Capítulo veintidós.

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Volviendo a la actualidad.

Me vine a México a vivir con Antonia y Claudio, han sido mis mejores amigos hace mucho tiempo, a Antonia la conozco desde que tengo memoria y Claudio lo conocí en un viaje que hice a Argentina a los 15 y después de unos años, se fue a México con Antonia, y desde entonces los 3 somos mejores amigos.

Tenía tanto tiempo sin venir que todo lo veía tan diferente, aparte que me acostumbré a las costumbres y comidas de Miami y de ecuador ya, así yo todo era nuevo para mi otra vez.

Iba justo a tocar el timbre de la casa y Antonia abrió.

«No sé cómo está mujer hace para saber todo en el momento»

- Te estaba esperando hace horas, ¿Venías a paso de tortuga?
-No, pero toma en cuenta que venía con el carro lleno de cosas también, no cupo todo en la mudanza y me tuve que traer cosas acá, así que venía lento.
- ¿Pues que tamaño de mudanza era, un carro mini?
-Era una camioneta. -y en el momento donde ambas reímos por eso, cuando reímos y nos abrazamos, sabía que era lo que necesitaba-.

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