Misión Suicida

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Narra Clara

Estamos en el recreo. De verdad pensé que las ecuaciones iban a ser más difíciles. Hoy es miércoles y en matemática estamos viendo tema nuevo.

Voy caminando con Zara al lado.

- Che , de quién gustará Jiménez?- pregunta.

- No le gusta nadie. Tati le preguntó -.

- Hablando de Roma - señala con la cabeza.

Tati está con Emilia y Jiménez. Cuando pasamos cerca él me mira. Lo miro y me sonrojo levemente. Obviamente no lo nota y me sigue mirando.

- Querido , me estás escuchando?- le dice Emi.

- Eh , qué?- la mira.

- Qué miras?- se da vuelta y me ve. Sonríe y aparto la vista.

Seguimos caminando. Subimos la rampa y vamos al patio. No hace calor que digamos pero se puede estar.

- Grrr...- me dice Zara.

- Qué?- se lleva la mano a la cara.

- Que Jiménez te estaba mirando -.

- Ahhh... Y?-.

- Cómo y? Que nunca te mira -.

- Uyy , va a explotar el mundo - digo sarcásticamente.

Rueda sus ojos.

En realidad es cierto que no nos mira mucho. Pero recién no nos quitaba el ojo de encima.

Cierto. Por qué habrá sido?

Ni idea.

- Le vas a decir que te gusta?- pregunta Zara.

- Vos estás loca?-.

- Si -.

Le doy un golpe en el hombro.

- No le voy a decir. Bueno , no ahora -.

- Por qué no?- hace un puchero con la boca. Se ve tan irresistible que no puedo evitar agarrar su cara y llenarla de besos.

- Ay ay , basta!- se queja e intenta apartarse.

- Todavía no puedo creer que seas más grande que yo por dos días - le digo al soltarla - Pero yo soy más fuerte - sonrío triunfal.

- Ah , sí?- me mira desafiante. La miro del mismo modo.

Ay. Cuando nos miramos así es por...

Las dos lanzamos un "grito de guerra" al mismo tiempo. Y sip , Yema tenía razón. Alzamos nuestros brazos con las manos abiertas y las entrelazamos. Ambas comenzamos a tratar de llevar a la otra hacia atrás. Uso mi típica técnica de bajar los brazos y doblar los codos para luego estirar los brazos e impulsar a Zara hacia atrás. Pero , como siempre , ella logra arrinconarme contra la pared y subir mis brazos para que no pueda empujarla.

- Gané - dice en tono burlón.

Le saco la lengua y junto nuestras frentes y casi nuestras narices.

- Tus zapatillas no resbalan , las mías sí. De no ser por eso te habría ganado-.

- Sólo son excusas. Gano siempre - dirijo mi mirada a su nariz.

- Tenés una naricita muy tierna -.

- Ésta naricita?- pregunta y la mueve igual que un conejito.

- Ay sí!- exclamo - A veces pienso que es tan tierna que me la quiero comer-.

- Okey... Eso es sanguinario - las dos reímos.

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