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Durante la madrugada de un viernes, Felix y Changbin se hallaban comiendo frutillas como de costumbre. Después de todo, no muchas veces podían permitirse disfrutar de un viernes y desvelarse como en esta ocasión lo hacían.

Jisung es el mejor amigo de Felix desde que se conocieron en las audiciones de Jyp, bueno, realmente los más cercanos a él son Minho, Changbin y Jisung, aunque de ellos tres, el más cercano es Bin.

Al principio no se fiaba de alguien más que no fuese Changbin, los demás parecían ser demasiado mimados y algunos un poco asociales, pero quién le inquietaba a sobremanera era Hyunjin, lo más inquietante y hasta cierto punto intimidante era su mirada, era muy difícil descifrar aquel mensaje que escondían aquellos ojos opacos.

Hyunjin se mira de carácter alegre, aunque un poco intimidante cuando se lo propone. Durante el pre-debut él solía darle largas miradas a Felix y hasta cierto punto parecía inspeccionarlo; especialmente cuando era la hora del almuerzo durante los entrenamientos. Es por ello que al principio trataba de evitarlo a toda costa, pues pensaba que cualquier tipo de conflicto no sería conveniente para nadie. Tal vez le parecía infantil de su parte que aún le gustasen las frutillas, o el cómo las devoraba. Inicialmente su mirada era jodidamente inquietante, pero ahora ya no lo es para nada, pues entre todos hay una convivencia pacífica, allí no hay rivalidades, al menos fuera de juegos y bromas. Es más, cada quien tiene un confidente, en el caso de Felix es Changbin, aunque este también es su amor platónico.

Chan es muy carismático, rara vez pueden verle cabreado, aunque en los entrenamientos toma un rol exigente y serio, no le quita lo alegre, es el mejor lider.

Volviendo al tema, los viernes por la madrugada, Seo y el australiano aprovechan la ausencia de los demás integrantes para jugar videojuegos mientras comen frutillas, snacks, pollo frito y frituras mientras beben coca-cola. Las favoritas de ambos son las frutillas.
Cuando Felix no logra conseguir frutillas enteras compra barras rellenas de frutilla o mermelada/puré de frutilla, la cual acompañan con galletas, o simplemente trata de llevar cualquier cosa que contenga frutillas. Y si, lo sé, es un obsesivo con las frutillas, pero su excusa es que son tremendamente deliciosas.

Y en la sala yacen ambos, terminando una nueva partida de "free fire", simplemente deseando que su alboroto no moleste a los demás.

-Joder, me apetece parar un poco Lix, ¿Está bien?.

-Vale, aprovechemos los bocadillos- contestó alegre.

-creo que hemos despertado a su majestad- exclamó Seo soltando una carcajada.

-¿Porqué lo dice, huyng?.

-Coño, no creas que está detrás de tí, listo para asesinarnos por irrumpir su preciada siesta de rejuvenecimiento para poder mantenerse fresco como el princeso que es- respondió sarcástico.

Al girar su rostro hacia atrás efectivamente encontró a un somniolento Hyunjin tallandose los ojos con el dorso de su mano derecha mientras soltaba un somniolento bostezo.

-Huyng- dijo rascándose la nuca nervioso, pues cuando alguien despierta a Hyunjin debe correr por su vida, quizá no de manera literal, pero este solía ponerse gruñón cuando alguien lo molestaba de esa manera.

-¿Puedo hacerles compañía?- preguntó dirigiendo su mirada a Felix, por lo cual solo atinó a asentir con la cabeza y fijar su vista rápidamente hacia la pantalla.

Abrieron espacio para que el recién llegado se acomode en el sofá y, a pedido de Changbin, prosiguieron a continuar con la partida.

-¿Quiere jugar?- preguntó Felix a Hwang y este negó amablemente con una leve sonrisa, pues Hyunjin prefería simplemente observar la pequeña competencia.

-Apueste a por mí- dijo Felix mientras soltaba un guiño coqueto a el observador.
En ese momento pensó "¿le gusta provocarme o en verdad lo hace sin dobles intenciones?.

- ¿A él si lo apoyas pero a mí no?, enserio me dueles majestad- entonó dramáticamente Changbin.

-Debemos apoyar a nuestros menores, huyng- respondió burlón. A lo que Changbin rodó los ojos divertido.

