You Be Love - Hardzzello

•VI•

-dime que es una broma-

-yo no dije nada, tu estas asumiendo cosas- dije caminando hacia mi cuarto

-te conozco desde hace más de 10 años, piensas que no voy a saber que estas enamorado- me sigue mientras me habla como si estuviera indignado- o sea mírate llevas hablando más de 15 minutos del señorito ojos verdes con una sonrisa y no me has dicho nada de Lee que es lo que importa.

-pues son mejores amigos, y solo hable con Benjamin así que...-

-ves ahí esta, ese brillo en tus ojos cada vez que hablas de el- me interrumpe.

-no seas ridículo Rami ¿como voy a enamorarme de alguien con el que hable un par de horas?– tomo mi ropa y me dirijo al baño. Rami me observa mientras levanta una ceja, sabía que tal vez estaba mintiendo– No va a suceder tan fácil, aunque no se veía mal. Uhh mejor me voy a bañar.

-mejor te concentras en el plan y le hablas a Lee y buscas información,aunque también después de todo te puedes engañar a ti pero no a mi- dijo casi gritando esa ultima parte para que lo escuchara bien.
Me limite a reír, es interesante como Rami puede llegar a conocerme mejor de lo que yo hago.

~~
Ya han pasado varias peleas y solo faltaba la que se iba a realizar el 31 de diciembre. Cada vez me he ido acercando más y más a los del otro bando y efectivamente Rami tenia razón estaban haciendo trampa y sus guantes tenían varillas de metal adentro y algunas veces intentaron drogar a sus contrincantes. Aunque también me contaron que estaban apostando al igual que el bando de Rami aunque ellos lo hicieron con más dinero y por eso estaban jugando sucio.

El año se terminaba, solo una semana más y ya no más preocupaciones aunque sea por un mes. Sigo pensando que estas fechas son iguales a los otros días del año, aunque esta vez iba a celebrar un poco diferente.

-creo que desde hace más de 7 años no te había visto tan arreglado para salir de fiesta- dice Rami posicionándose a la par mía mientras sigo arreglándome frente al espejo.

-no voy de fiesta, es solo una cena navideña- digo sonriendo, saber que esta vez iba a pasar el 24 haciendo algo más que intentar cocinar unos waffles elaborados con Rami y terminar viendo El Grinch, me hacía bastante ilusión.

-cena a la cual Lee te invito y por la cual vas solo para ver al niño rubio y por la cual me vas a dejar solo. ¿Con quien voy a comer mis waffles especiales de navidad?- dice haciendo un puchero intentando no reír.

-tu me metiste en esto ahora te aguantas y más tarde podemos hacerlo, no creo quedarme mucho tiempo con esa gente si tu no estas cerca- digo mientras termino de buscar algunas cosas para poder irme. Me acerco a Rami, le doy un abrazo y me despido de el.

Llego a la dirección indicada, era un lugar parecido a un bar y el ambiente era de fiesta aunque las personas que caminaban por ahí iban vestidas de manera elegante. Me adentré más en el lugar hasta llegar a la barra donde pedí una cerveza, observo que la mayoría están bailando felices al compás de la música.

-me alegra que hayas venido- giro mi cabeza para encontrar a Ben mirando también la pista de baile. Le sonrío y hacemos contacto visual. Y lo único que pude pensar es que a veces quisiera que Rami no me conociera tan bien.

-cuando Gwil dijo que era una cena no pensé que por cena se refería a llenar el estomago con alcohol- digo mientras tomo de mi cerveza.

-si quieres podemos ir a otro lugar- se podia notar el subido grado de alcohol al decirme eso, pero parecía una buena idea.

No pasaron ni dos minutos y ya estábamos afuera del lugar. Ibamos en su carro mientras reíamos de cualquier estupidez, la música seguía acompañándonos y terminamos cantando en un semáforo en rojo. No era tan tarde, eran a penas las 11 de la noche y nos encontrábamos en el otro lado de la ciudad. Se aparcó en frente de un edificio bastante alto. Ben se bajó del auto y yo hice lo mismo, rápidamente nos adentramos en aquel edificio. Simplemente seguía a Benjamin, sin cuestionar nada y me di cuenta que no era necesario hacerlo cuando estaba con el.

-a veces vengo aquí cuando me harto de todo ese mundo de peleas o solo quiero escapar un rato de la realidad- dice casi en un susurro, como si me estuviera revelando su mayor secreto. Abrió una puerta dejando ver una azotea con una vista de toda la ciudad.

El viento golpeaba nuestra piel, provocando más de un escalofrío. Como si tratara de advertirnos que ya casi era navidad. Caminamos hasta estar cerca del borde de la azotea. Cierro mi suéter y acto contrario, Benjamin se quita uno de sus guantes y me lo ofrece. Sonrió ante aquella situación, y con su mano descubierta busca y toma la mía, así sintiendo más calor, como si nos hubiéramos acercado a una fogata. Ahora, no solo era la brisa decembrina la que provocaba escalofríos. Me mira y sonríe otra vez, haciéndome sonreír también. Y aunque no llevamos mucho de conocernos, a veces no era necesario hablar, a veces solo con sonreírnos sabíamos lo que estaba pasando.