Capítulo 7. [2/2]

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Tzuyu's POV


Nos encontrábamos en el hospital después de una hora, todo estaba completamente bien equilibrado. Dahyun estaba haciéndose exámenes mientras que Chaeyoung dormía en el suelo y Momo se quejaba de que tenía hambre hasta el punto de rogarme que vaya por alguna hamburguesa a estas horas. ¿Iría? Por supuesto, tengo una tarjeta la cual puedo gastar cuando se me de la regalada gana y obtener lo que quiera cuando quiera, excepto las notas. Esas me tengo que romper el lomo si quiero tenerlas.

Finalmente, me encontraba en un MC Donalds a la puta tres de la madrugada. Algunas personas estaban comiendo allí y yo me encontraba esperando mi pedido, recorriendo el local con mi mirada hasta que giré rápidamente mi cabeza al ver quién estaba entrando en el establecimiento.

— La única puta vez dónde me encuentro sola en un lugar a las tres de la mañana y ella tiene que venir... Por los huevos arrugados del viejo de mi padre.

Solté un quejido colocándome una gorra rápidamente junto con la capucha hasta que fui por los pedidos para llevar. Agradecía a Satán que ella no me haya visto y agradecía a cualquier ser de fuerza superior que no me haya topado con ella.

Bueno, hablé tarde. Eché la bebida sobre una Sana Minatozaki rubia con vestido flamante de color rojo, tacones aguja y la exageración que hizo fue como si le tiran un balde de agua fría.

— Ah lo siento, yo te lo llevo a la tintorería en otro momento con mi asistente, nos vemos.

— Las cosas no quedan así, ¿entendiste? Estoy en una cita romántica con mi pareja y justo tiene que venir una niña buena para nada me eche la bebida... Un segundo, tu voz me parece familiar.

¡Aborten misión! Todos a sus puestos, era hora de huir y montarme en la torpe moto vieja que sólo encendía si golpeabas el motor con los talones.

Pude haberme ido exitosamente si no fuera porque la torpe mujer de mi padre me tomó del brazo y echó la bebida que le correspondía a Momo sobre mi.

—  Ahí está. Estamos a mano y ahora déjame ver tu rostro.

— ¡Eres una hija de puta! —grité empujándola hacia fuera el lugar sin importar que la gente nos viera. Cuando estaba a punto de tropezar y caer al suelo, ella quiso aferrarse a la visera de mi gorra (algo estúpido por cierto), haciendo que cayera yo encima de ella.

— ¿Tzuyu? Pero, tú estabas castigada. ¿Por qué estás aquí?

— Cierra esa bonita boca que traes antes de que les pida un cuchillo de plástico y quiera aniquilarte con él.

Pero la pregunta más inesperada se acercó y por alguna razón, mis mejillas ardían a pesar de la seriedad de mi rostro.

— ¿Mi boca te parece bonita? 

Y no pude responder esa pregunta, simplemente me fue imposible, como si hubiera alguna fuerza que me causara nervios o presión, sobre todo presión. Ahora, si ustedes pensaban que su pregunta tuvo una respuesta pues bueno, lamento decirles que están equivocados completamente porque me largué de allí con la comida.

El camino a la vuelta fue el mismo a diferencia de que mi mente ahora me atormentaba por completo. ¿Cómo podía pensar que los labios de esa mujer insoportable eran bonitos? Perdón, corrección, ¿cómo podía pensar en los labios de esa mujer? No podía pensar cosas así de la pareja de mi padre que era quien deseaba ocupar el puesto que alguna vez mi madre ocupó. 

Ahora no debía enfocarme en esas cosas, sería mejor olvidar que ese suceso existió o al menos que ese día de escapatoria por diversión fue solo un mal sueño que no quiero recordar. 

Beyond The Money (SaTzu)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora