kkeom

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El castaño contemplaba a Jimin con los ojos iluminados, veía como su novio no paraba de escribir en aquella laptop con suma concentración , extendió su dedo hasta chocar con la mejilla del pelinegro  quien no se inmutó, lo cual le dió libre acceso a Hoseok para jugar con sus suaves mejillas, pellizcandolas de vez en cuándo. Siempre que realizaba esta acción el menor hacía muecas y se quejaba, pero esta vez ni le dirigió la mirada.

Aquel típico puchero con forma triangular se formó en sus labios, y sin más remedio comenzó a frotar su cabeza contra su hombro, como lo haría un gatito, Jimin lo había mal acostumbrado, pues cuándo quería mimos recibía mimos, pero aquella vez parecía ser la excepción.

—Jiminiee~— llamó, el menor simplemente siguió tecleando— Es para la semana que viene, puedes continuarlo mañana —dijo mientras sacaba un chicle de su bolsillo y luego de quitar la envoltura lo guiaba a su boca, masticando de inmediato.

—Hoseok, te dije que hoy estaría ocupado con la tarea y aún así viniste así que aguantate.— el mayor bufó con molestía y se incorporó en el sofá, cruzando sus brazos.

¿Acaso estaba mal querer obtener la atención de su novio? Jimin podía estudiar otro día, volvió a observarlo aún concentrado, y moviendo sus labios sin emitir sonido, pues escribía en aquella página de Word.

Pensó en varias formas de que Jimin dejara aquel aparato de lado y toda su atención fuera para él como debía ser, aúnque conociendo a Jimin no se despegaría de allí hasta terminar su trabajo.

Fué cuándo surgió una espléndida idea, según él.

Con aquella sonrisa en forma de corazón, terminó sacando el chicle de su boca, si, sonaba un poco asqueroso. Se acercó a Jimin, recargando su cabeza en el hombro contrario nuevamente, pero esta vez, dirigiendo el chicle a la frente del menor, o por lo menos trató de dirigirlo hasta allí, sin más presionó con fuerza.

La reacción del pelinegro fué inmediata, volteando a verlo con desagrado, y refunfuñando por su actitud infantil.

— ¿Qué rayos, Hoseok?—dijo su voz molesta, guiando su mano hasta el chicle, abriendo sus ojos grandemente, casi como si no fuera asiático —¡Me pegaste un chicle en la ceja!

Hoseok, quién estaba riendo levantó su rostro para mirar el de su novio, notando como el pedazo de chicle abarcaba casi toda la ceja del chico. Abrió su boca en sorpresa.

—Oh mochi yo...

— ¡Mochi nada cabeza hueca!—exclamó tratando de quitar aquel dulce gomoso y pegajoso de la superficie de su ceja con desespero.

—Mi amor, ven y te ayudo—se ofreció, pero ya el pelinegro había hecho de las suyas, quitandolo con brusquedad.

Jimin miró el chicle ahora en sus manos, se abstuvo de gritar al ver algunos pelitos en este, suspiró y luego...

— ¡JUNG HOSEOK!— lo miró como nunca lo había hecho antes, casi podía ver fuego en sus ojos.

—A-aún tienes ceja, mi cielo— si, estaba nervioso, Jimin era pequeño de estatura, pero cuándo se enojaba podía hacer temblar hasta a Namjoon.

El menor dejó la laptop a un lado, y con respiraciones bien marcadas caminó hacía el baño, no quería imaginar como luciría sin una ceja.

Hoseok por supuesto lo siguió, aúnque este le gritara que no quería que lo siguiera.

Al llegar al baño el mayor pudo ver a Jimin tratando de quitarse los restos de chicle sobre su ceja, sin éxito.

—Déjame ayudarte —pidió nuevamente, el menor suspiró con frustración, pero se sentó sobre la tapa del inodoro, Hoseok por su parte buscaba algunas cosas que según él podían servir.

Kkeom ᝢ jhs+pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora