Angeles de nieve

Capítulo 34: Tomaré anormal

Dentro de la sala de espera en el hospital Leaf Village, Hyuga Hinata está esperando que su nombre sea llamado. Ella está haciendo todo lo posible para no dejar que el nerviosismo que siente se haga evidente para el hombre sentado a su lado, o para cualquiera de las otras personas en la sala de espera. Para darse una salida, entabla una conversación con Kira, con la esperanza de que hablar con una cara familiar la distraiga de por qué está aquí y de a quién podría encontrarse inevitablemente. "Kira, no necesitas quedarte aquí conmigo, porque puede pasar un tiempo antes de que me llamen. No quiero que te quites las obligaciones".

Kira niega con la cabeza antes de responder. "Estoy cumpliendo con mi deber Hyuga-sama. Cuando el líder de nuestro clan te ordenó que fueras al hospital esta mañana, acababa de salir del servicio de guardia y estaba feliz de ofrecerme como voluntario para acompañarte. Luego me dijo que asegúrate de que viniste aquí para que te miren el brazo, y no iba a aceptar ninguna protesta de que estuvieras bien como una excusa. Lo siento, pero él fue muy claro en sus instrucciones ".

Kira se encoge de hombros. "De todos modos, estoy aquí para que me realicen mi examen físico para mi aplicación en las operaciones negras de ANBU, por lo que funciona para mí acompañarte y hacer esto también".

Hinata lo mira y le da una sonrisa genuina. "Esas son buenas noticias, Kira. Tú también eres uno de los veteranos de la última guerra y mereces esa oportunidad". Después de que él le hace una reverencia de agradecimiento, Hinata da una palmada. "Hablaré con otou-sama esta noche, y si aún no te ha escrito una carta de recomendación, le preguntaré si lo hará, para darte una mejor oportunidad de recibir la promoción".

Kira se inclina de nuevo. "Eres demasiado amable Hyuga-sama." Luego la mira con curiosidad. "Si no me dedicas a preguntar, ¿qué se siente al tener el mejor momento para la prueba de combate en los exámenes de ingreso de la División Diplomática? Incluso aquellos miembros del clan Hyuga que no están en la División Diplomática han oído rumores sobre tu Puntuación."

Hinata se da la vuelta y se sonroja. "Yo solo estaba haciendo mi mejor esfuerzo". Ella comienza a tocar nerviosamente sus dedos índices juntos. "Supongo que solo me dejé un poco ... llevado, eso es todo". Hinata siente que su rubor se profundiza mientras piensa en la prueba. 'Otou-sama probablemente tenía razón, solo estaba tratando de presumir un poco, y lo que había hecho no era realmente un plan táctico sólido. "Si no hubiera tenido éxito, habría estado en una mala posición para un contraataque".

"Espero que no te moleste que pregunte a este Hyuga-sama, pero ¿son ciertos los rumores sobre lo que el Proctor te dijo?" Kira sonríe levemente, pero rápidamente vuelve sus rasgos a la mirada normal de Hygua como piedra mientras mira al resto de las personas en la habitación para asegurarse de que nadie esté tratando de escuchar su conversación privada.

Hinata se tapa la boca para reprimir una risita. "Sí, dijo que si él supiera que iba a terminar tan rápido, no se habría molestado en intentar tomar notas, ni eso, o simplemente haber enviado a más personas para que pelee".

La prueba había sido un 'qué pasaría si' sobre dónde la persona a la que iba a ayudar en las negociaciones había sido secuestrada por un pícaro-ninja que lideraba a un pequeño grupo de revolucionarios que vestían extrañas máscaras negras que ocultaban sus rasgos faciales, incluso de ella. Byakugan. "Supongo que se hizo para asustarme, ya que no podía ver la cara de mi oponente, o tal vez se hizo para que no supiera con quién estaba luchando y pudiera predecir su ataque".

Su misión era localizar al rehén, sacar a los secuestradores y sacar vivo al objetivo. Realmente se había ido con bastante facilidad, ella jugó con el hecho de que las personas contra las que se estaba probando tenían un conocimiento personal sobre ella, no solo sobre su kekkei genkai, sino también por su inclinación a ser muy tímida. Ella había usado su Byakugan para señalar la ubicación exacta de todos, y luego se colocó en una posición donde era muy tentador rodearla e intentar abrumarla con sus números absolutos.