III

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—Cada círculo debe de tener su propia esencia, que se sienta el verdadero temor de las almas al ser castigadas por sus pecados —El rubio camino de un lado a otro con las hojas en sus manos.

—Excelente Taehyung, desde ahora puedo ver que será fabuloso — el señor de alta edad leía con atención los avances del muchacho, encantado con la facilidad que él rubio podía plantear las cosas.

—Bueno, sólo es un avance muy vano, me encantaría mostrar quizá... ¿Otra forma? Siempre la adaptación que hago suele llevar las mismas bases, esta vez me gustaría hacer algo diferente

—¡Encantando! Es el momento perfecto para unir tus ideas con Jeon, el destacaba por darle un giro completamente a la historia guardando el toque del autor, definitivamente estoy muy satisfecho con esto Kim

—Sobre eso... ¿Es muy necesario qué el empiece desde ahora? ¿Tiene que ser esta obra?

—¡Por supuesto! Por eso pedí que cuanto antes pudiera transferirse sería estupendo

—¿Cuánto antes?

—Desde mediados del año pasado había empezado el trámite para su intercambio, pero por problemas no pudo entrar para los proyectos pasados

<<¿Eh?>>

—Pero eso no importa, lo que necesito es que unan todo para tener esta gran obra lista, confío en ti Taehyung —el joven rubio volteó a verlo.

—¿De acuerdo?

—Lo estará...

-
—Bien, tengo que ver unos resultados en la oficina de profesores, te dejó a cargo del salón —Se despidió de forma corta, dejando al joven rubio un poco molesto.

—Alguien regaleme un poco de paciencia...

-
—Yo también pido lo mismo cada día desde que te conocí Kim Taehyung

Este cerró sus ojos por instinto preparado para el golpe seguro que recibiría en su hombro, espalda o cualquier parte de cuerpo, sólo esperaba que no sufriera un derrame si a la chica se le ocurría darle el golpe en su preciada cabeza.

—¿Sabes que eres la mejor amiga del mundo verdad?

—¿Sabes que por eso debería de recibir más consideración?

—¡Tenía que irme!

—¡Sabes dónde vivo maldita sea!

—¿Perdón? —murmuró algo cansado, las letras de su libro amarillento lo tenían mareado, realmente cansado, además de que su cabeza no paraba de repetir una y otra vez el encuentro con su querido (ya no tan querido) ex.

—Esta bien Tae, si no querías hablarlo no tenías que contarlo—la chica se sentó a su lado acariciando su brazo. —Dolió recordarlo, pude verlo, me molesto que no lo dijeras antes

—Yongsun, en serio... Y-yo quería decírtelo ¿si? Supongo que guardarlo es como no querer olvidarlo, tarde o temprano ibas a saberlo

—Pero creo que no era el momento, no cuando esta aquí otra vez

—Esta aquí ¿verdad? Otra vez esta cerca de mí... —Se recostó sobre la mesa, cansando físicamente, cansado de que doliera cuando esa molestia había decidido ocultarse.

—¿Quieres hablar de algo más?

—No, quiero hablar contigo, es momento ¿no?

—Tae...

-Está bien, estaré bien, puedo hacerlo, si alguna vez tenía que dejarlo ir, quizá ahora que está aquí será más rápido si puedo ver lo que antes no quería — Tomo entre sus manos las finas palmas de su amiga, sintiendo el calor que amenaban estas, al igual que siempre, ella sería su escudo ante todo, quien brindaría todo de ella para protegerlo.

—Hey, no tiene que ser así, tomate tu tiempo que para todo lo hay, además hoy es miércoles ¿lo olvidabas?
— movió un poco el cuerpo del rubio, contagiandole una linda sonrisa.

—Es cierto ¿Lo pagarás tú esta vez?

-¿Tú en serio te aprovecharas de la situación? - sonrió, riendo un poco antes de levantarse y parar de un tirón a su amigo. —Dale, va por mi cuenta pero cuando estés más feliz ¡tiene que compensarse!

