Eugenia Cooney.

586 45 4
                                    

Vale, no sé si esto sea contradictorio para alguien, tomando en cuenta lo que he escrito, pero ¿saben? no me importa.

Porque en serio, me siento tan, pero tan feliz de saber que Eugenia ha mejorado tanto.


»Hace ya dos años, aproximadamente, yo comencé a adentrarme al mundo de la anorexia y la bulimia; recuerdo que los primeros días seguía cualquier método que viese en internet. Desde comer sólo manzanas, beber vinagre para no tener hambre, ir restando las cantidades de calorías que consumía... Hacía de todo, pero nunca vi resultados.

Hasta que me di cuenta de que, igual que el ejercicio, si no le pones mucho esfuerzo no hay resultados.

Por lo que mis alimentos fueron cada vez más mínimos, cada vez más cortos en calorías... Recuerdo que en ese entonces yo llegue a consumir 100 calorías como desayuno, la comida la vomitaba, y no cenaba.

Mi ejercicio era constante, mi llanto era constante, mi baja autoestima reinaba aún más que ahora.

Y no tenía ayuda...

En ese entonces, recuerdo que buscaba dos tipos de imágenes; unas eran de chicas exageradamente delgadas, chicas con curvas, cuerpos perfectos de instagram... Chicas que, deseaba ser ellas, que lloraba por no estar como ellas.

Y también buscaba a chicas con sobrepeso u obesidad, las famosas "reverse thinspo". Eran mujeres que se mostraban comiendo en exceso a pesar de sus cuerpos.

Las primeras eran para motivarme a seguir con mi dieta, y las segundas para recordarme por qué no debía dejarlo. Estaba tan, pero que tan asustada a terminar como las segundas chicas, que me veía así al espejo.

Eugenia Cooney fue una de las primeras chicas.

Encontré su canal por buscar cosas referente el tema, y cuando la vi no dude en visitar sus vídeos en los que se probaba ropa.

Yo deseaba estar como ella. Deseaba que mis huesos se marcasen de esa forma, que mi cintura fuera pequeña, y mis pómulos fueran tan notorios como los suyos. Mi mente estaba tan afectada que creía que eso estaba bien, que ella disfrutaba de ser así.

Esto iba empeorando, a veces no necesitaba siquiera provocarme el vómito, pues mi cuerpo estaba tan acostumbrado a ello que era demasiado fácil hacerlo.

No importaba lo que hiciera, lo que cambiara, los kilos que bajará, yo lloraba en las noches.

Lloraba porque me sentía "lejos de mi meta".

Porque seguía siendo "gorda".

Porque, aunque los pantalones me quedaran enormes, mis alimentos fueran tan mínimos, y mi ejercicio era constante, yo no estaba satisfecha...

Eso hace estos trastornos, nunca puedes parar. Te hacen la idea de que, "hey, si haz bajado esto en un mes, podrías bajarlo pero en una semana".

Era terrible, en serio, no saben cuanto sufrí por algo que yo misma me provoque. Por algo que me carcomía, que no podía dejar.

Hasta que comencé a tener ataques de "ansiedad" con la comida.

Pasé de forma repentina al otro lado... Mi cuerpo realmente estaba desesperado por comer, por lo que tomaba porciones grandes de comida y poco a poco fui volviendo a la comida...

Y no, esto no es algo positivo, para mí.

Porque no recibí la ayuda que requiero, por lo que, por más que coma, sigo pensando en ello.

Siento tanto miedo a que alguien me vea comer estando sola. En el trabajo, suelo sentarme en una mesa que sea lo más oculta y separada del resto, y no puedo evitar mirar a mi alrededor, mirar si alguien más me ve.

Cuando compro comida, suelo ocultarla, porque siento miedo a que alguien diga "ya veo por qué esta gorda".

Cuando como en lugares públicos, mis manos tiemblan, y quiero acabar rápido para no sentir ese miedo, pero también quiero comer despacio para que nadie diga que estoy desesperada por comer.

Más de una vez he querido regresar a esos hábitos alimenticios.

Y no sé si esto sea algo que yo pueda controlar, algo que pueda seguir ignorando o si en algún momento voy a volver a esa mala alimentación. Todos los días pienso en todo lo que como, pienso que no es saludable, que necesito cambiar mi alimentación.

Todos los días el no comer es un pensamiento que trato de ignorar.

Porque no, no puedo ni podré olvidar todo lo que han dicho de mi cuerpo.

Nunca he podido sacar las veces que me dijeron que antes lucia mejor, que estaba más delgada, que "ojalá me hubieran conocido cuando estaba así"... No puedo decir mi peso, me siento tan incomoda cuando alguien lo pregunta y miento diciendo que no lo sé. No puedo decir qué comí sin pensar que quizás para la otra persona sea mucho. A pesar de que lo intento, no puedo subir una foto mía sin sentir miedo a lo que los demás dirán, por más que reciba mensajes positivos.

Y por todo esto, es que Eugenia Cooney me llena de tanto orgullo. Hablo de esto para dar mi experiencia, para aclarar que salir de esto NO es algo fácil ni mucho menos sencillo, no sólo es "comer bien" de un día a otro y todos esos pensamientos se esfuman. Salir de esto requiere tanto esfuerzo y dedicación, cosa que ella ha logrado tener.

Así que, Eugenia ha vuelto a ser mi inspiración, pero esta vez no por su cuerpo.

Ha vuelto a ser alguien que me motiva, pero esta vez a ser una mejor persona, a quererme más, a ayudarme más.

Porque sí, su cambio me motiva. Darme cuenta de que alguien con ese extremo de desorden alimenticio puede seguir adelante me hace pensar que todos podemos hacerlo. Desearía tener su valentía y estabilidad para lograr tanto en cinco meses, su fuerza.

Gente, en serio, nunca sean como yo. Por favor, si tienen problemas similares busquen ayuda. No dejen que esto los carcome hasta acabar con ustedes.

Esta no es la solución. Sí, sé que esta frase la escuchamos de muchas personas cuando estamos en eso, peor en serio, esta no es la solución.

Tu vida no vale sólo para darle gusto a los demás. Tu cuerpo no es sólo para verse bien. Tu figura no define quién eres.

Por favor, busquen ayuda si lo necesitan.

pensa[mi]entos mierda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora