El inicio

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Esta última hora se me habia hecho interminable, el reloj marcaba las 6:45; exacto, faltaban 5 minutos para salir de aquella tortura; el ambiente era bastante pesado, todos manteníamos silencio esperando el momento indicado para dejar la habitación. Nunca pensé que 5 minutos durarán tanto, pero al final logré salir.

Guarde mis útiles y salí rápidamente evitando posible compañía al volver a casa; pero mi intento fue en vano, allí ya se encontraba parado aquel chico de apariencia desgastada evitandome salirme con las mías.

- Elizabeth!; ¿Ya nos vamos?
- ¿Eh?, Por si te preguntabas si ya me iba; sí, ya me estoy marchando.
- Perfecto te acompaño a tu casa- Dice mientras toma mi mano.
Suspiro -Max, por si no te das cuenta quiero regresar sola; ¿será que eso si me lo permites?- Agrego mientras me suelto de su agarre bruscamente.
- Elizabeth...
- ¡Ayy Max! Entiende de una vez por todas; ¡Que mi padre te haya pedido cuidarme no significa que debas estar todo el tiempo detrás de mi!- Ya me tenía realmente cansada, no me importaba en lo absoluto que pudiese herirlo, solo buscaba que entendiese que necesitaba mi espacio.
- Genial; ¿Sabes que? ¡Estoy cansado de cuidar a una desagradecida niña que solo piensa en ella y no piensa en las demás personas a su alrededor!... Buen regreso Elizabeth.-
Y si, Max se había marchado dejándome hablando sola.

Después de todo el show que Max había formado, me dirijo a casa; eran cerca de 20 minutos caminando, así que intenté caminar lo más rápido que pude; tenía planes un poco más tarde y no quería tardarme. Aunque por mucho que intentaba regresar rápidamente siempre me demoraba un poco más de lo que debía, paraba a comprar algunas cosas para merendar y ahí se iban 10 minutos más de mi valioso tiempo.

Esa tarde no era la excepción; paré en un supermercado para comprar algunas golosinas. Al entrar voy directamente a el estante de golosinas y agarro una de mi gusto; me dirijo a pagarla y salgo del lugar.

Volví al camino y ya me encontraba a unas cuantas esquinas de llegar a mi casa. A lo lejos pude visualizar a un chico perdido que parecía buscar a alguien; se me hacía conocido, pero no recordaba precisamente quién era; no le dí importancia y seguí caminando.

- ¿Elizabeth?- El extraño chico se acercó a mi con una expresión de alivio en su rostro.
- ¿Si?- Respondí un poco confundida.
- ¿Donde estoy?- Agrega mirando a su alrededor.
- ¿Que?- No pude evitar que salieran de mi un par de risitas en un particular tono burlón- ¿Me estas diciendo que no sabes donde estás?- Y ahí vamos de nuevo, nuevamente no pude evitar reír.
- Ehh si, eso dije; por si no te das cuenta, estoy extraviado...
- Ten por seguro que me doy cuenta de eso- Respondí, ignorandole y retomando mi camino.

- Elizabeth, ayúdame por favor; mi móvil se ha quedado sin batería y no tengo como comunicarme con mis padres- Dice mientras me sigue un poco desesperado.
- Bien; pero, también me quedé sin batería- Respondí sin darle demasiada atención.
- Podemos ir a tu casa- Sugiere mientras bajó el tono de su voz.
- ¿Que?!, ¡No!, A mi casa no- Me detengo.
- Por favor, mira que estamos cerca- Insistió sin darme oportunidad de rechar su petición.
Me quejo; -Camina- Retomé el camino y lo ignoré por completo.

Caminamos unos cuantos minutos hasta llegar; Charlie, el hijo del colega de mi padre salía de casa; su energía era pesada, respiraba rápidamente y en su rostro se notaba su impotencia; no era la primera vez que salía de allí con esa expresión.

-Charlie, ¿todo bien?- Me acerco lentamente y al estar lo suficiente cerca le abrazo fuertemente-
-Eli... -Corresponde a mi abrazo- No, ¡nada está bien!- Noto como lagrimas bajan por sus mejillas, las secó delicadamente.
-Charlie, ¿Es por Coraline?- Me separo un poco de él esperando una respuesta.
-Si, es por Coraline- Su tono de voz baja drásticamente- Necesito dinero para una nueva cirugía, y aún así no hay demasiadas esperanzas de vida. Yo~ Yo no... ¡NO SE QUE HARE SIN CORALINE!- Su respiración se agita nuevamente mientras sus ojos se cristalizan.
-Charlie, Escuchame- Tomo entre mis manos su rostro haciendo que suba su mirada- Todo estará bien, hallaremos una solución, déjame hablar con mi padre, por favor no te tortures más; deberías ir a descansar un poco, ¿sí?- Charlie respira profundamente y un poco más tranquilo asiente.
-Perfecto, ve a casa y duerme un poco, mañana nos vemos, te quiero- Lo abrazo por última vez y veo como se aleja hasta subir a su auto.

-Disculpa...-Agrega y toma mi mano.
-¿Eh?- ¡No puede ser! Me había olvidado por completo de la presencia de aquel chico que me seguía desde hace unas cuadras atrás.
-¿Que quieres? -Agrego rápidamente antes de que él pudiese por lo menos abrir su boca y producir palabras.
-Pues, si no es mucho pedir, me gustaría un abrazo también...- Volteó rápidamente mi mirada a su dirección, y alli se encontraba alzando una de sus cejas y con una sonrisa insegura.
-¿Acaso estas loco?- Digo incrédula. Mi mirada lo empieza a incomodar, provocando que su rostro quede sin expresión alguna.
- Jajaja- Su risa es poco creíble, haciendo que nuevamente direccioné mi mirada a él- Bromeo, solo te iba a pedir entrar a tu casa para cargar mi movil y poder hablar con mis padres; deben estar preocupados por mi.
-Ahhh -Suspiro y afirmo con mi cabeza- Pero antes, ¿podrías soltar mi mano?
-¿Mm?... Ah! Claro...- Suelta rápidamente mi mano y entramos a casa-

Al entrar, todo estaba oscuro, dejo mis cosas en el mueble y me dirijo a encender las luces; no había rastro de mi padre pero si Charlie había salido de aquí significaba que debía haber señal de él.
-Esperame aquí; no toques, no mires y no comentes nada- Digo a aquel chico y me marcho a buscar a mi padre.

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⏰ Última actualización: Jan 08, 2020 ⏰

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