Cap/9 "Oscuridad"

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Skyler

Todo en aquel lugar era oscuro, no entraba ni un poco de luz, eso le aterraba mucho, pero no podía hacer nada, se mantenía callada, firme y sin expresión, odiaba los lugares cerrados, oscuros y sin buenas condiciones, ya que se notaba la humedad que había, más los malos olores que la hacían querer arrancarse la nariz.

Pasaron varios días hasta que la visitaron por primera vez, era el chico escalofriante que ayudó a su secuestrador, ese mismo que le guiño un ojo, verlo solo le provocó Inquietud, se arrepentía de haber salido de su cuarto aquel día completamente.

Sus ojos azules lo miraron atentamente, el hombre llevaba un poco de comida que no tenía muy buen aspecto en una mano, y en la otra llevaba un vaso de agua, aparentemente era para ella.

-No nos esperábamos que la alfa ya tuviese una Luna, pero esos días se observación fueron muy efectivos, ahora con mucha más razón pagará por sus errores  - el chico se sentó a su lado en un banco que no sabía que estába ahí, era la primera vez que veía luz en días, aparte que las malas condiciones físicas solo ponían más mal sus sentidos.

Ella permaneció en silencio, sin mencionar nada al respecto, no le apetecía hablar con ese ser tan desagradable, prefería seguir muriéndose de hambre, pronto le llegaría su final, ya que tenía la certeza que nadie la iría a rescatar.

-No piensas hablar, pequeña Luna- El sonríe con sorna, le divertía mucho aquella situación.

-Que se supone que estoy haciendo aquí, yo ya no soy nada de esa alfa- aquellas palabras le dolían mucho, pero para ella eso era la verdad.

-Pagarás la cuenta pendiente que tiene tu alfa con nuestra especie y nos ayudaras junto con otras lunas a llegar a nuestro principal objetivo, pero no te diré más-  el le extendió la comida en la mesa que estaba atrás de ella, le desató las manos  nada más y la acomodó para que pudiese comer bien. Esta al principio se negaba hasta que el hambre pudo con ella.

Minutos pasaron cuando termino y el chico la desató, pero luego le volvió a agarrar las muñecas para retenerla. En silencio la sacó de ese lugar feo para levarla más al fondo de aquel pasillo oscuro y tenebroso. Pasando varios pasillos bajaron unas gradas algo viejas, para llegar hasta otra sala asquerosa, pero esta vez más grande, aunque no se notaba mucho por las chicas que se encontraban, eran las otras lunas, casi todas estaban allí, las recuerda por las veces que se las topó en la mansión de la manada.

Cuando todas la vieron se sintieron pérdidas, ya habían agarrado a la Luna más importante, no sabían que les esperaba a ellas que eran casi lunas comunes al lado de esa rubia.

Más días volvieron a pasar, de vez en cuando les iban a dejar comida y agua, aunque esas mujeres hambrientas se lo comían todo en segundos, eso sin contar que habían dos embarazadas en ese cuarto, por lo que el resto les tenían más consideración y les daban porciones más grandes a ellas. Una de ellas tenía el vientre ya muy abultado, según solo le faltaba un mes, pero ya había perdido la cuenta, en cambio a la otra apenas se le estaba comenzando a notar el vientre, ni siquiera había alcanzado a contarle a su alfa de su estado, o eso les había contado a todas las que estaban ahí, eso la hacia sentir peor.

Cada una de ellas era el centro de muchas manadas, y saber que unas cuantas tenían bebés en sus hogares o otras que apenas estaban a punto de tener a sus Cachorros, todo era muy abrumador para todas.

-Lucía, como siguen los cólicos- ella era la luna que estaba con el vientre más inchado, Skyler al igual que otras lunas estaban muy pendiente de ella ya que hace un día le daban unos dolores feos en su pansa.

-Creo que van parando, aunque aveces vuelven de la nada y mucho más fuertes - Lucía acaricia su pansa con ternura, ese brillo especial en su mirada al ver su vientre era lo que muchas de ahí soñaban, anhelaban ser madres y dar a luz a sus cachorros, quiénes serían el futuro de las manadas.

Skyler se iba a levantar cuando de la nada la chica a su lado se aferra a su brazo con fuerza y un líquido transparente baja por sus muslos.

