La historia de D

Devuelta a los asuntos familiares

- Bueno, aquí estamos de nuevo, seguiremos con esta historia, la historia donde alparecer tengo que "reconciliarme" con mi familia, ¿Así que estás listo lector?

Antes de salir del paraíso dos voces me detienen, dos de los inútiles de mis hermanos, Uriel y Raguel.

-Uriel: ¿A donde vas hermano?

-Yo: ay....¿Que quieres Uriel?

-Raguel: porfavor quedate, enserio necesitamos tu ayuda, ya sabes que nuestra magia.....

-Yo: ya sé que ellos son inmunes a su magia, pero.....enserio no quiero volver a....

-Uriel: eso ya pasó hace mucho, porfavor necesitamos tu ayuda.

Cada vez que los veía recordaba cuando mamá y papá los habían creado, y solo eran unos pequeños arcángeles y yo los trataba de guiar, la mayoría de la gente dice que el diablo no tiene corazón y así, pero enserio que se equivocan, bueno....pues alparecer no tengo otra opción, pero antes quiero solucionar algo.
Después de esa conmovedora escena, pues reuní a toda mi familia, a los siete arcángeles y a mi padre.

-Y ahora me dirás qué ¿Donde esta mi madre? Bien digamos que la diosa de la creación se tomo unas ligeras vacaciones en el infierno ya que al parecer a mi madre también le gusta torturar gente y demonios, pero desapareció y todavía no se le a visto desde hace millones pero millones de años.

-Yo: entonces ¿Les vas a decir la verdad? Padre...?

-Dios: ¿Yo?

-Yo: ¿Acaso hay otro señor poderoso aquí?!

-Dios: ay....bien.

-Miguel: padre ¿De que habla?

-Dios: su hermano, Lucifer, en realidad no es un arcangel, por eso es más poderoso que ustedes, porque apresar de que nuestro poder es infinito, su madre y yo le dimos como el cincuenta y cincuenta por ciento de cada uno a el, y el es el mayor no Miguel. Osea que en realidad Lucifer es un dios no un arcangel y también por ese motivo su magia si le afecta a los demonios.

-Miguel: no puedo creer que nos hayas mentido todo este tiempo.

-Yo: bienvenido a mi mundo. ¿Acaso crees que eras el único? Siempre los quise proteger y guiarlos por un buen camino, pero nuestros padres los consintieron tanto que alparecer se volvieron egosentricos y niños de mami y papi, por eso decidí irme, tener mi propio " paraíso". Pero alparecer alguien lo malinterpeto y creyó que me desterraron del cielo solo por contradecir a papá, ¿O no Miguel? Porfavor siempre contradigo y peleó con papá maldito idiota. Y eso hizo que los humanos mis creaciones me vieran como el malo, no sabes enserio como me hizo enojar eso, pensaba en cómo encarar a papá otra vez, pero luego supe que Miguel mi hermano menor fue el maldito idiota que propagó el rumor.

-Miguel: sabes....si me ubiera enterado antes tampoco me ubiera enojado contigo y también encararía a papá, crei que eras como el malo o algo por el estilo, enserio perdón Lucifer

-Yo: primero no me llames así, y que no te confunda mi voz, no estoy enojado, si no que no me gusta que me llamen así, segundo Miguel amo mi trabajo enserio, castigar aquellos que se lo merecen y verlos sufrir es algo increíble, okey eso sono muy sádico, y también los quiero a ustedes mis pequeños e inútiles hermanos niños de mami.

Después de otra conmovedora escena y algunas risas, empezamos con el plan de cómo detener la posible destrucción o conquista de los demonios en el planeta tierra y llamar a unos amigos, afilar las armas y hacer que los ejercitos se alcen otravez.

-Bien lector, que te parece? Alparecer para que vieras que no todo es como parece y que la historia sea lo más confortable para ti pues tuve que volver a reconciliarme con mi familia, y enfrentarme otra vez al demonio que hace mi tan eterna vida imposible. Aquí es donde te explico varias cosas. Al yo ser un dios pues soy inmortal, pero algo que tampoco saben mis hermanos es que ellos como arcángeles tienen cierto límite de vidas, digamos que son como un millón de vidas, cuando matas a uno de ellos en alguna de sus vidas pues se regeneran en el cielo, si exacto como un respawn. Ahora conforme a las armas, creías que me refería a los ejércitos? Pues no, cada uno de nosotros tiene su propia arma, bueno yo tengo tres, pero eso no importa, te diré las de mis hermanos, Miguel: como viste al principio de la historia el tiene un lanza que hace aparecer rayos y luces del cielo que desintegran a los enemigos, Gabriel: el pues también sabes que arma tiene una espada que es capaz de cortar a muros hechos del material más resistente que existe en un área de cien metros, Rafael: el joven hermano del medio tiene un arco que es capaz de lanzar quinientas flechas dirigidas, Uriel: tiene una hacha que decapita a todo aquel que amenaza con destruir los templos de Dios, Raguel: el tiene 2 cuchillos que hacen que no se escuchen sus pasos y movimientos y así cazar a su presa y con tal de que rosen a su enemigo entra un veneno en su cuerpo que lo inmoviliza durante una hora, Sariel: el tiene un martillo para juzgar a los hombres pecadores y de pulverizar una montaña completa, Remiel: tiene 2 revólveres, una resucita a la gente o angeles y la otra capaz de hacer que diez enemigos exploten con una bala, y por último Azrael la hermana menor ella el ángel de la muerte tiene una guadaña capaz de cortar en varios trozos a un enemigo en dos segundos. Bueno lector, continuaremos porque todavía falta llamar a unos viejos amigos y mis mejores generales de mi ejército, Lilith, Azazel, Belcebú y Leviatán.

Al volver al infierno era increíble me sentía como en mi hogar otra vez, y con muchas ganas de volver a hacer mi trabajo, pero no era hora de eso, era hora de levantar a mi ejército y volver a luchar en una guerra.

-Lilith: ¿Para que nos necesita el señor oscuro?¿Habrá otra guerra?

-Azazel: si es así estamos más que listos maestro.

-Belcebú: las tropas ya están listas para alzarse señor.

-Leviatan: también las del océano por si acaso.

-Yo: saben que bueno es volver aquí y verlos reunidos otra vez, entonces en este momento es hora de levantarlos con un buen discurso.

-Azazel: por cierto maestro....lo sentimos si no nos percatamos de la huida de esos demonios, en especial la de Shadow.

-Yo: tranquilo sabes cómo es ese demonio, de seguro uso uno de sus trucos para escapar y liberar a los demás. Pero ahorita no es momento de lamentos.

Al sentarme en mi trono y ver a mi ejército enfrente de mi era emocionante lleno de vida y placer, y empeze a hablar.

-Yo: ¡Ejército mio, demonios míos, estamos aquí reunidos para otra gloriosa guerra, donde ganaremos, donde venceremos aquellos que osan desafiarnos, aquellos que tratan de ponernos de rodillas, pero ¿acaso los dejaremos?!

-Tropas: ¡No señor!

-Yo: ¡Entonces afilen sus cuchillos, sus lanzas, sus hachas y toda arma que tengan, por qué seremos los vencedores y nada nos detendrá!

-Bien lector, espero que hayas disfrutado esta parte, tranquilo y no te desesperes, te aseguro que se pondrá más divertido con el tiempo, bueno eso espero, así que te veré pronto, adiós.