El tiempo transcurrió, estuvo observando la partida y notó la pequeña mesa de centro, en la cual habían snacks, un valde de pollo frito- que por cierto estaba vacío- y frutillas, apostaba su colección de piercings a que las frutillas eran de Felix. Ese crio enserio adora las frutillas.

-Woah, en tu cara binnie- aquél grito por parte de Felix lo sacó de sus pensamientos, por lo que se percató de que el ganador de la partida era el asutraliano.

-Exijo la revancha- demandó Changbin.

-Te ganaré nuevamente, así que es mejor que te prepares para lo que viene- retó Felix- huyng, ¿podría alimentarme con frutillas mientras me encargo de binnie?- continuó haciendo un adorable puchero.

-Bien, solo por esta ocasión me volveré el príncipe de las frutillas- le devolvió aquel guiño coqueto a modo de diversión.

-Oh, gran príncipe de las frutillas, me casaría contigo pero mi esposo está presente- dramatizó Felix abrazándose al abdomen de Hyunjin y posteriormente, recargando su cabeza en el pecho del susodicho dramáticamente. A lo que solo atinaron a reír.

La partida comenzó y, minutos después, como era de esperarse Félix iba ganando nuevamente.

-Hyung- llamó Félix.

Comenzó con su "tarea": alimentarlo como si fuese un bebé, a lo que él aceptaba gustoso, y "no creo que esa sea alguna costumbre de Australia". Maldito subconsciente degenerado, joder. A la quinta frutilla, Felix lamió el dedo indice de Hyunjin, ¡Dios!, que suave es la textura de sus labios, ¡maldita sea!.

Era cuestión de tiempo para que Felix obtuviese la victoria y así fue.
Se quedó estático pensando en aquel rose, mientras segundos después reaccionó y se percató de que Changbin ya no estaba con ellos, ahora se encontraba a solas con su némesis. "Debo controlarme" pensó. En ese momento se lamentó por no haberse preparado de antemano, quizá algo podría surgir y sería su día de suerte, solo quizá.

-¿Se encuentra bien?- preguntó un preocupado Felix, intranquilo por si hubiese llegado a incomodar a su mayor.

-¡Claro!, ¿Por qué no lo estaría?- preguntó con los nervios de punta.

Felix le dedicó otra de sus deslumbrantes sonrisas, y se percató de los restos de frutilla que yacían al costado de sus mejillas y en la comisura de sus labios. Que descuidado.

-Te has manchado de néctar por aquí- limpió su mejilla derecha utilizando su dedo indice, después pasó el pulgar por la comisura de sus labios y lamió los dedos que utilizó para limpiar a su menor. Una exquisita dulzura inundó su paladar y recorrió su garganta, la disfrutó como el mejor de los bocadillos y quedó sutilmente extasiado.

Su estúpido autocontrol se estaba yendo literalmente a la mierda, ambos rostros se encontraban tan cerca que podían sentir sus respiraciones y ver sus distorsionados rostros. Sin pensarlo demasiado, lamió la comisura de aquellos labios carnosos que tanto había anhelado. Joder, aún le quedaba una pequeña parte de autocontrol, la cual le indicaba que debía ser racional, pues si los llegase a pillar alguno de los chicos se malinterpretaría totalmente la situación, aunque todavía no llegaban hasta ese punto y probablemente aquello no sea del interés de los otros. Aquello realmente estaba comenzando a importarle un carajo en esos momentos, esa pequeña parte de autocontrol que evitaba que devorase esos labios carmesí que tanto le ponen estaba disminuyendo poco a poco, las ansias podían más. Se desvió a sus mejillas y con su lengua limpió los restos de aquel néctar de frutilla.

Es tan lindo verlo sonrojado, sus labios son tan suaves, sus expresiones, sus reflejos, su timidez, todo de él es perfecto.

Y como el típico cliché, de un momento a otro regresó Changbin y cortó el rollo.
"Joder, ¿pero en qué mierda estabas pensando, Hwang Hyunjin?, la has cagado"- se reprochó mentalmente.

-Ya es hora de ir a la cama, que tengan buena noche- postuló Changbin.

-Bien- contestó Hyunjin tratando de verse lo más tranquilo posible, posteriormente le siguió Felix con un "hasta mañana" y una reverencia formal.

𝑭𝒓𝒖𝒕𝒊𝒍𝒍𝒂𝒔 || 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora