Sonreí ante el recuerdo. Su voz. Para no olvidarla, escuchaba grabaciones que hice mientras cantaba en la ducha. Ella decía que cantaba feo pero con sentimiento. Estaba torturandome a diario, cada vez que la recordaba, sus caricias eran lo más suaves posible. Todo era hermoso y perfecto en ella. Hasta ahora, con sus labios agrietados, su tez blanca y envuelta en cables.
Nadie entiende el porqué pero ese choque cambió mi existencia, mi rutina diaria es: escuela, hospital, casa , todos los días. Hace 2 años que no iba a fiestas, ni salía con amigos.
No podía, no nacía en mi. La idea de salir a ver como destruyen su existencia con alcohol, drogas, ver mujeres que se degradan de la pero manera, y mucho menos sabiendo que no voy a estar con la persona que amo.
Por lo tanto, veía películas, y estaba con el único amigo que estuvo estos 2 años a mi lado, en los cuales no fui una muy buena compañía. Seth. Se lo voy a agradecer eternamente.
Yo estaba delgado, no tanto, pero más que antes del accidente sí. No quería gastar enegías. No tenía suficientes tampoco. Este día no tenía nada de especial con respecto a los otros.. Nada interesante. Ella se había levado mi alegría, mis ganas de seguir aqui. Lo sé, hablo de ella como si estuviera muerta, yo la siento más lejos que cerca de mi.
¿Chicas? mmm... se me insinuan, o mejor dicho, una en especial. Se llama Amelia, es....bonita...pero nunca como Summer. Nadie superaba a mi amada, Amelia me dijo que me ama, pero le respondí que no puedo verla con otros ojos que con los de la amistad. Ella lo aceptó. Le agradezco por eso. Pero más de una vez llegó borracha a casa, diciendo , o mejor dicho, gritando, por que yo no le correspondía a su amor. No era muy agradable que llorara por mi culpa.