Cap/11 "Salvación"

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Skyler

El hospital estaba muy concurrido, la gente pasaba de un lado a otro, habían varios heridos y todos estaban enloquecidos.

-Señorita disculpe, me puede decir donde tienen a la alfa Elizabeth- la chica hizo mala cara mientras miraba los papeles en su carpeta, pero al levantar la cabeza se queda quieta.

-Luna, claro, la alfa se encuentra en el cuarto piso, justo la acaban de terminar de operar, así que lo más probable es que este dormida, pero si desea hablar con el doctor que la atendió de seguro todavía debe de estar ahí. - le doy una media sonrisa saliendo camino al elevador, tenía un mal presentimiento, pero no sabía que significaba.

Al llegar logro ver a un doctor salir de una sala, corro un poco acercandome a él.

-Disculpe, es usted el doctor que Trata a la alfa- el me mira analizandome unos segundos antes de asentir, parecía algo apenado, pero tampoco se atrevía a mirarme mucho.

-Lo lamento mucho Luna, pero la alfa al parecer a entrado en un especie de coma, la bala toco una arteria importante y algo extraño pasa en el cuerpo de la alfa que no se cura como lo haría normalmente, sino que tarda mucho en asimilar las heridas, parece que estará un buen tiempo así hasta que se termine de curar por completo, o sino esta la probabilidad de que no despierte y quede en Estado vegetal permanente- siento mi corazón detenerse, esto no podía estar pasando, no había logrado hablar con ella para arreglar las cosas.

-Y no hay ninguna forma de ayudarla - el niega levemente antes de inclinar un poco la cabeza en señal de respeto, para luego retirarse del pasillo.

Entro con cautela a la habitación de mi mate, esta parecía dormía, su cara se veía más pálida, aunque ni eso le quitaba lo hermosa y sexy que era.
Que le habían hecho a mi alfa, esto era imperdonable. Esa noche me dormí allí a su lado, como llevaba rato sin hacer.

[...]

El tiempo fué pasando y nada parecía cambiar, cada día la iba a visitar, le hablaba, le contaba sobre mi vida, e incluso le hablé de Daphne, que era como mi hija, Rafael se la había querido llevar, y a pesar de que ella lo aceptaba, no quería estar mucho tiempo alejada de mi, ella lloraba cuando llevaba horas fuera de casa, y en las noches que pasaba en el hospital ella le hacía la vida imposible a su padre.

También fuí a visitar a Blake al orfanato acompañada de Daphne, ambos parecieron llevarse bien, pasábamos muchas tardes jugando juntos y ellos me ayudaban a olvidarme un poco de mi dolor.

Hoy iría a pasar la noche al hospital, cada vez necesitaba más de Lisa, el tiempo separadad iba cobrando su factura y me aterraba que también le afectara a ella.

Una vez en el hospital me topo con un muy preocupado doctor, el vigilaba muy bien de Elizabeth así que se lo agradecía profundamente, pero la cara que traía no me inspiraba nada bueno.

-Luna buenas tardes, temo que hoy no le traigo muy buenas noticias- mis ojos se oscurecen un poco mientras ambos pasamos a su Oficina, esta era una pequeña parada, antes de llegar a mi verdadero destino.

-Buenas tardes doctor Carlos, que a pasado con mi mate - el niega suspirando, mientras se restriega los ojos con cansancio.

-La alfa hoy a Estado un poco inestable, algo le esta afectando, pero no sabemos que es - siento varias lágrimas acumularse en mis ojos.

-Puedo verla- el asiente, me levanto de ahí y salgo directo a su habitación, donde soy rodeada por su exquisito aroma.

Me acerco a su cama y agarro una de sus manos entre las mías, su piel estaba helada, pero aún así no la soltaria, solo trataría de darle de mi calor.

Mientras le contaba que hice en el día logro apreciar como su temperatura con el tiempo se volvía un poco más cálida.

*Sky creo que tengo una solución*

La voz de mi loba resonó en mi cabeza, pegué un salto de la impresión, llevaba rato sin hablar con ella, después de mi pelea con Elizabeth ella no quiso ni siquiera hablar conmigo.

-Valla, hasta que te apareces

Puedo oír un bufido de su parte

*No es culpa mia que te pelearas con nuestra mate verdad, eres una niña muy testaruda, pero a lo que vine es a darte una posible solución*

La miro con extrañeza antes de asentir con suavidad en señal de que la escuchaba.

*Aún no la as marcado, por tu rechazo anterior es que ella se cura así de lento, necesita de ti, de su mate para curarse bien y además tu mordida podría hacerla despertar *

Su explicación sonaba coherente, pero tampoco podía mentir, la sola idea de marcarla era todo un remolino de emociones para mi que no sabía como sobrellevar.

Mi loba cierra el link dejándome pensar, tal vez podía salvarla así, además que igualmente la hubiera terminado marcando después.

Luego de varios minutos de meditación tomo una gran bocanada de aire me acerco a sus labios para dejar un suave beso y luego ir a dejar otros besos tiernos en su mejilla haciendo camino hasta su cuello. Allí chupe un poco más antes de comenzar a dejar salir mis colmillos, estos ya listos perforan su piel con lentitud, mi corazón late con mucha fuerza, toda mi sangre corría rápido por mis venas, mi piel estabs erizada y la de ella también, que había cobrado más color con el tiempo que estuve aquí.

Después de los segundos la suelto y coloco mi cabeza justo en su pecho, sintiendo su corazón palpitar con mucha rapidez.

El aire queda estancado en mis pulmones justo cuando la veo comenzar a retorcerse en la cama, de inmediato me alejo, corro hasta afuera del cuarto llamando al doctor y a las enfermeras que me sacan de ahí de inmediato.

Mi corazón estaba a mil, sentía que la había cagado, lo único que si sabía era que si ella moría me culparia para toda la eternidad.

Unas dos horas después el doctor sale suspirando.

-No se que as hecho Luna, pero la a despertado, minutos después de que salieras ella abrió los ojos, estaba desorientada pero nada muy grave, logramos revisarla un buen rato hasta que comenzó a desesperarse porque quería verte y ella aún no esta físicamente disponible para que se abracen, por lo tanto la dormimos y esperamos que mañana amanezca mejor, también es aconsejable que te quedes con ella esta noche para quo se altere mucho al sentirte lejos- asiento ante sus indicaciones para que luego el se aleje y yo entre a la habitación, ella estaba en otra posición, estaba amarrada en los brazos a la cama y tenía el ceño levemente fruncido. Verla así me hacia muy mal.

No dormiría hasta que ella estuviese bien, y de eso no había ni la más mínima duda, solo estaba contenta por haberla salvado, así que estaría tranquila con eso hasta que ella abra sus ojos.

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