❝ please. ❞ || goldentrap✧

parte única.

- Normalmente no te pediría algo así, y lo sabes, ¡me conoces! - Rogó el dorado a su mejor amigo
- Pero, normalmente un "amigo normal", me pediría hacerme ver cómo menos o como un bobo para impresionar a la chica que le gusta, no algo... ¡algo cómo esto! - Se quejó el ocre cruzándose de brazos, viendo a otro lado sonrojado.
- Me ofendes, y ¡por favor, lo necesito urgentemente! - Gritó el rubio, llamando la atención de todos a su alrededor
- ¿No preferirías pedírselo a Tochic o Mangle? - Dijo el ocre, esta vez, su mirada era suave y tenía miedo
- No, ellas son... No son tan cercanas, pero... ¡por favor! - Continuó gritando. Hubo un momento de silencio, uno en el que las personas dejaron de verlos raro.
- ... Está bien, Golden, sólo por esta vez... - Se rindió el menor, aflojando sus brazos y viendo directamente a los ojos del contrario seriamente, soltó un suspiro antes de volver a hablar - Entonces... Te sigo... - Dijo nervioso el menor, indicándole a su mejor amigo lo que debía hacer.
- ¡Oh, cierto! - Avanzó hacia su departamento, el cual estaba sólo a unas cuadras de ahí, guiando al ocre que iba a un lado de él - Sólo prométeme que no te alejarás de mí, si prefieres olvidarlo, lo olvidaremos y jamás pasó ni volverá a pasar ¿Sí? - Dijo parando de caminar.
- Entendido, es una promesa - Dió un poco más de seguridad al mayor con esas simples palabras.

Ambos habían llegado a su destino, el rubio se sentó en la cama de la pequeña habitación, y dió palmadas en sus piernas (obviamente nervioso) indicando que ahí debía sentarse el ocre. Éste tragó saliva.
Se sentó sobre las piernas del más alto, quedando frente a él, cara a cara, chocando respiraciones.
El rubio recogió el cabello del ocre, dejando su cuello desnudo, el cual comenzó a besar y lamer, sacando una risita del ocre.
- Pff, ¿Qué fue eso, Spring? - Interrogó el rubio, burlándose de lo que le había parecido una tierna acción del menor
- ¡Hace cosquillas! - Grito el mencionado riéndose, hasta que Golden mordió un punto débil en el cuello ajeno, que sacó un suspiro del peli verde e hizo que sus músculos se pusieran tensos. Ambos se quedaron quietos para empezar a reír a carcajadas.
- ¿Qué demonios SpringTrap? - preguntó el ocre rubio, no lo llamaba así a menos de que fuera algo serio. Está vez era algo gracioso, pero estaban dentro de algo serio ¿No? Volvió a morder un punto cercano, sacando esta vez un gemido del conejo, haciendo que Golden riera aún más que con el suspiro.
- ¡Golden! ¡No te rías! - Se quejó el ocre, avergonzado recargandose en el hombro derecho de su supuesto mejor amigo.
- Lo siento, lo siento - Se disculpo el mencionado, continuando con sus acciones.
Golden besó a SpringTrap por segunda vez, de hecho, la primera vez fue el ocre quien lo hizo porque estaba borracho. Y aunque lo negara, no podía engañarse a su mismo, Golden le había dado el mejor beso de su vida.

La ropa fue disminuyendo y el ambiente era más candente. Los gemidos del ocre eran más agudos de lo que Golden se había imaginado (más bien fantaseado).
En cuanto a Spring, no sé sentía nada mal, algo incómodo por qué sus gemidos hayan sido escuchados, pero no podía evitarlo, Golden era muy talentoso; se preguntaba cosas como «¿Ya lo había hecho antes?» o «¿Con un hombre?» y aún peor «¿Con quién?» pero intentaba no pensar mucho en eso, vivía el momento. Aunque fuera aterrador y penoso y tal vez algo romántico.
- Spring... Debo confesarte algo... - Dijo Golden, dejando el pecho del mencionado. Se veía apenado.
- ¿Te gusto? Me refiero a ¿Estás enamorado de mí? - Preguntó el ocre, asustando a su mejor amigo.
- ¿Quién te lo...
- ¿Eso es un sí? - El rubio asiente. - Bueno, lo supuse cuando me besaste, creo que se puso romántico y algo cursi desde ahí. No como la vez que estábamos ebrios, porque no recuerdo nada, sólo lo que me contó Chica. -
Golden tragó saliva y se acercó al pido de SpringTrap con determinación. - Te amo... - Susurró y continuó acariciándolo.

