3. Presentación

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La fingida seguridad en Levana había resultado bastante bien, recibió varías miradas, algunas las esquivaba y otras respondía con una sonrisa, no hubo presentaciones al menos en esta clase y eso la hizo sentir una seguridad real, los maestros cambiaban cada cierto tiempo y hasta llegar al receso ninguno la había hecho decir su nombre, todos solo asentían en forma de saludo hacia ella.

Una campana anuncio el final de la clase y con ello el inicio del receso, trató de recordar las indicaciones de la Señora de Recepción para llegar al comedor, después de debatir por algunos segundos, decidió solo seguir a todos, se puso en pie con su mochila ya lista dispuesta a salir y encontrar ese lugar sin perderse tanto.

-Hola, Levana verdad?
Giró su rostro hacia una chica de su misma estatura, con la diferencia de que su cabello era oscuro.
-Así es. ¿Y tú?.... Quiero decir ¿Cual es tu nombre?
-Abigail. Mucho gusto .- Dijo la chica con una gran sonrisa.
Levana le respondió igualmente, y en verdad estaba contenta de que alguien la hubiera saludado, los demás parecían demasiado tímidos o a tal vez indiferentes hacia ella, en cualquier caso no sabía si era bueno o malo, no sabía si quería ser este cero en que estaba o quería ser el centro del cotilleo.
-El gusto es mio.
-Bienvenida!! - Canturreo la pequeña chica. - Te gustaría acompañarme a almorzar, si no tienes con quien más ir.
-Me gustaría.

Caminaron una junto a la otra Levana tratando de recordar el camino, al llegar a la mesa se encontraban ahí dos chicas más, bastante ñoñas para el gusto de Levana, pero bueno es lo que hay y se veían agradables, ñoñamente agradables.

-Hola chicas ella es Levana- Las chicas alzaron las manos en señal de saludo.
-Hola - Respondió Levana sonriente. - Espero no les incomode que me siente hoy aquí.                     
-Para nada, no es como si estuviera super reñido el sentarse con nosotras- Dijo la chica de lentecillos y todas estallaron en risas. 

Definitivamente eran las ñoñas pensó Levana, después de conversar mientras comían supo el nombre de ellas, Lucia la chica de lentes y Clara la del cabello rubio, eran chicas divertidas pensaba, jamás creyó que conocería alguien hoy, el dia estaba pintando de maravilla.

-Y que se siente, ¿ser la nueva?.

-Raro, es extraño, todos ustedes se conocen desde... siempre.

-¿Y porque te echaron de tu casa?- Levana pudo ver el rostro recriminador de las chicas a Clara. - ¿Que?... todas queremos saberlo.

-No me echaron.- Trato de parecer tranquila.- Mis padres no están mas en mi casa. Tuve que venir aquí con mi Tía, es un lugar lindo. Siempre quise conocerlo, y ahora lo hago. - Sonrió.

-Hay lugares muy lindos, como el lago- Dijo Abigail notando la incomodidad en Levana, esa incomodidad que trataba de no reflejar - Podríamos ir el fin de semana, si te apetece.

- Sería estupendo.- Las demás chicas asintieron, a pesar de el momento pasado se sentía comoda con ellas. 

No podía culpar a Clara por preguntar lo obvio, algo había pasado en ella para que la hubieran desterrado a este lugar en medio de la nada con apenas unos dos mil  habitantes, familias en su mayoría. Y ahora ella era parte de este pueblito, que se puede hacer, es lo mejor que podría tener después de perderlo todo.

El timbre para volver a clases dio termino a su platica, era sobre la fiesta que habría en el lago, a la cual ella estaba invitada, no estaba de animo para fiestas pero tampoco quería explicar el porque, aún sentía que se desplomaría en medio del llanto de solo pronunciarlo, asi que aceptó cuando se lo pidieron, ya vería si su Tía Savanah la dejaba ir o no, esa podría ser una muy buena excusa.  Se levantaron juntas y fueron a sus respectivos salones, gracias a Dios Abigail era su compañera y estaba junto a su banca ya no se sentiría como una extraña.

-¿Me vas a dejar así? - Se giraron para ver a la chica de la melódica voz, era una chica cruzada de brazos fingiendo estar enfadada o al menos eso creyó Levana la miró solo de reojo era realmente linda, de esas chicas que envidiarías al verla, con la pose perfecta y unas piernas de modelo.

Abigail la jaló para que siguieran caminando, tal vez por que estaban algo retrasadas para la clase o para que no viera esa pelea, aunque quien podría pelear con esa chica, sería un tonto un realmente tonto. El Profesor entró delante de ellas por lo que pudieron tomar sus lugares sin ningún problema, la clase al igual que las siguientes dos pasaron sin pena ni gloria, era el primer día de clases y los maestros solo daban su plan de trabajo, cuando las clases por fin terminaron Levana caminó junto con Abigail a la puerta del salón de clases, desde ahí su nueva amiga se despidió para irse corriendo a quien sabe donde, al menos ella sabía como llegar a la salida.

Caminaba por un pasillo cuando sintió un fuerte golpe en la espalda que la hizo caer de rodillas, no se hicieron esperar algunas risas de los pocos alumnos que estaban ahí, al menos no había pasado con el lugar abarrotado de chicos, trató de levantarse, tenía la cara muy roja, pero aún así con la dignidad en alto se puso en pie y se giró para ver de donde provenía esa pelota.

-Deberían tener más cuidado. - Dijo molesta al aire.

Retomando su camino salió del plantel, hubiera esperado una disculpa así sabría que no había sido intencional, pero nunca llegó. Fuera estaba ya el automóvil de su Tío justo a tiempo, puso una gran sonrisa y subió presurosa al auto.

-Como te fue?

-Bien, platique con unas chicas, hay una chica amable en mi clase, Abigail se llama.

-Me alegra tanto que la pasaras bien. Estoy seguro que Sav sabe quien es su familia.

Su Tío era reservado y callado, una buena compañía cuando no quieres hablar mucho, de vez en vez se miraban y sonreían. 

La tarde había pasado tranquila, la riquísima cena y la platica confortante, Savanah no podía ocultar sentirse alegre por su pequeña sobrina, siendo tan pequeña y con ese peso encima, cuando ella mencionó la salida al lago rápidamente le dio el permiso, es bueno distraerse le dijo, Levana solo asentía con eso se iba su excusa, ahora tendría que ir al lago, hizo una revisión mental sobre si había traído un traje de baño, ya sabía la respuesta ni siquiera pensó en eso cuando empacó, tal vez Astrid quisiera enviarle unos cuantos de casa, después de todo ella tenía llave del lugar, la llamaría mas noche y se lo pediría, no creía que se negara sabía que pensaba lo mismo que su Tía debía distraerse.

Antes de dormir llamó a su mejor amiga, estaba emocionada por su nueva escuela estaba llena de chicos guapos, se lamentaron durante buen rato el no estar juntas, y claro que le enviaría todo lo que ocupaba, después de todo es su mejor amiga. La noche cayó de repente y con ella el llanto de Levana, era imposible perder todo y no sumergirse en un llanto incontrolable, todo va a estar bien se decía a si misma, todo va a estar bien.

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⏰ Última actualización: Sep 20, 2019 ⏰

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