Rivales |Kryber| (Adaptación)

Extra #2

Jung Soojung.

-¿Sesión de estudio? -Jennie observaba a su mejor amiga guardar sus libros en el casillero.

-Eso mismo, Jennie. -respondió Krystal rodando los ojos.

Estaban en pleno pasillo, era la última hora de clase. Jennie intentaba convencer a su mejor amiga de que la acompañara a su casa esa tarde.

Krystal se había negado, en este mes matemática comenzaba a dificultarse y a pesar de ser inteligente, quería quedarse unas horas en la biblioteca repasando las clases de la semana.

Jennie quería tener una noche de películas, pero la castaña insistía en tomar la tarde para los estudios.

-¿Y en dónde quieres estudiar? -la chica de ojos miel hizo un mohín.

-En la biblioteca, obviamente. -al ver los ojos confundidos de su amiga le sonrió divertida- Por si no lo sabes, es una habitación con estanterías y mesas llenas de libros...

Jennie la detuvo, alzando la mano frente al rostro de su amiga, torciendo la boca con una mueca ofendida.

-Se lo que es una biblioteca, Soojung. -bufó al escuchar la risa de la castaña más alta.

-¿Entonces?

-Me refería a ¿No podrías estudiar en mi casa? Es lo mismo. -dijo levantando los brazos para dar enfasis en su punto.

Krystal negó suavemente con la cabeza, colgándose la mochila en el hombro.

-No podría concentrarme.

-¿Y por qué?

-¿Tu me dejarías estudiar en completo silencio y sin hablarme una sola vez en toda la noche? -le preguntó alzando una ceja, Jennie mantuvo la boca cerrada- ¿Ves? Por eso prefiero ir a la biblioteca.

Jennie aceptó a regañadientes, alegando que aquella tarde planeaba comer un gran tazón de helado de fresa y galletas, sin ella.

Krystal sintió una lágrima caer, ella también quería helado y galleta, pero a duras penas aceptó su destino y fue pesadamente esa tarde a la biblioteca.

Planeaba vengarse de Jennie, tal vez encerrándola en su baño mientras Krystal comía una caja entera de pizza al lado de la puerta.

Sonrió, más animada por su malvado plan.

Esperaba pasar unas horas tranquilas, en estos días no muchas personas acudían a la biblioteca así que estaría prácticamente sola.

Y con la bibliotecaria, pero a quien le importa.

Al llegar a la entrada sintió que su corazón se le subía a la garganta, como un acto de reflejo se ocultó detrás de la puerta, respirando rápido.

Cuando ya estaba levemente calmada, aspiró profundo y asomó la cabeza para observar nuevamente.

En unas mesas más lejos estaba Amber Liu, de espaldas, pero Krystal podía reconocerla.

Por su cabellera castaña, también por la ropa que llevaba ese día, unos jeans blancos ajustados y un jersey color burdeo.

Se preguntaba en qué momento le había tomado importancia a lo que vestía Amber, y eso que solo la había visto una vez en el día.

Krystal sintió la tentación de irse, estudiaría otra tarde y así comería helado en casa de su amiga. Todo perfecto.

Pero ella quería estudiar, no se iba a privar de hacerlo sólo por qué la tonta de Amber estaba en la biblioteca.