Bueno, ¿¡Qué demonios había pasado!?
SpringTrap abrió los ojos de golpe, pero no podía moverse, era presa de los brazos de Golden. Recordó todo. TODO. Tal vez más de lo que debería. Se sonrojó de inmediato, quería gritar, pero ¿Por qué? No estaba horrorizado ni sentía miedo, tampoco asco o algo así. Bueno, ahora sí tenía miedo, le había gustado. Soltó un chillido.
- ¿Spring? - Preguntó el contrario aún adormilado. El literalmente había hecho todo.
- ¡Mierda! ¡Golden! - Gritó el conejo, sobresaltado al mencionado. - A-Ah, Golden... - Dijo más serio está vez, intentando no verse intimidado. - Gracias por cuidar de mí anoche, y por asegúrate de que haya perdido mi virginidad con alguien de confianza. - Dijo sarcástico, Golden río. Ya no lo estaba abrazando, pero aún así no volteó a verlo, probablemente estaría totalmente rojo.
- Mierda... - ¿Qué? ¿Esa era la palabra del día? - ¡Joder! No sabes cuándo lo siento, no sé en qué estaba pensado. Disculpa. No volverá a pasar.
- ¿No? - Se le escapó a Spring, inmediatamente cubrió su boca. - No... No... No es nada... No te preocupes... - Sí, mierda era la palabra del día. Dejó de ser una grosería para convertirse en un sentimiento, se sentía mierdoso, como para decir mierda. - Yo... Uh, está bien... -
- ¡No lo está! ¡No te lo tomes tan a la ligera! Nosotros... - El ocre lo interrumpió.
- No, en serio. Está bien. - SpringTrap hundió su cara en la almohada, pidiendo a gritos que se lo tragara.
- ¿Spring...? - Preguntó Golden, tocando la espalda de su mejor amigo, y tal vez muy cerca, porque Spring sintió su respiración en su cabello. Se hundió más y el rubio lo notó. - Déjame verte... - El conejo se negó a las dulces palabras de su mejor amigo. - SpringTrap. - Está vez cedió, Golden a veces parecía una ama de casa. - Eres demasiado lindo. - Dijo Golden apartado la mirada en cuanto hicieron contacto visual, no como un halago, más bien como una queja. SpringTrap estaba totalmente rojo (incluso antes de que Golden despertara) y tenía el cabello totalmente revuelto, además de su encanto natural, claro. Golden lo besó, no pudo resistirse, el ocre correspondió y entonces se dieron cuenta de algo. La noche anterior se habían besado incontables beses y ningún beso había sido rechazado, ni si quiera ese, aunque ambos estaban conscientes. Antes también lo estaban, pero podían excusarse «Fue por la emoción de el momento» podrían decir. Pero ahora ninguno tenía excusa, mucho menos Golden, sus sentimientos estaban claros.
- Mierda. - Dijeron al unísono, como si no conocieran otras palabras o hubiera otra manera de expresarse.

- ¿Entonces...? - Preguntó Golden, nervioso.
- Bueno, te sigo viendo de la misma manera. - Respondió el ocre, Golden no se sorprendió, no era el tipo que tenía expectativas altas. - Pero, nunca me dí cuenta de que manera te veía... Hasta ahora... - Hubo un silencio largo. - Por si no entendiste, estoy enamorado de ti, idiota. - Golden sonrió. - Y no me molestaría que otras personas lo sepan. Quiero decir, una relación pública, no a escondidas. - Ambos sonrieron. Estaban demasiado felices, especialmente Golden.
SpringTrap se había quedado en la casa del rubio, pues estaba muy agotado como para salir. Durmió por horas después del almuerzo y despertó para la cena. No habían hablado ni aclarado nada durante ese día hasta el anochecer. También se quedó ahí esa noche, porque era algo peligroso salir a esas horas, no porque quisiera quedarse junto a Golden o algo así. O eso fue lo que dijo él.

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