Amor, Dolor y Chocolate - Parte II

Capítulo III - ¿Revelación dolorosa?

Las luces blancas y frías de aquel lugar llenaban de tristeza las tazas de aquel líquido oscuro y sabroso. Los rayos de las luminarias pasaban entre las mesas y iluminaban lo que a una quería olvidar. Mayte estaba en el hospital, en la cafetería con Isaac. Las imágenes de la noche anterior se mezclaban con la tristeza de ver a Manuel postrado en la cama de aquel hospital herido del su accidente.
-Isaac...- No tenía idea de cómo decir lo que sentía, era fácil hablar con Isaac, decir sus angustias y deseos eran cosas simples con él, pero después de aquella noche de amor... no lograba formular una frase, como se todas las vezes que ella intentara ser racional con él, iban por los suelos, eran intentos fallidos. Caían en los encantos y se sentía tan culpable de lo que sentía, por que esos sentimientos se unían al grado de que recordaba a Manuel. A veces tenía odio de si misma, aún tenía sentimientos por Manuel y a lo mismo tenía con Isaac. - ...Perdoname, soy una inútil, una completa imbecil, yo no debía... perdoname - ¿Que dices May? Bueno, tranquiliza te, sé que el accidente de Manuel te hizo más sensible, ustedes habían terminado hace poco y eso es normal, no te sientas culpable por eso, no fue tu culpa... - No, no es eso Isaac, quisiera yo que fuera eso, es que... Yo... Yo no debía ter bebido, y haber hecho el amor contigo, pues... No sé cómo decirte sin lastimarte... - Pues dilo de una buena vez, sé qué será mejor, mi May - Issac, creo que estoy embarazada.
Así sin más, dijo lo que no tenía fuerza de decir ni para tu hermana, su alma gemela. Por sus cuentas la dicha fue en la noche anterior a la discusión en el despacho. Pero solo se dió cuenta en la noche que hizo el amor con Isaac. - Y eso pasó en la hora más inoportuna, tengo odio y deseo por el padre de mi hijo, él está en hospital sin memoria, yo estoy contigo y no sé se estoy segura de mi amor por ti y peor, creo que fue un momento de debilidad que tuve. Perdoname, de verdad, yo voy entender se tu no quieres veerme nunca más, estoy consiente del gran error que hice, por hechar a perder una gran amistad y herir un gran ser humano que tú eres, por eso te pido perdón, no fue esa mi intención, haberle causado tanto daño a tu corazón y por mí estúpida locura de querer olvidar todo que pase con Manuel, contigo. De verdad, perdoname, lo mejor qué hago es estar sola, yo ya hice mucho daño a muchas personas. La verdad... tengo que irme. - Espera Mayte, María Teresa!
Pero fue en vano, Mayte no quiso saber la reacción de Isaac, no quiso saber lo que él tenía que decirle, después de todo solo quería está sola, en sus pensamientos y enredada en su própria personalidad y su bipolaridad características del momento traumático que tuvo hace anos con la muerte de su madre. Se parecía tanto a ella, siempre quiso hacer las cosas por su cuenta y ahora iría seguir con eso, sola y con su hijo. En sus pensamientos ells creé que será mejor para ella y para todos los demás, Manuel no sabrá del hijo. Será mejor que no.
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José Manuel y Isabel, estaban saliendo de la recámara de Manuel él estaba dormido, las enfermeras hicieron lo que los médicos habían acordado, él debía descansar talvez su memória regresaría con el descanso y las medicaciones.
- Cariño, estoy preocupada con la chi, la veo muy rara. - También lo noté mi amor, más que rara la veo con una tristeza distinta, no solo por el accidente pero hay algo más ¿no crees? Pero tú qué eres tan ligada a ella no sabe lo que es, tampoco el mundo sabrá. - jaja es verdad, no hay alguien más cercana de Mayte que yo... Ah a Isaac también ¿tu crees que ella le dijo algo? - talvez... mira ahí viene él, podremos preguntárselo. - Isaac ¿qué te pasó? por qué tiene esa cara de quién vió un fantasma? - Isabel es algo grave y no sé se debo decirte o que Mayte deba decirte. - Que pasa Isaac, no me desesperes qué pasó con mi hermana? Donde ella está? Quiero verla! DIME ALGO DE UNA BUENA VEZ.