Capítulo 1: "Estás sanado."

5.9K 446 84
                                    

¿Qué había sido eso? Dean nunca había pensado en otra persona cuando estaba teniendo sexo... Y más aún, nunca había pensado en un hombre cuando estaba teniendo sexo con una mujer. Bueno, quizás porque Ana era un ex ángel, o algo así, ¿y tal vez eso le hacía recordar a aquél tipo...? ¿Quizás...? Pero eso no era excusa para esto... Porque él había estado pensando en Castiel todo el tiempo. En los labios de Castiel, sus ojos, su piel pálida, su voz rasposa. Poderoso y sexy hijo de perra.

Espera, ¿sexy? ¿Desde cuándo él había comenzado a pensar en un hombre como sexy? Hasta estaba empezando a tener una nueva erección solo con pensarlo. Maldición, ¿Qué le estaba sucediendo?

Se volteó para ver a Anna dormida a su lado en el asiento trasero del Impala, y se sintió algo ansioso, así que decidió tomar aire fresco en la noche.

Todos esos pensamientos a cerca de Castiel hacían que su cabeza se sintiera algo mareada. Estaba preocupado, porque realmente pasaba mucho tiempo en el día pensando en aquellos ojos azules. Nunca le había sucedido antes. Y nunca con un tipo. Sacudió su cabeza y se puso una remera. Se bajó del auto lentamente, porque no quería despertar a la chica.

Una vez afuera, Dean sintió un familiar y abrumador sentimiento. Se giró para ver qué Castiel estaba allí, parado, en medio de la obscuridad. La pálida luz de la luna era más que suficiente para delinear la esbelta figura del ángel. El cazador sintió que su corazón dió un vuelco en su pecho.

-Hola Dean.- dijo Castiel acercándose a él.

Dean se irguió en su lugar. Su boca estaba demasiado seca, y le estaba costando respirar en presencia de Castiel.
El ángel se detuvo solo a unos centímetros de distancia de él, sus ojos estaban penetrando su alma.

El cazador tragó con dificultad. Y sus verdes ojos se posaron sobre los labios de Castiel otra vez. Hipnotizante. Maldición. Realmente estaba perdido.

-Estuviste con Ana. Ella está en tu auto.- dijo el ángel, y Dean podía jurar que sonó triste y decepcionado, y tuvo que usar todas sus fuerzas para contener esa urgencia que le nacía dentro de eplocarle que ella y lo que había sucedido, no significaban nada para él. Solo otro encuentro casual. Pero mordió su lengua, ¿Por qué rayos tendría que darle explicaciones?

-Sí, yo... ella creyó que ésta sería su última noche en la Tierra.- ¡Mierda! Su boca se había movido automáticamente, y las palabras solo salieron.

-Qué conveniente para tí.- dijo Castiel. Y sonó enojado, ó eso pensó Dean.

El ángel caminó, pasando a su lado, Dean quedó sin aliento cuando sintió en el aire el cautivante aroma que dejaba aquella criatura celestial a su paso. Él estaba a unos pasos lejos de Dean, y el cazador no podía explicar la sensación de vacío que estaba sintiendo ahora... ¿Era a caso porque Cas no estaba cerca de él?
Dean presionó sus ojos con furia... ¿Qué era todo aquello? ¿Era Castiel un ángel? ¿Ó un hechicero?

-¿Por qué estás aquí?-preguntó Dean, cuando tuvo un segundo de coherencia.

Él serafín volteó, con sus ojos fijos en el Impala, más que nada en los asientos de atrás.

-Necesitaba decirte algo.- él pronunció, ahora caminando lentamente hacia Dean otra vez.

El cazador pestañeó nervioso, estaba a punto de sentir el calor del cuerpo Castiel cerca del suyo. Se odiaba a sí mismo porque cada célula de su propia anatomía estaba gritando, deseando esa proximidad... ¿Por qué?

ADDICTED (Completa!)3/3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora