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-Odio cuando viene ese mocoso- le replicó a su madre mirándola a los ojos aunque ella tuviera la mirada fija en su celular.

-Deja de reclamar Min YoonGi, el no te ha hecho nada malo.- la madre dijo en un tono desinteresado. El teléfono en las manos de la señora Min comenzo a sonar y esta se levantó para atender la llamada.

YoonGi buscó con la mirada a aquel pequeño mocoso que venía desde hace algunas semanas a quedarse al cuidado de la madre de YoonGi. Lo encontró jugando en un árbol con otros niños pequeños y suspiro.
Era una pequeño niño de abultadas mejillas, de cinco años jugando en aquel parque con una sonrisa de oreja a oreja. YoonGi, a pesar de sus cortos diez años era bastante maduro, su madre no era la mejor del mundo, pero era soportable, tenía mucho trabajo dejándola sin tiempo de cuidar a YoonGi lo que hizo en este una capacidad de cuidarse solo.

JiMin vió a su hyung al cual ya le había agarrado afecto, lo vio tan pensativo que decidió bajar del árbol en el que estaba y correr en dirección al pelinegro pero tropezó y cayó de rodillas y manos en las piedrecillas del parque. Se raspo las palmas de sus pequeñas manitos, también raspo sus rodillas. Nunca se caracterizó por ser muy fuerte y de sus ojos no tardaron en salir lágrimas y de su boquita pequeños sollozos ahogados.
YoonGi salió de su trance para buscar nuevamente a ese pequeño, le molestaba que ese niño estuviera ahí y tuviera que cuidarlo de que no se perdiera. No lo encontraba con la mirada en el árbol y se desconcertó un poco hasta que lo vio en piso llorando. Se levantó de su asiento y camino hacia el con algo de duda, nunca había consolado a alguien y menos a un niñito de cinco años.

-Eh... JiMin... ¿Estas bien?- por Dios Min YoonGi, esta llorando, obvio no esta bien. -Uhm... Deja de llorar ¿Si?- YoonGi queria sonar dulce pero nunca se caracterizó por ser alguien suave y ese consuelo le salió más como una órden la cual JiMin acató. El labio del más pequeño temblaba y sus ojos intentaban retener las lágrimas lo que lograba vagamente. YoonGi comprendió que JiMin intentaba no llorar solo porque el se lo había dicho él. El pelinegro se arrodilló a la altura del pequeño niñito que intentaba parar de llorar y lo abrazó acariciando su espalda. Como si de magia se tratará JiMin dejó de llorar y enredando sus pequeños bracitos al rededor del cuello de su hyung.

-G-Gra-Gracias h-hyu-hyung- todavía tenía la voz entrecortada por el llanto pero sus lágrimas ya habían cesado totalmente.
YoonGi tomó al pequeño entre sus brazos dejando a cada lado de su cintura las piernecitas de JiMin.
Se dirigió a su madre para enseñarle a base de señas que se llevaría a JiMin a casa, no supo si su madre lo comprendió pero tampoco le interesó mucho.
Su madre ni siquiera tiempo para su propio hijo e iba tener tiempo para cuidar al pequeño entre los brazos del mayor. El pelinegro Min YoonGi supo que ahí comenzaba su tarea de cuidar al menor y la verdad, no le disgustaba tanto.

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Mi primer fluff kemozion, ojalá les guste uwu♡

»Abraceme Hyung! ;; Yoonmin fluff [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora