Capítulo 1

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Hola me llamó Fernanda, tengo 20 años, actualmente vivo en Nueva York, me encanta la música clásica && amo la escuela (lo sé, soy muy rara).

Soy hija única (o bueno, al menos lo era), mis padres && yo nos llevábamos muy bien, ellos eran como mis mejor amigos, ellos siempre me halagan mucho diciéndome que soy una buena estudiante && una gran hija. 

Y hablando de mejores amigos, casi olvido mencionar a mis otros dos mejores amigos desde la infancia, Sofía && Alexander, los conozco desde que cursamos el preescolar, desde entonces somos inseparables.

Sofía es porrista de el equipo de fútbol de nuestra escuela (la típica chica popular), Alexander por otro lado formo una banda, con la cual concursan en eventos de bandas (casi siempre ganan ellos, son muy buenos).

Mis padres son dueños de uno de los centros comerciales más grande de Nueva York, regularmente anda de viaje buscando productos buenos && de buena calidad, con marcas muy conocidas.

Ya que ellos viajaban mucho, cuando llegaban a estar en casa, era muy genial, ya que no la pasábamos literalmente todo el día juntos, ya sea viendo películas, saliendo a dar un paseo al parque ó papá nos llevaba a su restaurante favorito (el cual me encantaba mucho, ya que tenía una hermosa vista).

Se podía decir que éramos una gran familia, yo los amaba con todo mi corazón, eran mi vida, pero no todo lo que amamos dura para siempre, ¿verdad?...

[...]

Faltaba 1 semana para graduarnos de la Universidad, mis padres tuvieron que salir de viaje (como siempre, no era novedad para mi), pero antes de irse prometieron volver para mi graduación && hacer una gran fiesta para celebrar.

Pero no fue así...

*Llamada entrante*

-Decidí contestar por alguna razón-
Bueno, ¿quien habla?

¿Usted es la señorita Fernanda? -Se escuchaba preocupado-

S-si, ¿que se le ofrece? -dije nerviosa-

Señorita lamentablemente sus padres tuvieron un accidente, acabo de recibir una llamada de una persona que iba pasando && vio el auto en el cual viajaban sus padres -no dijo más-

¿Queeee? -no podía creer lo que me decía- P-pero ellos están bien, ¿v-verdad? -la voz se me entrecortaba-

-se escucha un gran silencio, pero luego responde- Lo lamentó mucho señorita, ellos perdieron la vida en el accidente, no podemos hacer nada.

-si decir más colgué la llamada, no podía creer lo que acababa de escuchar, caí al suelo de rodillas && comencé a llorar && a gritar-

¡Nooooo! Ellos no por favor, sin ellos no tengo nada, ¿porque, porque ellos?...

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