—Lo haré - tomó de la mano a la chica, guardando sus cosas en su mochila. —Quiero extra de chocolate ¿Por favor?

—En serio seguiré pidiendo por esa paciencia... —tomó su bolso entre sus manos. —bueno vale

×××

—Llegas tarde, una vez más — Jungkook cerró la puerta, listo para subir, no sin antes colgar su gran abrigo sobre el perchero. —¿Por qué?

—No fue un buen día- Había perdido unas horas de clase por andar entre un trabajo a otro. El autobús pasó un minuto antes y por aquel mísero minuto llegó tarde y como castigo tendría que cubrir un rato más.

—Tus hermanos te están esperando como siempre, desesperados por jugar contigo —Jungkook sonrió, el cansancio sobre su cuerpo era notable pero todo los pesares se disipaban apenas y ponía un pie en la habitación de los menores Jeon.

—Bien, estaré arriba —Rápido planto un tierno beso sobre su madre, quién lo recibió gustosa por tal dulce acto.

El joven corrió con antelación a su habitación, sobre el escritorio había puesto una pequeña caja con chocolates en forma de animales que sabia le encantarían a sus hermanos.

—¡Jungkook! —La alfombra tenia juguetes por todos lados y el sonido de las caricaturas llenaba la pequeña habitación, sus hermanos siempre se las arreglaban para hacer del día a pesar de contar con tan pocas cosas.

—Hola mi bebé ¿Qué tal se portaron?

—Wonwoo me tiro jugo de manzana en mi vestido y estoy enojada con él — La pelirubia volteo con algo de enojo en sus tiernos ojos, pues en su mirada tan dulce no cabía tal sentimeinto.

—Fue un accidente —El más pequeño corrio al lado de su hermano mostrando lo arrepentido que estaba. —Lo juro

—¿Te disculpaste?

—Lo hice — Somin aún no se convencía de las disculpas de su hermano, aunque tal y como dijo le pidió perdón, el niño había seguido jugando sin esperar su respuesta y claramente no lo tomó en serio. Las cerezas de su vestido blanco estaban manchadas de un color extraño que no le gustaba para nada.

—¿Porqué están así? Eh, ustedes no quieren pelearse, ¿Acaso no se quieren?

—¿Me perdonas Somin? — los cabellitos castaños del menor cubrían sus cejas y su triste mirada se posó en su hermana.

—Está bien, pero a la próxima tendrás que comprarme un conejo de chocolate — Corrió abrazando a su compañero, ambos sonriendo por arreglar su pequeña riña.

Aveces era difícil de entender la actitud de los niños, Jungkook deseaba con su alma poder resolver las cosas tan fácil como sus dos hermanos, pero el no podía pedir simplemente perdón, el daño de por medio era más que una mancha en la tela.

—Hyung ¿Viste a Taehyung Hyung?

—¡Si si! ¿Ya se contentaron?

—Yo, ah, no aún no, el realmente estaba ocupado — Ambos se desilusionaron, querían ver de nuevo al chico que jamás les podía plantar un no cuando le preguntaban si quería jugar con ellos y basado en sus pocos recuerdos, querían de regreso la alegría de su hermano cuando el castaño visitaba su casa.

—¡Tienes que arreglarlo! —gritó, corriendo hacía el pequeño mueble del lado de su cama. —Te daré esto pero sólo puedes dárselo a él ¿Si? ¡No puedes comerlos! Seguro estará feliz y querrá volver a venir con nosotros a jugar —Wonwoo le entregó una cajita de madera que él mismo había decorado junto a su hermana. Dentro había caramelos de fresa y dos chocolates rellenos que sabía a la perfección que a Taehyung le encantaban.

—Seguro que si ¿verdad? —Sentía el encogimiento de su corazón apretandole sin piedad su pecho, quería llorar por el alma pura de su hermano, quería llorar porque lo extrañaba, quería llorar porque esperaba que algún día pudiera arreglar tan fácil las cosas.

Taehyung... Tú ¿me dejarías explicarte?

&lt;&lt;Pretty love&gt;&gt; °KookV°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora