💠𝚃𝚛𝚊𝚗𝚜𝚒𝚌𝚒𝚘́𝚗💠

capítulo 1: Escape.

Silencio, ninguna alma con la que interactuar, un profundo y solitario sueño en negro, más que estar muerto. Un reposo sosiego, carente de toda emoción, como hundirse lentamente a una infinita oscuridad. Estado inerte que se vio afectado por una cálida temperatura que le hacía recordar estar con vida, el volver a sentir sensación alguna.  primero fue una fría chispa comenzando a latir, abriéndose, estirándose y expandiéndose en aquel ahora frágil pecho, pasando la voz al resto del sistema, despertando, avivando su funcionamiento. El energon congelado nuevamente fluía por sus respectivas vías, rebrotando tal como una flor marchita con sus ojos al sol brillar. Su interior vibraba, se retorcía acomodándose, y entonces nuevamente fue consciente de su propia existencia, era extraño; la tercera vez que despertaba de aquel largo transe. Abrió sus ópticos, la luz amarilla iluminó la cavidad en la que se encontraba, vio su propio reflejo tenue en el grueso cristal que estaba en frente de su rostro, mientras ciertas franjas de su cuerpo cada vez más desprendían una luminiscencia potente y celeste. Y antes de poder reconocerse en su totalidad, un sonido vaporizante detonó la apertura de aquel encierro, una cápsula de éxtasis. Permaneció inmóvil, tragando su despertar momentáneo, dándose cuenta de una figura en frente que esperaba su reaccionar.

—Vamos muévete, sal —Indicó con una indiferencia notoria—, hubo un derrumbe de pocas dimensiones en el sector Muerto. Se envió a Hope para buscar una vía apta para traer el energon que se logró recolectar, pero se perdió el contacto, enviamos a las sondas A-23 y B-01, después de unos nanoclics también se perdió el contacto. Tu misión es bajar y buscar un camino posible para la adquisición del energon.

—¿Hay... Heridos? —Preguntó después de salir con cuidado de su cápsula.

—Es probable, pero tú misión es buscar una vía que nos sirva. Ten, y no te equivoques —Le entregó un dattpad con un mapa de la zona, mostraba el sector del derrumbe y los lugares donde habían desaparecido los anteriores. Debía de trazar un nuevo camino.

—Pero, ¿Y qué pasará con los heri...?

—Tu misión es buscar una vía y nada más, volverás aquí y te congelarás otra vez en tu cápsula, así de simple. Deberías agradecer —Interrumpió bruscamente mientras le increpaba de frente.

—Grrr... —Respuesta innata. Simplemente su interior extrañamente ardió ante tal actitud, aunque no lo tuviera totalmente claro, sentía la negatividad propagarse desde aquel cybertroniano y de la situación.

Tal vez lo hubieran conversado, el porqué tanta frialdad si literalmente  acababa de llegar al mundo, al menos un saludo de bienvenida. Pero era mejor sujetarle fuertemente del cuello, apretando y negándose a ver qué también era una criatura sensible. Después de todo, no soportaría una falta de respeto proveniente de alguien con un propósito de servir. El infundir miedo, aterrorizar por la fuerza para recibir a cambio rendición y sometimiento.

—Lo volveré a dejar en claro. Tú misión es buscar una vía para extraer el energon que se logró extraer. ¿Algo que quieras decir? —Apretó con más fuerza al terminar.

Muchas cosas podrían salir desde sus sistemas comunicacionales, pero por un lado el fuerte agarre le hacía sujetar con uno de sus propios servos, intentando disminuir la fuerza. Y por otro, corría el riesgo de que le reemplazaran, tan solo desconectarle con un golpe.

—En marcha —Le empujó en dirección al pasillo por donde debía ir. Había bots caminando de un lado a otro, era una instalación grande. 

Muchos guardias, bots trabajando en grandes pantallas, y múltiples ascensores. Entró en uno de ellos, quien le había recibido se encargó de introducir el respectivo código. La compuerta se cerró, pronto un leve movimiento de la cavidad, bajaba grandes distancias hasta la zona muerta, nadie quería ir allí. Derrumbes, desapariciones, muertes, en toda lógica no era para nada un lugar adecuado para la minería, pero la falta de recursos provocaba tales sacrificios, en este caso, injustamente. Era irónico que aquellos mineros casi ni tocaban lo que con esfuerzo lograban extraer.