Choice

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No te alejes de mi miedo,
He roto huesos y piedras;
pero ....~

La cabeza le daba vueltas, su estómago le ardía.

Abrió con lentitud sus ojos, la poca luz que había en el lugar le lastimaba. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí?

Intentó subir sus manos hasta su cara, pero una cinta se lo impidió. Se encontraba atado en lo que parecía ser una silla de fierro. Sus manos estaban en el respaldo de esta totalmente inmovilizadas, al igual que sus piernas.

Maldijo. Miro con rapidez la habitación; no había nada, ni un solo mueble. El polvo y la tierra eran abundantes. Trato de ver por las pequeñas ventanas que se encontraban casi pegadas al techo. Pero era inútil.
¿Estaba en un almacén?
Antes de poder pensar más su cuerpo se congelo ante una risa. Giró su cabeza hasta donde el sonido provenía.

— ¡Despertaste! Eso quiere decir que me preocupe para nada.... — la voz era suave. 
Intento hablar pero nada salió.
— Pensé que se habían pasado de la dosis y tendría que volver hacer todo desde el principio.... —

Un escalofrío calo en su cuerpo, sintió en como unos fríos dedos pasaban por su nuca. El moreno solo atino en mover su cabeza hacia delante para evitar más el tacto. Y otra risa resonó en la habitación.
—  ¿Te duele algo?¿Tienes hambre? Si, debes de tener hambre has estado dormido por tres días.... —

Zayn giró su cabeza con brusquedad para por fin ver se cara a cara con ese imbécil.
Esos ojos esmeralda lo recibieron junto con una fina sonrisa, como si fuera burla las imágenes de lo último que recordaba lo golpearon; el cuerpo de la chica, la llamada, el bar, el licor y el nombre....

—  Harry... —

—  Dime.... —

Parpadeo con rapidez para salir de su trance. Y su ira comenzó a florecer.

—  ¡ERES UN HIJO DE PUTA!¡MALDITO ASESINO!¡TÚ..! — con brusquedad una cinta de tela se metió por su boca, trato de zafarse pero lo único que provocó fue que ese imbécil jalara con más fuerza.

— Oh. ¡Cállate de una maldita vez! —  realizó dos nudos para asegurar el pedazo de tela. —  Pensé que íbamos hablar como viejos amigos que somos ¿No Zayn? —

Los ojos avellana se colocaron en él, en esa persona que se había adueñado de sus sueños; ahora por fin lo veía en su totalidad.... Desde ahí sus sueños ya iban a tener el rostro de ese maldito y quiera o no; eso lo hacía temblar.

— Si que es apuesto detective.... —  ambas manos comenzaron a recorrer el torso del moreno encima de su camisa — A decir verdad no me esperaba menos... — 

El moreno se sentía asqueado. Por el tacto; intentaba alejarse pero era evidente que le era imposible, lo único que provocaba era que el oji esmeralda se riera de él.

—  ¡Oh vamos! ¿Acaso ya lo excité detective? Si solo son unas acaricias.... Usted si que es un atrevido — 

Malik se estaba hartando. Quería golpearlo, quería verlo detrás de las rejas, quería verlo morir por una inyección de eutanasia, quería verlo revolcarse debajo de la silla eléctrica, quería acabar con él.
Mordía con fuerza más el trozo de tela.

—  ¿Te gusta ¡eh!? Desgraciadamente no te traje aqui para que gozaras... sino para que elijas —

Veía con atención como el castaño comenzaba a sentarse enzima de su regazo, esas sádicas manos comenzaban a entrar debajo de su camisa. En cuestión de segundos sentía en su totalidad el peso de Harry.

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