eso naturalmente algún día terminaría. Llevándose consigo todos sus caprichos.

   Jeno era un gran ejemplo de ellos.

   —Sólo por esta vez —sus ojos comenzaron a humedecerse lentamente, justo de la manera en que a Mark no le gustaba. Lo hacía sentirse como un tremendo hijo de puta— Te prometo que si dice que no entonces lo dejo en paz.

   — ¿Para siempre?

   Esa idea sonaba bastante tentadora. Sin embargo sabía que quizás era demasiado buena para ser cierta.

   —Por un tiempo.

   Bueno, algo es algo. Mark pensó.

   —A veces quisiera saber cuándo realmente vas a superarlo, esto apesta.

   Jaemin comenzó a aplaudir emocionado porque eso significaba que se rendía. Después, empujó a su mejor amigo directo a la mesa de la cafetería de la escuela, en donde estaba Jeno, comiendo solo, con la vista perdida...

   Como siempre.

   Mark fue directo al grano. Llegó a la mesa y le entregó a Jeno el papel que contenía el número telefónico de su amigo, sin tratar de fingir amabilidad. Después de todo, lo que pensara ese tipo de él lo tenía sin cuidado.

   Porque Mark, como el alfa que era, debía transmitir seguridad y autoridad. No sumisión.

   —Jaemin quiere que salgas con él, le vas a hacer caso, ¿sí o no?

   A lo mejor estaba siendo muy directo, pero solo él y quizás el propio Jeno, sabían lo tedioso e innecesario que se estaba volviendo aquello.

   Por lo que no se sorprendió mucho cuando, sin dejar de mirar a la nada, él contestó:

   —No.

   Y después se fue, llevándose consigo su comida y también, sus esperanzas para no ver a Jaemin llorar por tres noches seguidas.

   Mark finalmente se encogió de hombros y regresó al escondite de Jaemin, justo detrás de un arbusto. Él era tan pequeño que en todos lados cabía perfectamente.

   — ¿Y bien?

   —Él ha dicho que no.

   Jaemin soltó un suspiro y asintió con tristeza.

    —Lo intentaré dentro de un mes.

   Susurró y después, pasó las manos por su cabello rosado, evidentemente desilusionado.

   Mark sintió que mentía. Pero prefirió no decir nada.

   Su amigo era decididamente el omega más obstinado que conocía en la tierra y él por desgracia no podía hacer nada para arreglarlo.