—¡Hey!, ¡Niña— me detengo levemente para encarar a la persona que me está hablando-gritando.
—¿Sucede algo?— pregunto arqueando una ceja, me parece confuso que alguien como él me esté hablando.
—No, realmente— dice antes de llegar hasta donde yo estoy,—¿Ves a aquel chico que está allá?—apunta a un chico que está sentado en el muro de la fuente del colegio.
—Sí, lo veo. ¿Porqué?—indago un poco confusa, ¿qué quiere éste niño?, estoy yendo tarde a clases.
—Bueno, él uno de los nuevos de intercambio,—aclara el niño pecoso de nomás díez años, cómo mucho.—La directa me ha pedido que le muestres toda la escuela, ya ha hablado con tu maestro.
Y con eso se retira, dejando un poco indecisa de hacerlo o no. Al final accedo a mi conciencia y camino hasta el muchacho de talvez unos doce años de edad, es de sexto grado, todos los de intercambio tienen que estar en último año de escuela.
A medida que me acerco siento que mi ansiedad se va haciendo presente.
Papito Dios, ayúdame a no desmayarme.
—¡Hey!, hola, soy Raquel Coltman. La directora me ha pedido que te muestre la escuela.—digo cuando llego a su lado, estiro mi mano esperando que la acepte, lo cuál hace.
—Mason, y ya conozco la escuela, puedes irte.—me sorprende un poco su voz, ya que al ser un niño imagino que debe tenerla como todos mis amiguitos, pero no, la de él es muy profunda para su edad.
—Pero..
—Vete, tu voz chillona hace que me duelan los oídos.—dice con su mirada puesta en mí.
Puedo sentir como mis ojos se cristalizan un poco, nadie me ha molestado desde kinder, no me gusta que él me trate así.
—Iré a decirle a la maestra para que te castigue.—Digo dándome la vuelta, esperando que él tenga un poco de miedo al saber que lo acusaré.
En cambio, suelta una risa mientras dice.
—Esperaré el informe, niña.
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¡Hey!
Me siento emocionada, aunque talvez no sea mi primera historia, sé que puede llegar a ser mucho mejor.
Después de casi un año de desaparecer de wattpad, y siendo una lectora fantasma, acá estoy.
Espero le guste esto, voy a dejar grabado una gran parte de mí en esta historia, y que mejor regalo que saber que les transmito todo lo que me propuse desde un principio.
En fin.
¡Hasta el nuevo capítulo!
