Hybrid Child [ NamJim ] || BTS || ° 2 °

Relaciones sexuales

Al día siguiente JiMin había salido temprano al pueblo por unas flores, NamJoon estaba en su estudio, tomando del té que hace poco había preparado.

JiMin deslizó las puertas de aquella habitación con una gran sonrisa en su rostro.

-¡Señor NamJoon! ¡Tengamos relaciones sexuales!

El mayor escupió gotas del té al escuchar aquellas palabras, y un ligero sonrojo apareció en sus mejillas.

-¿A qué te refieres, JiMin?

-¡Fui a la florería y descubrí que la mujer que me atendió era una hybrid child igual que yo!- todo lo comentaba alegre -Y como ella era tan alta y tan hermosa, le pregunté cómo podría crecer y ella amable me dijo.

Con cada palabra que el pequeño decía aumentaba la vergüenza en NamJoon. Él no tenía a JiMin con aquél propósito, al principio había sido obligado a aceptarlo como un regalo de parte de un viejo amigo.

-Según la señorita, el Señor NamJoon tiene que penetrar el agujero de mi trasero hasta que quede totalmente mojado y pegajoso. ¡Así todos los días nos hundiremos en un mundo sexual de- El chico había sido callado de golpe con la meno del mayor, quien ni siquiera podía imaginar aquellas escenas con el chico, quien era un solo niño.

-¿Por que estas tan obsesionado en crecer?- Suspiraba de tan solo ver que aquella chica le haba metido esa idea en la cabeza -Esa chica se burlo de ti, ¿Acaso no te diste cuenta?

JiMin no podía decirle a su amo la verdadera necesidad por crecer, deseaba escuchar sus problemas, dejar de parecer los ojos de su amo un simple niño que no entendería nada.

-¿Entonces me mintió?

-No, no es que haya mentido...

-¡Entonces hagamoslo!- podía agradecer aquella gran actitud del chico, ese entusiasmo y la sonrisa con la que hacia que sus ojos se hicieran una pequeña y fina curva negra gracias a sus cachetes -¡Prometo que soportare cualquier cantidad de dolor mientras sea del Señor NamJoon! ¡Estaré bien! ¡Soy todo tuyo!

-¿"Todo tuyo"?

Mientras el mayor le pensaba tanto aquellas palabras, JiMin borro su sonrisa, mirando al suelo. Aquella imagen le dolía tanto al mayor que incluso había pensado en cumplirle aquella idea suya.

-Ademas, si no me enseña el Señor NamJoon; jamas aprenderé...- sus ojos llegaban a reflejar tanta tristeza -Creo que no saber nada es una cosa triste...

-Entonces- hablo el mayor mientras dejaba su libro en el suelo, mientras que se volvía a sentar frente al chico -Cierra los ojos.

El menor obedeció, sus demás sentidos se agudizaron. Sintió en su rostro los dedos fríos del mayor, paseando por sus mejillas y después tocar a sus gruesos y rosados labios; pronto aquellas caricias cedieron y fueron cambiadas por unos labios suaves.

Le estaba besando.

Cortos y variados, aquellos segundos parecían horas. Su amo le estaba besando y era una sensación diferente.

-Señor NamJoon...

Habia logrado susurrar, el nombrado se separo sonriente.

-¿Como te sientes?

-¿Como...?- pensaba en las palabras correctas, su interior estaba confundido -Cosquillas.

-...¿Cosquillas?

Y aquel momento se había perdido. La mirada del mayor era... confusa, ¿Como podía sentir cosquillas?

-... Bueno.

Habia dañado su ego de hombre. Un niño, no, un hibryd child le había dañado el ego a un hombre de 26 años.

¿Habia hecho algo malo, JiMin? ¿No debió decir eso? Un dolor se comenzaba a instalar en su pecho, eran latidos fuertes. Su estomago comenzaba a dar cierto cosquilleo. Su rostro se sentía caliente, aquellas sensaciones se intensificaban mientras mas recordaba el momento.

-¿JiMin?

-¡Lo-Lo siento! ¡Lo siento!- y sin poder dejarle decir algo a su amo salio corriendo, hacia algún otro lugar lejos de su amo. Mientras deseaba que aquella sensación desapareciera, o al menos saber lo que era. Y solo una cosa estaba seguro: Estaba enamorado del Señor NamJoon.

-¿A aprendido a avergonzarse?- pregunto a su soledad. Aquel rostro cacheton del chico sonrojado era una imagen tierna, una que iba a conservar siempre en su memoria.

-Amo...- irrumpió uno de los sirvientes de la casa -Ha llegado otra carta de esas...

El mayor había tomado las carta, siempre recibía aquellas cartas. Los remitentes siempre eran variados. Aquel bello momento había sido cambiado por una gran tristeza. ''Kim NamJoon, vas a morir este mes. Bastardo.''

-¿Que haremos con esto?- pregunto con preocupación sincera -Al principio creí que bastaría con ignorarlos pero ahora ha llegado a esto. Seria mejor con avisar a los oficiales- fue interrumpido.

-No hace falta esto- dejo la carta guardada entre las paginas del libro que minutos antes estaba leyendo. Su sirviente le miro preocupado -Debo pagar por los crímenes que cometí.

-Señor...

-Y aun así, estoy a punto de darme por vencido por no encontrar la salvación .

Aquella noche, NamJoon había estado nuevamente en aquel jardín de flores rojas. Y nuevamente, nadie le ayudaba.

Y JiMin no podía hacer nada, salvo desear crecer.