¡Ahí está, que no escape! Gritaba un hombre vestido de negro. Un grupo comenzó a correr hacia aquel joven con maletas en mano dentro del aeropuerto. Él se dio cuenta y agarró la mano de una mujer que lo acompañaba y comenzaron a correr. La joven estaba desconcertada, mientras él la sostenía fuerte, no podía zafarse; volteó y vio que uno de ellos sacaba un arma. Ambos salieron al estacionamiento, el chico se subió a una moto, se escuchó un disparo y la muchacha cayó al suelo; había una bala incrustada en su pierna, él intenta subirla, pero ella se rehúsa mientras llora de dolor; finalmente la cargó y la posicionó delante de él, encendió el vehículo y partió a toda velocidad dejando las maletas y a los hombres atrás. Llegaron a un edificio abandonado. Se detuvo y dijo:
-Soy Fabián, tranquila te ayudaré-mientras la ayudaba a caminar.
-¡No quiero morir!
-No morirás, te curaré, se valiente -dijo mientras reía.
-¿Sabes que esto es secuestro? ¡te denunciaré por esto!... ¡Auch! ¡demonios, como duele! -gritaba.
-Bien, cálmate - se adentraban al edificio.
-¡¿Quiénes eran ellos?! ¡¿De dónde saliste tu?! ¡¿Por qué me dispararon?! -ella estaba enojada y lloraba.
-¿Cuál es tu nombre?...
Fabián se encontraba en el aeropuerto, observando a las personas. Veamos ¿Quién será el siguiente? Minutos después, la vio, una hermosa joven vestida con ropa de marca y costosos accesorios. Perfecto. Caminó acercándose a la mujer.
-Buenas tardes, señorita. Sus maletas se ven muy pesadas ¿la puedo ayudar? -mostrando una sonrisa coqueta.
-No, gracias... yo -fue interrumpida. Fabián cargó sus maletas.
-¿A dónde viaja?
-No lo conozco ¡suelte mis maletas, yo puedo cargarlas! -dijo fastidiada intentando arrebatarle el equipaje.
-Señorita, yo solo quiero ayudarla -mientras se aferraba a ellas.
-¡Suéltelo o grito! -Lo amenazó, pero hizo caso omiso-.¡Ayu...!
-¡Ahí está, que no escape! -interrumpió una tercera voz...
-Mi nombre es Sofía.
-Mucho gusto, Sofía. Deja de hacer tantas preguntas al mismo tiempo ¿quieres? -sonrió.
-¡¿Cómo puedes sonreír en esta situación?! ¡Tengo una bala en la pierna!
-Lo siento. Bueno, esas personas son los secuaces de mi padre y tienen órdenes de llevarme con ellos -dijo relajado-. ¡Ah¡ escucha, no te asustes vivo con mucha gente aquí, adentro te curaré esa herida.
-¿quieres que confíe en ti después de todo esto? ¡Ni si quiera te conozco y me traes a este mugriento lugar. Esto necesita hacerlo un médico, llévame a un hospital, ahora! -intranquila.
-No quería llegar esto otra vez, pero...-sin terminar la oración la cargó sobre su hombro y se adentraron al edificio
Todo era viejo y sucio, había niños, adultos, ancianos y todos saludaban a Fabián muy alegres. ¿Por qué? ¿Quién era en verdad este chico? ¿Todos ellos serán delincuentes? Mierda, en qué me han metido. Pensaba Sofía mientras miraba a todos con miedo y con cierto desprecio. Llegaron a una habitación.
-Ni te atrevas a tocarme, mi padre te puede hacer mucho daño cuando se entere.
-Princesita, soy de los buenos no tienes que preocuparte -dijo en tono burlón
-Todo esto es tu culpa, ahora tendré una horrorosa cicatriz de por vida -susurró a punto de llorar
-A algunos les puede parecer sexy -la muchacha lo miró con desprecio por el comentario- Lo siento, no era mi intención llegar esto ¿si? Pero hallaré la forma de sacarte y mantenerte a salvo por ahora -mientras sacaba un botiquín de un mueble.
-¿Por qué haces esto?¿No era más fácil dejarme morir y huir?
-No, este es mi problema y solo mío otros no tienen que salir lastimados. No seré como él, nunca...-la expresión del joven cambio a una de odio.
-mmm...¿Cómo quién? -preguntó temerosa
-Nadie importante, no tienes que saberlo. Ahora siéntate en el sofá y extiende la pierna.
-Y las personas que están aquí ¿Quiénes son?
-Son personas sin hogar, no tienes que temerles. Siempre trato de ayudarlos vendiendo las cosas que ro... que encuentro en los basureros y sale algo de dinero.
-mmm... estabas a punto de decir otra cosa.
-No. Ahora vamos a curarte -sostuvo la pierna de la chica y le rompió el pantalón
-¡Hey! ¡Este pantalón es de edición limitada! -renegó.
-Igual ya estaba malogrado, se manchó con sangre -decía concentrado-. muerde esto -le entregó un pañuelo-. esto dolerá, así que respira profundo.
Fabián agarró unas pinzas y rebuscó la bala en la herida. Sofía gritaba y sudaba, el dolor era insoportable y había mucha sangre. Se desmayó por un par de horas. Al despertar, la herida ya estaba cerrada, la bala estaba sobre la mesa junto con algodones bañados en sangre y una aguja con hilo. Hizo un escándalo al ver los puntos en su pierna, luego de eso se durmió y Fabián la cargó hasta su cama para que esté más cómoda. Él se recostó sobre el sofá y cerró los ojos. Horas más tarde se escuchaban susurros en los pasillos y luego uno de los mendigos que vivía con él entró a hurtadillas a la habitación, lo despertó y le dijo que había personas extrañas en el edificio, se levantó rápidamente y se asomó por la ventana del frente y vio autos negros estacionados con hombres dentro. En ese mismo instante supo que tenía que huir, pero cómo lo hallaron. Vio una luz roja parpadear en la bala. GPS.
continuará...
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Incierto Escape
AdventureFabián y Sofía apenas se conocen, se verán envueltos en una aventura en la que tendrán que enfrentarse a muchos obstáculos gracias a una mafia ¿Por qué son perseguidos? ¿Qué pasará con ambos?