Princesa de una mafia

3-.

- puta es la maldita mujer que llamas madre y que piensas que esta muerta cuando no es así - soltó en un gruñido

Note como alguien gritaba pero no lo oí y solo guíe mi mano al arma que tenia aferrada a mi pierna en casi un segundo mientras que todos intentaban acercarse y en el momento en que el cañón de una glock 45 estaba en la frente de aquella mujer tenia a todos apuntando a mi

- le vas a disparar a tu hija- dije viendo directo a los ojos de mi padre que ahora me señalaba con el mismo revolver que yo le regale,

Como no tuve respuesta solo dispare a las baldosas haciendo que mas de un tiro se saliese de su arma y que por suerte esquivé... Para luego subir a mi cuarto encerrandome

Media hora y ya tenia a alguien tocando a mi puerta, pero no me importo, y mucho menos me quito de mi labor, preparar mi maleta en la que solo llevaba lo fundamental, algo de ropa y armas, sin contar la pequeña foto familiar que siempre cargaba, en cuanto puse todo en su lugar trabe la puerta de entrada y tome la tableta que controlaba las cámaras guiándolas hacia cientos lugares para hacerme un camino sin ser vista

[ 4:50 am ]

La pequeña estación de trenes me tenia casi escondida, con el descubierto vestido que traía todos sabían que no pertenecía aquí, vigile por unos minutos a que se vaciase con el ultimo tren que paso y habría la pequeña maleta que cargaba, sacando lo mas holgado y de color opaco que había, un buzo de franella con una chaqueta del mismo material con capucha, en cuanto estuve lista casi era como todos, me camuflaba de manera excelente con el gentío que salia y entraba en busca de su transporte

- boleto - pidió el asistente del maquinista

Entregue el mio y me entre en escabullirme por el mismo tren, conocía a mi familia y si se daban cuenta de que ya me había ido recurrirían a todo lo posible por encontrarme como una vez había pasado en mi secuestro...

En cuanto la prominente maquina se detuvo baje directo a uno de los callejones con teléfonos y marque a quien necesitaba que con el tercer pitido contestó

- equivocado - dujo antes de que lograra siquiera pensar en decir algo - no me cuelgues, por que te las corto - le gruñi

- te las corto, yo conozco eso - dijo casi en una risilla - eres tu, mi princesa -

No entendía como me había reconocido luego de tanto tiempo pero así estaban las cosas, luego de la breve llamada el me recogió llevándome a su misma casa y ahora solo planeamos mi muerte ya que el cuerpo según el estaba listo.... Si todo salia bien tendría mi vida nueva