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Mientras las chicas preparaban y daban tips para la noche a Martín. Raquel se preparaba mentalmente para el desastre, o mas bien dicho, el drama que Martín haria en su primera hora de la noche.

Raquel se encontraba bebiendo una copa de vino tinto junto su querida amida, Amanda. Quien no paraba de reir facinada por la nueva chica en el burdel.

-Es muy linda, ¿no crees, Raquel?-.

-Solo es otra niña jugando a ser adulto en este mundo.-. Comentó antes de dar un sorbo a su copa. Amanda sonrio y río lo suficientemente alto para captar la atención de Raquel, cosa que logro muy bien.

-¿Que es tan gracioso?

-Raquel, tuviste la misma impresión de mi cuando recién llegue a este lugar.-. Ahora era el turno de reir para Raquel, solo que ella le gustaba agregar un toque de sarcasmo en el.

-¡Tengo la misma impresión de todas, Amanda! No por que sea nueva quiere decir que me vaya a encariñar con ella o algo asi.-. La paciencia de Raquel se agotaba con cada palabra que pronunciaba. Pero de algun modo, su amiga lograba hacer que su paciencia fuera duradera.

-Lo mismo decias de mi, y miranos, somos como dos amigas lesbinas que no follan entre si.-. Amanda dio un largo trago a su copa para terminar, y caminar hacia Martín.

Raquel no dejaba de mirar la, algo en esa chica la hacia sentir de alguna manera, nostálgica.

El ruido de la puerta de madera fina, la libero de su campo de concentración. Y al ver a Miss. Katrina, supo que la hora del trabajo habia dado inicio.

-¡Bien chicas, salga y den su mejor imagen para los caballeros! Esta vez son cuatro asi que muy probablemente alguien querra un trio.-

- Te apuesto cincuentena a que uno de ellos querra un trío y solo durará quince minutos.-. Susurro Amanda a Raquel un tanto traviesa y divertida.

-Acepto.- Profirió Raquel.

Mientras una linea era formada por las chicas. Miss. Katrina le pidio a Raquel que se hiciera cargo de Martín, ya que ella era nueva, y Raquel era la veterana del burdel.

Raquel tuvo que aceptar de muy mala gana las ordenes de su superiora. Raquel tomo por los hombros a Martín y la coloco a su lado junto con Amanda.

Cuatro hombres de edad madura, no mayor de treintena años, observaban a las chicas con determinación y deseo. Uno de ellos eligió a Amanda y Raquel, mientras que el mas maduro de ellos elegia a Martín por ser nueva.

Miss. Katrina dio la orden a las chicas de ir se a su respectiba habitación. Mientras que Raquel le daba indicaciones exactas a Martín. - Has contacto visual siempre, eso les complace mas, si sientes que no puedes cierra los ojos pero trata de parecer que estas en la quinta nube. Nunca les niegues nada, trata de juguetear un poco, y siempre se coqueta con ellos. Eso ayuda a que las cosas no sean tan tensas.-

Martín esta apunto de romperse, ella queria llorar pero muy dentro de ella, sabia que no debia. Un mar, una tormenta se construía en lo mas profundo de su ser, bañado y mezclado con sentimientos que jamas habia experimentado antes.

-Raquel...-. Suplicó mientras entraba a la habitación aterrada hasta los huesos.

Raquel.

Amanda y yo nos recostamos sobre la cama a charlar un povo mientras estabamos a la espera de nuestro cliente mas. Sin embargo, no podia evitar pensar en la niña Martín, realmente se miraba aterrada. Pero a decir verdad, es lo mejor puesto a que es algo que todas pasamos alguna vez. Incluyendo me, por su puesto.

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2019 ⏰

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