Octubre de 2006.

7 1 0
                                        

El año casi había terminado, Eren todavía no podía averiguar quién era el autor de esas cartas. A veces sospechaba que Levi sabía quién era, porque cada vez que Eren le preguntaba notaba un nerviosismo en Levi, ese extraño nerviosismo en su amigo había comenzado ese día cuando vio que Levi parecía estar haciendo algo en su armario.

Pensó que era muy extraño, y cuando le contó a Levi que la teoría sobre el propio Levi debía entregar las cartas anónimas y no como autor, vio que la expresión del amigo pasaba del asombro al estresado, que Eren nunca había visto arrugar tanto el ceño de su amigo. Por un momento pensó que las cejas de Levi se fundirían.

Eren no entendía a su amigo, primero pensó que Levi podría estarle entregando las cartas de Hanji, pero pronto descartó la idea cuando vio a Hanji aferrarse a los besos con Moblit detrás de la escuela, y fue cuando pensó que podría ser Petra, ella siempre estaba tan amable y amable con él, ¿verdad? Pero rápidamente rechazó la idea porque no se imaginaba que Petra pudiera escribir cartas en el contenido de las cartas que había estado recibiendo desde agosto.

Y Eren nunca sospechó que él podría ser el mismo Levi porque pensaba que su amigo podría ser asexual, nunca parecía mostrar interés en nadie, ni tampoco lo había visto con nadie.

Y había otra razón para no pensar en Levi, porque temía sinceramente que el otro lo golpeara tan pronto como dijera algo así.

Eren pensó que era más probable que Levi fuera el repartidor, porque Levi no solo era sigiloso, sino que también guardaba los secretos.

Pero Eren no tenía idea de lo engañado que estaba todo ese tiempo. Ese tipo de engaño lo llevó a suposiciones erróneas, y con cada nueva teoría, Levi se sentía cada vez más frustrado, ¿por qué demonios no podía Eren creer que podía ser el autor? ¿Había algo tan mal?

A medida que pasaban los días de Levi, perdía su entusiasmo por escribir, cada vez que tomaba la pluma para hacer el boceto garabateado y garabateado hasta que los recuerdos de Eren y sus teorías vinieran a la mente.

Suspiró de frustración y amasó cada uno de los intentos de la carta hasta que llegó a fines de octubre y aún no había escrito nada para noviembre.

A Levi le gustaba escribir las letras con anticipación, ya que después de escribir tenía tiempo libre para estudiar sin pensar nunca en Eren, ya que las letras eran una forma de vaciar la mente y también de ser sinceras con Eren a través del papel. ya que sabía que no podía pronunciar la mitad de las oraciones que le escribió en un papel.

-¡Cómo me frustras Eren Jaeger! - Gruñó, luego sacó la décima página del cuaderno de bocetos.

VanillaWhere stories live. Discover now