Beyond The Money (SaTzu)

Capítulo 2.

Narrador Omnisciente.

Tzuyu había salido de la oficina del director sin el permiso de este encaninándose hacia la cafetería, esperando a que Chaeyoung aún se encuentre ahí. Para su suerte, la más bajita estaba barriendo todo el desastre que ellas causaron y agradecía en todo momento que estuviera terminando con su deber.

- ¡Chewy! Me alegra que vengas, ¿podrías...? -pero la coreana fue interrumpida por la taiwanesa que tomó la palita junto a la escoba, juntando los desechos para tirarlos a la basura. Acto seguido, arrastró a su colega hacia la cocina del lugar saludando a la señora que se encargaba de hacer aquellas delicias que comían todos los alumnos.

- Necesito que nos larguemos de aquí ya, pero no por la entrada. Sana está aquí y no quiero tener que lidiar con su estúpida charla de "¿Sabes lo que pensaría tu padre si supiera sobre esta situación?" -Son aguantaba la risa ante el intento de imitar la chillona voz de la japonesa y recibió de inmediato un golpe en la nuca. - Piensa enana, no estoy para tus juegos.

- Oye, tranquila. Nuestras mochilas están aquí y creo que sabes que las necesitamos. Le mandaré un mensaje a Dahy- -como si fuera arte de magia, apareció la mayor de las 3 con las respectivas mochilas, sonriendo. ¿Ahora leía mentes?

- Escuché que el director anda buscándote junto a la pareja de tu padre así que no pude evitar pensar en que se iban a escapar, por supuesto que sin mi no se iban a ir. Menos sin sus útiles. - Oh, Kim Dahyun, ¿qué haríamos sin tu inteligencia? pensó la más alta emprendiendo su escape.

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Sana's POV.

Sentía la mirada de todos los alumnos mientras caminaba al lado del director del instituto. Cuchicheos por parte de los muchachos diciendo que soy muy bonita, que si estoy soltera; por parte de las chicas sólo eran comentarios de envidia. Lo que ninguno de estos jóvenes sabía era que yo estaba bastante grande como para lidiar con sus bobadas de adolescentes porque yo ya maduré, o eso me obligó a pensar mi familia.

Sin rastros de la hija del señor Chou me ofrecí a buscarla fuera de su lugar de estudio y le pedí disculpas al director por robarle su tiempo, sin embargo, este sólo me sonrió cálidamente deseándome suerte para que pudiera encontrarla. Ahora, en mi cabeza pasaba lo peor. ¿Y si ella estaba tomando un boleto hacia otro país? ¿Será que algún hombre robusto la raptó y corre riesgo su vida?

- Tzuyu, ¡voy por ti pequeña indefensa! -Grité pisando el acelerador del Mustang y comenzando a conducir como si fuera parte de una carrera clandestina, un rally, como quieran llamarlo.

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Pasaron 2 horas de haberme recorrido casi toda la ciudad, cada perímetro, cada calle interna. ¿Dónde podría encontrarse una jovencita de 19 años en momentos como este y por qué demonios era tan desobediente e insoportable?
Minutos después me encontraba en un café-bar disfrutando un rico capuccino junto con un muffin, revisando mis redes sociales hasta que...

- ¡BINGO! ¿Cómo no se me habría ocurrido esto antes? Ella podría ayudarme en todo momento, además de que es su trabajo. -murmuré con la boca llena y rápidamente comencé a marcar al número de Momo, mi mejor amiga que vive en Japón. A diferencia mía, ella tenía un estudio de baile donde enseñaba danza moderna. Todo lo que sea hip hop, R&B y esas cosas, Momo era la más increíble de todas.

Fue en ese momento que en la otra línea atendieron rápidamente.

- ¿Sana? ¡Qué alegría que llamaras! ¿Ya volverás a Japón? -rodé mis ojos al recordar que a ella no le agradaba el padre de Tzuyu.

- No, no volveré. Aún sigo con él y gracias, estoy súper bien. -hubo silencio al otro lado hasta que se oyó un suspiro.

- ¿Qué es lo que necesitas linda? Tienes suerte que hoy no trabajo, así que soy todo oídos.