-Se horino  - preguntó una de las lunas que eran más jóvenes, de hecho tenía tan solo 12 años, y no entendía mucho de lo que era ser una Luna ya que por su edad todos evitaban hablar del tema con ella.

-se a roto su fuente - grita Skyler alterada, se estaba asustando, pero debía tranquilizarse, debía ayudar a la Luna en su parto.

Lucia gritaba del dolor, las otras se preocupaban y comenzaban a caminar de un lado a otro desesperadas.

-Chicas! Calmense, necesito que traigan mantas y cojines aquí ahora mismo, también necesito agua y por amor a la diosa, tranquilicense ya - gritó Skyler, todas comenzaron a cooperar apartando a las más jóvenes, y trayendo lo que la luna pedía.

Skyler ayudó a acomodarse a Lucia entre las mantas y cojines, ya le habían bajado las bragas, y gracias a Dios llevaba un vestido, mojando trapos les decía a otras que se los colocaran por el cuerpo ya que su temperatura iba elevándose y eso podría asfixiar un poco al bebé.

-Ok, Lucy, debes calmarte, ahora solo debes centrarte en dar a luz a tu bebé, todo va a estar bien, tu solo puja - Lucia se retorcia y gritaba, empujaba con todas sus fuerzas hasta que Skyler logró ver como la cabeza del bebé se asomaba.

-Ya viene Lucy, vamos puja, con fuerza- le decía Sky, sus ojos brillaban plateados, no sabía porque, pero habían cambiado de color, mientras que los de Lucia se habían vuelto como amarillos.

Pasaron los minutos que parecieron eternos hasta que el bebé salió completamente y su llanto llenó la habitación, remplazando lo que segundos antes eran los últimos alaridos de su madre. Skyler inmediatamente lo envuelve en una manta, mientras con otra limpiaba un poco su carita, era una hermosa niña, de cabello rubio miel como el de su madre, al igual que sus facciones tiernas, era como una pequeña copia de Lucía a excepción de que la pequeña tenía los ojos verdes felinos, que se asemejaban a los de su padre, el alfa Rafael.

-Mira Lucy, tu hermosa niña - Skyler acerca la bebé a su madre, esta apenas se sostenía pero había logrado cargar a su bebé y mirarla.

-Se llamara Daphne Amanda - la ronca voz de Lucia llenó la habitación, pero segundos después su mirada iba a pagándose, justo cuando abrieron las puertas y varios vampiros aparecieron, sin que ninguna pudiera hacer algo se llevaron a ambos, madre e hija, sin que ninguna pudiese acercarse a nadie.

Un día después

Habían pasado 24horas desde que se llevaron a la luna y a su recién nacida hija, incluso habían llegado algunas criadas vampiras a limpiar el desorden trayendo algunas cosas nuevas y más comida, pero ninguna de ellas estaba tranquila hasta saber si su compañera estaba bien junto con su criatura.

La puerta se abre y la primera en levantarse es Skyler al ver a uno de los vampiros secuestradores traer en brazos a la pequeña Daphne tomando un biberón, su corazón se acelera al verlo llegar solo.

-Aquí esta la bebé- Skyler la toma en brazos de inmediato, arropandola con cuidado. La pequeña parecía acomodarse entre sus brazos mejor de lo que estaba en los brazos del vampiro.

-Que pasó con la luna que parió a la bebé- Skyler trata de sonar fuerte aunque en su mente ya tenía la respuesta a su pregunta.

-No sobrevivió, perdió mucha sangre, al no tener los cuidados suficientes y el parto ser tan repentino su corazón no lo soportó - el hombre dice lo último dejando una pañalera en el suelo y salir de aquella habitación dejándola con la palabra en la boca.

A todas se les forma un nudo en la garganta, se sentían tristes, la primera ya había muerto, y no sabían que les esperaba al resto.

La bebé había aceptado estar solo en los brazos de Skyler, muchas veces otras la quisieron cargar, pero esta no se dejaba, lloraba de inmediato, también en las noches cuando lloraba la única que lograba consolarla era Sky, cantándole aquella canción que estaba grabada en su mente con fuego.

Pobre pequeña Daphne, no solo as nacido en un infierno, sino que también te as quedado sin madre.

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