V de verga.

ᴄʜɪϙᴜɪᴛᴏ ʙᴏɴɪᴛᴏ

Eres tan  bonito<3

Gracias por todas es maravillosas sensaciones, ya no las puedo comparar.

Gracias por ser tú.

Tres días después.

I A N

— No soy rico — dijo Alonso mientras jugaba nervioso con sus dedos. Es tan malditamente hermoso —, no tengo dinero para llevarte al cine o para invitarte a comer helado, pero... ¿Quieres ir a caminar al parque?

Sonreí de una manera en la que se me enchinaran los ojos.

— Ooow, sí, sí. Lo que sea contigo está bien.

— ¿Lo que sea? — dijo en un tono pervertido.

— ¿Qué necesidad había de cagar el momento? — sonreí y lo tomé de la mano; cerré la puerta de mi casa y comenzamos a caminar con dirección al parque.

— Mh, ¿te parece buena idea si salimos de campamento?

— Tú... Y yo, ¿solos?

— No, no, no, no — hice un puchero —. Con Alex y Asher.

— Sí, me gusta la idea, aunque... Alex se porta raro con Asher, ya no lo quiere ver y Asher me dijo lo que no le hizo nada.

— Alex ya recapacito y se dio cuenta de que su amor era imposible.

— ¿Tu crees?

— Seh.

— Nuestro amor también es casi imposible.

Alonso detuvo el paso y me miró con preocupación.

— ¿Por qué lo dices?

— Porque... No te vayas a ofender, ¿bien?

— Bueno.

— Pues tú eres... Pobrecito... Ya sabes sin dinero, y yo no. Si mis papás te conocen no sé, no me dejarían estar contigo — Alonso arrugó la nariz.

— Esta bien, perdón por ser un pobretón que no tiene nada que darte más que amor. Buscare chamba por ti.

— No te pongas en este plan, por favor. Eres tan dramático.

— Eso fue lo qué quisiste decir.

— ¿Te vas a poner en ese plan? — levante una ceja.

— No, ya. Está bien. Cambiemos de tema.

— Me gustas mucho — dije tiernamente, lo abrace poniendo mis manos al rededor de su cintura.

Mi lindo valeverguista era mucho más alto que yo, y cuándo lo abrazaba mis oídos quedaban a la altura de su corazón.

— ¿Sabes que puedo escuchar tu corazón latir muy rápidamente cuándo te abrazo?

— Haces magia — respondió —. Eres muy hermoso.

••••

Un día después

Mis padres me habían dicho, que Alex era mi hermano.

¡Boom! Alex, el chico que no conocía ni cinco meses, había resultado ser mi hermano y ahora tenía que compartir mi herencia con él.

Puto Alex.

— Mira como beso a tu novio, mira como beso a tu novio — le repetía Alex a Alonso mientras me daba repetidos besos en la mejilla.

— En primer lugar, no es mi novio... No todavía — sonrió y pestañeo varias veces —, en segundo lugar, deja de hacer porque ahora que se que son hermanos se ve raro... Y en tercero, si no lo dejas de hacer, te voy a patear tanto hasta que sangres y mueras.

— ¿Qué? — preguntó Alex asustado.

Tomé la mano de Alonso y me avente hacía él, dándole un beso en la mejilla.

— Estas hermoso, Ian — susurro a mi oído.

— Tu también ¿cuánto tarda en venir Asher? — pregunté.

—Debe ser lo normal, cinco minutos —susurro Alonso, aunque ignore su respuesta  porque nada que ver con lo que pregunte. 

— ¿Él también vendrá? — preguntó Alex nervioso.

— Sí, ¿por qué?

— Es que... No nada.

— A ver, ya se que has estado raro con Asher pero esta vez me vas a decir que tienes.

— No tengo nada, verga — salió enojado de nuestra tienda.

Alonso me miró extrañado y yo me encogí de hombros.

— Tengo una sorpresa preparada para alguien especial — dijo Alonso mientras me sacudía el cabello poniendo una mano sobre mi cabeza.

— ¿Me dices qué es?

— Si te digo ya no sería una sorpresa, bobo. Pero puedo decirte que es algo que nunca vas a olvidar. Chiquito bonito.

— ¿Chiquito bonito?

— Sí, así te diré ahora — dijo aparentando una de mis mejillas.

Salió de la tienda no sin antes darme un beso en la nariz.

Tiene esa puta capacidad de hacerme temblar cuándo está cerca.

Y cuándo me toca, ¡no mames!, quiero estallar de la emoción.