•IV•

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-¿de verdad no puedes acompañarme hasta arriba? Aunque sea solo a las escaleras-

-Joe, ya te dije que si me ven contigo el plan no va a salir, ellos ya están ahí-

Estábamos unas cuantas cuadras antes del callejón donde estaba el lugar de las peleas. Me tocaba entrar antes que Rami para según el "ganar tiempo", aunque lo más probable es que no logre avanzar más de cinco paso adentro del lugar sin querer salir corriendo. No estoy listo para ir y socializar con sicarios y maleantes.

-lo harás bien ahora ve- me dice empujándome un poco para camine.

Me adentro al callejón y la música se empieza a escuchar, trago saliva y el hombre que estaba en la puerta me deja pasar, hubiera preferido que me negara la entrada, pero ya estoy aquí. Atravesar esa puerta es como entrar a otro mundo de descontrol, drogas, armas y muchas prostitutas. La música aturde demasiado pero sigo caminando hasta llegar a la sala en el segundo piso. Rami tenia razón, los del otro bando ya estaban ahi. Esparcidos por varios de los sillones, noto como el ganador de la pelea pasada esta rodeado por un grupo pequeño de personas con las que rie y sigue hablando mientras todos beben alcohol. Mientras me acerco observo como el rubio de la vez pasada estaba sentado a la par de Lee.

Me siento en uno de los sillones a dos personas del Rubio. Demonios me empece a poner nervioso, yo no debería de estar aquí. Estaba en una laguna mental pensando como iniciar una conversación hasta que en la parte de abajo se escucho un poco de gente gritando.  

-Ya llegó tu gran rival, Lee- dijo el rubio con todo de burla. Todos rieron y luego siguieron hablando.

-tu lo conoces ¿no?- Gwilym me señala y todos al rededor vuelven a verme.

-yo emm, se quien es pero no me agrada, piensa que es un gran luchador aunque la verdad es que... cualquiera le puede ganar fácilmente- dije nervioso, no estaba listo para empezar a hablarles. No quería mentir sobre mi amigo pero de alguna forma tengo que empezar a ganarme su confianza.

-pues claro que es fácil ganarle- guiño el ojo a los demás y todos volvieron a reír.

-Damas y Caballeros, bienvenidos a la segunda pelea por la lucha del control de las calles- anuncio el mismo señor de la vez pasada

Me levanto del sillón y me acerco a la baranda para observar mas de cerca la pelea. Esta vez Rami no iba a pelear y al parecer Gwilym tampoco. Eran dos hombres jóvenes de cada bando. La pelea inicio y luego de unos minutos siento como alguien se posiciona a mi lado.

-las segundas peleas nunca son tan emocionantes- miro de reojo, era el rubio- te traje esto todos aquí la están pasando bien mientras beben, deberías hacer lo mismo - dice mientras sonríe y me da una cerveza,  la acepto y lo miro serio, estoy nervioso se que la voy a cagar en algún momento.

-me llamo Ben, también deberías de tranquilizarte nada va a pasar, bueno mientras todo siga bajo control- se presenta mientras sigue sonriendo y luego toma de su vaso y sigue viendo la pelea.  

-soy Joe y espero que siga bajo control porque si no seré el primero en salir por esa puerta- reímos los dos.

Ben tenia razón esta segunda pelea no estaba tan interesante. Así que los dos recostados en la baranda estuvimos hablando durante el resto de la pelea. Y no se si fue gracias al alcohol o que, pero estábamos conversando como si fuéramos amigos de toda la vida.

-... y así fue como casi terminamos arrestados después de que Gwil rompiera la estatua de la fuente pensando que era una persona-  estábamos riendo a carcajadas mientras Ben me contaba de sus anécdotas  ilegales.

-si que debían de estar drogados– la estaba pasando tan bien que casi no me doy cuenta que mi celular estaba vibrando, era Rami– lo siento, debo irme emm mis amigos ya vienen por mi.

Sin más me fui, no me gusta estar mintiendo pero antes de que  dijera alguna estupidez baje y empece a caminar entre la gente intentando llegar a la salida. Tenia más de 200 mensajes de texto y alguna que otra llamada perdida de Rami. Logre leer unos de los mensajes, nos veríamos en el carro que estaba unas cuadras arriba del callejón.

-¿porque putas siempre estas pegado en esa mierda de celular y cuando me urge que contestes no lo tienes?- mi amigo estaba furioso.

-perdón, estaba haciéndole un favor a mi mejor amigo- respondí sarcástico.

Rami encendió el carro y nos dirigimos a mi apartamento sin hablar más en el camino.

You Be Love - HardzzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora