3. flowers

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Myungsoo no se va a rendir con Sungjong. Ha decidido que va a conseguir salir con él, a menos que reciba un rechazo coherente al 100%. Conoce a Sungjong más de lo que él piensa, su compañero de habitación es hermano de su mejor amigo y eso le ha permitido saber cosas sobre él que Sungjong no se creería.

El intento número dos para ganarse el corazón de ese chico va a ser similar al primero, pero ha decidido cambiar varios factores para evitar el ridículo de la anterior vez. En una floristería a veinte minutos de la universidad, ha cogido un pequeño ramo formado por tres claveles y dos amapolas. No tiene ninguna simbología en especial, solamente pasa que es un ramo simple y bonito.

Tiene pensado hablar con él una vez salgan de clases, en un horario donde nadie está apresurado. Tras la hora de comer, muchos van a la biblioteca pero no es hasta que pasa una hora que se ponen a hacer algo productivo, por ello piensa ir en esa hora.

Una vez tiene todo, va. Va adonde Sungjong con las flores en la mano. Este ve a la distancia que Myungsoo se le está acercando, pero deja que pase. Hace caso a lo que Sungyeol le dice: que en vez de huir, se anime a que se conozcan. Ha decidido que, si Myungsoo quiere que se conozcan, le va a dejar, no sin antes vengarse del mal momento que le ha hecho pasar.

—Sungjong, ya que ayer me rechazaste las flores, te he traído unas distintas. Habiendo cambiado las maneras y el ramo, ¿aceptarías a tener una cita conmigo?

Hay gente al rededor y Sungjong no está cómodo con ello. Al momento, se le ocurre qué hacer para no dejarle irse de rositas.

—¿Tú y yo teniendo una cita? —Myungsoo asiente. —Está bien. Lo haré. Pero, eh, con una condición —advierte.

—Lo que quieras. No te preocupes. Si eso me da la oportunidad de estar contigo aunque sea una tarde, estoy dispuesto.

—Cómete la amapola —le pide con una mirada un tanto maligna. ¿Es en serio lo que acaba de decir? —No vas a irte de rositas tras hacerme pasarlo mal ayer. Cómete los pétalos de la amapola y accederé.

La gente que pasa a su lado mira con curiosidad y más de uno se detiene a contemplar la escena. Lo poco que han escuchado de la conversación es más que suficiente para obligarlos a mirar. A Myungsoo no le queda otra si quiere estar con Sungjong y tendrá que hacer lo que le ha pedido a pesar de la multitud. Y lo hace. Y Sungjong sonríe.

ah-choo [MyungJong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora