LIKEIT [ChanHun]

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"No entiendo, ¿Porqué ese viejo amargado te recomendo?" Dijo pensativa JiWoo, no entendía. Claro que no entendía, Minseok le guardaba un enorme rencor a SeHun por haber terminado la relación de novios que tenía en la adolescencia con su única hija.

Sana y SeHun se conocieron desde la primaria, nada más se miraban el uno al otro como compañeros; lo cuáles se acomodaban a la perfección, tenían los mismos intereses. Pero había algo que no hacía click y cuando le preguntaban si eran realmente amigos, los dos negaban. SeHun era tímido, supone él que eso fue lo que lo unió definitivamente a Sana. Pues ese día fue un día de escuela cansador, el azabache se quejaba de que los zapatos eran pesados, y JiWoo no había asistido por problemas de salud. Eso significaba que estuvo solo toda la jornada.

Luego de almorzar y quedar completamente  dibujando solo sentado en una banca por el recreó, al tocar la campana y llegar a su sala de clases con el cuadernillo en la mano se percató que en la silla de su pupitre no se encontraba su muchila y el resto de materiales que había dejado esparcir por todo su espacio. Sabiendo de quién se trataba, reprimió sus emociones y como no tenía su libro de notas para la próxima asignatura se acomodó en la fría mesa para dormir durante toda la clase de historia.

Sana lo despertó y le entregó todas sus cosas, junto una linda sonrisa. Mientras que SeHun seguía sin reaccionar, Sana se había ido y no le dió las gracias. A la otra semana ya eran mucho más cercanos y eran una pareja muy tierna apodada en la escuela.

"Supongo, que la idea fue de Sana, sigo recibiendo mensajes suyos." Comentó SeHun, su bandeja estaba llena de mensajes suplicándole volver.

Para sorpresa de él, sin ninguna amenaza. Sana pedía por un poco de su amor. La hubiera perdonado hace mucho, solo que no olvida el malentendido que ocasionó y lo mucho que le afectó.

"¡Tienes que bloquear su número!, Esta obsesionada contigo"

"No creó que sea tan así... " "...Ella no tiene mal en su ser."

"Hun, eres muy inocente, no te hagas. Pasarón ¿Cuántos? ¿Cinco? ¿Cuatro años?" Debería reaser su vida.

"Bueno. ¿Te quedarás a dormir aquí o... Te vas?"

JiWoo pareció pensarlo algunos segundos, y luego aceptó, únicamente no quería escuchar los gritos constantes que habían en su casa. Se sentó en una esquina de la cama y acarició a vivi.

"Te odio mocoso, pero me quedaré. Sabes cómo es mi casa. TODO es mejor que estar ahí". Se levantó para abrazar a su mejor amigo, para ella el con la abuela Hani, era su verdadera familia.

"Hay ropa tuya guardada en el clóset" dijo devolviendo el abrazo "Estoy feliz, el señor Park me envió la dirección. Veamos unas películas".

Ambos se miraron convencidos y al unísono repitieron: "De terror" Así se dispusieron ir al salón y preparar algunas mantas gruesas con las cuales taparse del frío.

PIT PIT PIT PIT

JiWoo bostezo y apagó la televisión que había quedado prendida toda la noche. Miró el reloj de la pared y se levantó, amarró su cabello rubio grasoso para por lo menos quedar algo presentable. Sabía que tardaría en despertar a SeHun, tenía el sueño pesado y nada lo despertaba. Miró por encima de su hombro y encontró el celular del azabache en el espaldar del sillón. Apagó la alarma y decidió que era mejor avivarlo , intuía que su entusiasmo por su trabajo lo haría abrir los ojos.

Sonrió

"¡Deeespieerrtaa!" Movió ligeramente su brazos y dio pequeñas palmadas a su pálido rostro.

SeHun dió un brinco acostado en el sillón, y luego recordó ir a la panadería, sin embargo sería solo un rato, luego tendría que ir a conocer sobre su paciente. Preguntó por la hora y admirado por su energía, fue a asearse y con una bata ploma fue comer cereales con JiWoo en la cocina.
Su abuela Seung Hee ya había partido para la panadería y él solo le faltaba vestirse formalmente.
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"Vuelva pronto" SeHun despidió a su décimo cliente, vió el lugar de trabajo de los chicos y se asomó. Olía a pan recién salido del horno y la harina estaba desparramada por las baldosas.

El ánimo allí dentro le agradaba.

"Hola" saludo a un chico un poco más alto que él, recién llegado.

Se sintió estúpido al no recibir respuesta, vió sus ojos cafés oscuros mirar el alrededor y luego quedarse mirándolo, más bien lo analizaba. En ningún minuto despego su mano de la puerta de entrada. Hasta que hizo una mueca y se fue.

Era MUY guapo.

"Hasta adentro se escuchó el portazo, ¿Qué le pasa a ese idiota?"

"Ji, no llegues de improvisto. Me asustas"

"Pff, falta poco para que conozcas a tu paciente. Arreglate o llegarás tarde."

Cierto, fue a la bodega a buscar sus pertenencias y a sacarse su nerviosismo.

Te robaste mi corazón, y mi cabeza gira alrededor tuyo.

Te encontré por casualidad y no pienso dejarte ir.