BomBom, Flaco [Yoonmin]

1 (Sácame de aquí)

-Yo soy Jimin, yo soy Jimin, Jimin soy yo, mi apellido es Hhousent, soy Jimin, soy Jimin ¡SOY JIMIN! -

-¡Cállate maldita puta! - escucho el grito de aquella voz gruesa que estaba al otro lado de aquella puerta.

-Deja de gritarme. - susurra - ¡DEJA DE GRITARME! - apretaba sus manos y se abrazaba su desnuda piel, sacándose sangre y mordiendo su labio.

- ¡QUE TE CALLES! - el bus frena en brusco y Jimin choca su cabeza contra aquellas pequeñas paredes debajo de la gasolina.

Jimin asustado se calla esperando que el loco que anda manejando no lo mate, aunque seria algo bueno, para este chico lo que más deseaba era morir, pero no le permitían matarse, valía mucho dinero y eso lo sabía muy bien.

Desde que fue separado de sus padres no sintió felicidad alguna, no podía lo único que le calmaba era pensar en aquellos rostros adultos borrosos que apenas recuerda, la dulce voz de su madre estaba siendo poco a poco opacada por las voces de señores con los que pasaba tal vez un par de días o un par de semanas, y aunque todo el mundo pagaba una fortuna para estar tan solo un minuto con él, no lo alimentaban bien lo maltrataban y aun así lo mantenían con vida para seguir consiguiendo dinero del pobre muchacho.

(Se detiene el bus)

Jimin se asusta piensa que es su parada y que otros señores vendrían por él, estaba temblando, no podía dejar que otras personas lo manipularan otra vez, ya estaba loco pero no lo podría soportar otra vez, no otra vez, no otra vez era lo que pensaba el joven debilitado ya estaba demasiado cansado como para seguir con esta mierda, tenia que salir de ahí, tenia que escapar de alguna manera, su desesperación era tal que no podía dejar de arañarse, se estaba sacando sangre y no lo sentía, no lo sentía porque no podía pensar en otra cosa que no sea escapar, era un sentimiento horrible, estaba atorado en esas pequeñas paredes, parecía una jaula ya que solo se podía abrir desde afuera.

-No tengo y ¡BAJATE DE MI CAMION! - escucho Jimin del otro lado de la puerta, ¿alguien más estaba adentro? Agudizo su oigo para percibir que estaba pasando.

-Tranquilo de todas maneras me tienes que pagar. - escucha gemidos y se queda muy confundido - ¿Enserio no quieres todo esto? - escucha que dice la voz extraña, no parecía un hombre mayor como suele escuchar.

-No si tengo que pagar por algo de sexo. - dijo la voz ronca.

-A ver viejo estúpido, me vas a dar tu dinero quieras o no. -

-¡No! ¡No tengo nada!

La confusión es terrible, no sabe si gritar o pedir ayuda, si es algún tipo de trampa le darán palizas mas no lo matarán y eso lo sabe muy bien.

-¡No te daré nada loco de mierda! ¡Déjame y veras que te romperé los huesos! - responde el viejo de mierda.

- ¡Dame tu maldito dinero! ¡Hijo de puta! - responde el joven.

-¡NO! -escucha el grito y se pega la cabeza contra la pared de madera otra vez.

- ¿Dónde está? No me digas que no, porque te mato aquí mismo y no me molestarte en revisar todo el camión entero. - se escucha un silencio incomodo y con muchas ansias espera escuchar un disparo y saber que el señor que por tantos años lo vendió tenga la muerte más horrorosa del mundo - Tú eliges, me entregas tu dinero y todos salimos vivos de aquí, te lo prometo. - otro silencio - Y bien ¿Te mato o no? -

-No te daré nada. -

Se escucha un suave suspiro y luego como si hubieran tronado los dedos muy fuertemente, pero claro que sesos no eran dedos, a lo mejor era un hueso roto, quien sabe.