Yo No Te Odió

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Había hablado con su madre, más tranquilo, pero aún así seguía enojado con ella. No debió haber hecho eso, fue un insulto para el, y aunque la mujer se disculpó, las heridas seguían abiertas y el enojo aún seguía latente en el.

Acomodó todas sus cosas y después de dejar todo en orden tomo su abrigo y se dispuso a salir del lugar. Cómo siempre era el último en salir, así que le tocaba dejar todo en orden y asegurarse que el lugar estuviera seguro.

Se dirigía a la salida cuando escucho unos pasos detrás de él, por un momento entro en pánico, ¿Alguien había entrado al lugar cuando no sé dio cuenta?, pero después intento calmarse, no podía permitirse hacer un escándalo cuando podía ser algún otro de sus compañeros que regresaba por algo que olvidó, eso pasaba muy a menudo.

Giró sobre sus talones y se encontró con su jefe. El hombre caminaba muy quitado de la pena mientras se ponía su abrigo y se disponía a salir de igual forma, ¿Hace cuánto tiempo el estaba ahí? Pensó que el hombre ya se había ido, pero no, seguía en el lugar y el no se había dado cuenta.

—Kim —saludo el hombre igual de simple que siempre. Después lo paso de largo y camino hacia la salida.

Ahora que analizaba la situación, podría hablar con el. Llevaba días intentando hablar a solas con el hombre y está era su oportunidad, una oportunidad perfecta si se lo preguntaban.

—Señor —grito y comenzó a correr para alcanzar a su jefe antes de que este saliera. El hombre se detuvo y lo regreso a ver con un rostro descontento.

—¿Si, Kim? —el pelinegro lo miro de arriba había abajo y después sonrió fríamente— No tengo tiempo, así que se rápido.

SeokJin asintió y sintió como sus manos comenzaban a sudar de los nervios. Por dios, solo era su jefe no tenía porque tener miedo, el hombre no iba a matarlo ni mucho menos. Todo lo estaba haciendo para poder tener una área de trabajo más amigable.

—Yo quería preguntarle una cosa... —volvio a guardar silencio y siguió pensando las palabras correctas— ¿Yo no le agrado?

Dirigió su mirada al hombre frente a él para poder analizar su rostro y poder saber cómo había tomado la pregunta, pero no había nada, la cara del hombre se mantenía serena, como siempre.

—¿Se supone que me debe agradar? —SeokJin se quedó sin palabras, no esperaba eso, de hecho no esperaba nada del otro hombre, pero eso era mucho incluso para el.

—Yo... —su mente había quedado en banco, ¿Que podía decir ahora? Se supone que iba a ser una persona fuerte y decidida, se supone que iba a gritarle al hombre frente a él que dejará de hostigarlo, en cambio, se había quedado como una tonta estatua.

—Veo que es todo —el hombre iba a dar media vuelta e irse, pero SeokJin lo detuvo tomando su brazo.

—¿Por que yo? —intento está vez no pensar mucho y dejar que las palabras fluyeran por si solas— ¿Por que siempre es contra mi? ¿No le agrado? ¿Soy malo en mi trabajo? ¡¿Por que siempre me trata como basura?! —se maldijo internamente cuando sintió sus ojos picar. Justo en este momento sus emociones lo traicionaban.

Intento calmarse y mirar al hombre frente a él. Se sorprendió porque no encontró la misma cara de siempre, esta vez había algo en el, había dado en un punto, no sabia en cuál, pero había logrado hacer que su jefe tuviera una expresión. No sabia si eso era bueno o malo, pero su pecho estaba inflado de orgullo.

—¿Piensas que te odio? —se asusto cuando el pelinegro comenzó a reír, no era una risa de alegría, de hecho causaba mucho miedo— ¿Enserio pensaste que te odio?

Las Citas A Ciegas De SeokJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora