CAPÍTULO 1

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Apenas puedo abrir los ojos, me siento exhausta, toda la noche estudiando y a base de café, mi gran aliada en fechas de exámenes por cierto.

Bien, hoy es el gran examen de admisión para ir a la universidad a la que desde niña sueño con ir: Universidad Blirgton, donde se estudian diferentes carreras y especializaciones, entre ellas psicología.

Apago el despertador de mala gana y luego de estirarme decido que por fin es hora de levantarme de mi hermosa cama para sentir el frío calándome los huesos. Luego de hacer lo que hacemos todos cuando nos levantamos, bajo las escaleras que quedan al final del pasillo donde se encuentran todas las habitaciones y me dirijo a la cocina para saludar a mi familia y tomar el desayuno.

-¡Éxitos en el examen de admisión, Sidney!- Grita mamá antes de que salga de la casa.

-¡Gracias mamá!- Respondo.

A medida que me voy acercando a la universidad más nervios siento, siempre quise llegar a este momento pero ahora que lo tengo frente a mí, no puedo evitar sentir nervios e incluso ganas de vomitar.

En cuanto entro, no dejo de notar gente yendo de un lado al otro con notas en las manos y otras personas relajadas sentadas sobre el césped.

Según el mensaje que me mandó la institución, mi examen es en el aula 203 a las 08:00 hs. Me sumerjo en la universidad y no logro encontrarla, suerte que llegué 30 minutos antes.

Sigo buscando el aula y me encuentro con unas escaleras, supongo que debe estar en el segundo piso.

-201, 202...

En eso choco de frente contra algo... o alguien, mejor dicho.

-Perdón, no te vi- Dice nervioso mientras rápidamente junta sus cosas. Es un chico alto, con gafas, pelo rizado y rojo, y unos ojos marrones que muestran miedo, y mucho. Las pecas le cubren las mejillas y la nariz. Tiene unos jeans azules y una camisa a cuadros que quedan muy bien con su estilo.

-No te preocupes, suele pasar- Respondo.

-Si alguien pregunta por mí, no viste nada- Ni bien dicho eso sale corriendo despavorido.

-¿Okay?- Digo.

Hago caso omiso a lo que acaba de pasar y cuando estoy por entrar al aula, alguien sujeta mi brazo.

-Tú, ¿Viste a un chico con gafas, alto, pelirrojo y con camisa a cuadros?- Dice un chico alto, cabello castaño, ojos azules oscuros los cuales clava en mí como si fueran cuchillas, se lo ve muy molesto. El chico trae puesta una remera negra que hace que se le marque su cuerpo trabajado y esos jeans ni hablar, noto un tatuaje en su brazo que no puedo ver por completo pero creo que es un lobo. De todas formas por muy bueno que esté no pienso dejar que me hable así.

-Primero me sueltas y segundo me hablas bien que no soy ninguna amistad tuya- Suelto mi brazo de un tirón, por un momento noto el desconcierto en sus ojos pero al instante vuelve a ponerse serio.

-¿Lo viste ó no?- Insiste, clavando sus ojos de manera desafiante sobre mí.

-No, no lo vi- Dicho eso me doy media vuelta y entro al aula asignada para mi examen.

Una vez en el aula, decido sentarme al final de todo, cerca de la puerta. Me fijo la hora y alcanzo a ver que aún faltan 15 minutos para el dichoso o tétrico examen de admisión.

Un señor con traje y una larga, pero cuidada, barba blanca que le cubre gran parte de la cara, se pone en el centro de la enorme aula para ubicarse frente a los alumnos que llegamos antes de la hora indicada, y nos sonríe.

-¡Buen día! Soy el profesor James Ricksald y seré quien les tomará el examen de ingreso y en caso de que pasen el mismo, pongo fe en que así será, los acompañaré a muchos de ustedes en la materia: psicología general que se dicta en primer año y abre otras materias correlativas de esta- habla animadamente y nos observa con sus ojos celestes brillantes a cada uno de nosotros- En breves pasaré por cada uno de los asientos y les entregaré un hoja con las preguntas a desarrollar...

En cuanto observo a mí alrededor me doy cuenta que el aula está completamente llena de estudiantes que intuyo, están igual de nerviosos que yo. AYY QUIERO IR AL BAÑO, MALDITA PRESIÓN ANTERIOR AL EXAMEN.

El profesor Ricksald me entrega la hoja mientras sonríe, bien llegó la hora.

JUEGOS PELIGROSOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora