-Me gusta, me encanta, me fasina... Yo... Yo la amo...
Pensaba el gemelo mientras veia reir a su mejor amiga, ¿por que le era tan dificil decirle que la amaba y no presisamente como amiga o hermana sino como mujer?, Tenia miedo de la respuesta, ¿pod...
Esa mañana de Marzo prometía ser agradable, el clima últimamente estaba pésimo así que no había mucho que hacer allá afuera, pero eso en realidad no era problema para cierto par.
El mayor de los gemelos se encontraba sentado en su escritorio escribiendo sin parar en un cuaderno viejo y solo dos personas sabían que era lo que contenía.
-Yoonie, cariño. -Era su progenitora- voy a entrar así que mas te vale estar vestido.
Entro en la habitación y lo que vio no era agradable -desde el punto de vista de la mujer-, pues la cortinas estaban cerradas impidiendo el paso de la luz, pero a diferencia de ello el cuarto esta impecable, era un bello día soleado y su hijo estaba encerrado en su habitación como siempre haciendo quien sabe que. Se había convertido en un ermitaño.
Suspiro, las charlas sobre ello eran incontables pero nada cambiaba, así como era de esperar se rindió hace mucho. -Cariño, necesito que me hagas un favor.
-Dime. -hablo sin despegar la vista del cuaderno.
-Ve a hacer unas compras por mi, es para la cena de hoy y una cosas que hacen falta para el día de mañana.
Cerro su cuaderno y lo guardo en un cajón con llave de su escritorio, todo delante de su madre. Después se levanto de su silla y camino hacia su progenitora.
-¿Tienes una lista?
-Si, -saco un papel de su mandil y se lo dio- lleva a tu hermana contigo, a los dos les hace falta caminar aunque sea 10 minutos.
Ambos salieron de la habitación, uno en dirección a la planta baja de la casa y el otro a la habitación de al lado.
Toco la puerta dos veces y nada así que decidió entrar. La chica estaba escuchando música con audífonos y en cuento vio a su hermano entrar se los quito.
-Te estoy tocando la puerta niña, mamá quiere que vengas conmigo hacer unas compras, supongo que no nos quiere en la casa.
-Agh... Voy.
-Te espero abajo.
***
-Tardas mucho en cambiarte de ropa.
-Uy perdón, pero si mamá no nos quiere en la casa en un buen rato al menos quiero salir decente.
El mayor quito el seguro del auto y entraron en este y al ver al frente sintieran la sangre helada, había una nota color beige pegada la espejo retrovisor. La menor la arranco y la leyó en voz alta.
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-Es... es nuestro restaurante favorito... -hablo ella atónita.
-Esto ya es demasiado.
-¿Q-que vamos a hacer? ¿Vamos a ir?
-Por el bien de los chicos iremos -volteo a ver a su igual- se que piensas lo mismo, si tratan de hacernos algo sera mas difícil ya que es un lugar publico.
Se miraron en silencio.
-....Pon el auto en marcha antes de que salga mamá a regañar nos.... -murmuro.
Ambos se encontraban tristes, fuera de si, era un sentimiento extraño e indescriptible tanto que no volvieron a hablar ni cuando regresaron a casa con sus padres.
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AJA! >:V
Ya termino este maratón, espero haber logrado en ustedes esa tensión , "preocupación/miedo" que tenia planeado para estos capítulos
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Bueno espero se la estén pasando bonito y hasta pronto. 💕
