Ahí estaba Emily Dallas la chica más hermosa de la escuela, caminando con sus mejores amigas riéndose.
— Vamos Eddie, no conseguirás que tengan sexo si solo la miras -Richie me pico el estomago con su codo.
— ¡Richie, no quiero tener sexo con ella! -dije entre dientes.
— ¿Enserió? Digo, si quieres tener hijos con ella tienen que...
— ¡Ya entendí Richie! Bien si quiero, pero somos muy pequeños -mi cara comenzaba arder-.
— A la mierda eso Eddie, no pasa nada si lo hacen, muchos ya lo han hecho -se acomodó sus lentes.
— Pero pueden contraer muchas enfermedades -hice una mueca.
— Y bebés -agregó.
— Mira, se está acercando a nosotros -Emily se despidió de sus amigas y camino hacia nosotros.
— Hola Richie, Eddie -nos saludo a cada uno con un beso en la mejilla ¡Sabe mi nombre!-.
— Hola -dijimos Richie y yo.
— Escuche que Eddie esta en detención por hacerle una broma a la profesora de ciencias -se burló.
— De hecho fui yo, pero no quería quedarme a detención -confesó Richie.
— ¡Que mal amigo! -golpeó su hombro- Bueno al menos no estaré sola en detención -sonrío.
— Tu ta-también estás e-en detención -¡Oh genial, se me tiene que salir lo Bill, justo cuando estoy hablando con ella!
— Pensé que el único tartamudo del club de perdedores era Bill -sonrió de forma burlesca y me sonroje más.
— No lo soy -baje la cabeza avergonzado.
— Eres tan tierno que me dan ganas de besarte -tomo mis mejilla y levanto mi cabeza para después darme un beso en la nariz- Bueno nos vemos en detención Eddie -guiño un ojo y entro a su salón.
— Wow casi te besa... Eddie -me dio una cachetada- Reacciona.
— ¡Auch! ¿Por qué me golpeaste? -dije sobando mi mejilla.
— No reaccionabas estabas mirando como tonto a Emily
— Por primera vez en tu vida tus tonterías sirvieron de algo.
— Tienes que aprovechar esta oportunidad -toco mi hombro-.
[.......]
— Bien chicos iré a comer algo con el profesor de matemáticas -la profesora nos miro a mi y a Emily- No hagan desastre o tendrás horas extra -advirtió para después salir.
¡Genial! Los únicos en detención somos yo y Emily, no puedo desaprovechar esta oportunidad. Me acerqué a ella y comenzamos hablar, ella es un verdadero Ángel. Así pasaron las horas hasta que por fin nos dejaron salir.
— Eddie fue divertido estar en detención contigo -Emily estaba caminado hacia la salida, pero tome su brazo y la detuve.
— ¡Espera! Yo tengo que decirte algo -creo que me dará un ataque de asma.
— ¿Que pasa Eddie? -acaricio mi mejilla.
— Bueno yo...-no me salían las malditas palabras- Yo quería saber si me prestabas tus apuntes de Historia.
— Oh era eso -en su voz se escuchaba decepción- Claro.
- ¡No! Yo -la mire serio-. Perdón por lo que haré -me acerqué y la bese, moví torpemente mis labios y me sorprendí cuando me siguió el beso.
— Me gustas Eddie -susurro Emily cuando nos separamos.
- A mí también -los dos nos miramos sonrientes.
- Me alegra que tú seas mi primer beso -dijo avergonzada.
- Y tú el mío -tome su mano- Vámonos de este lugar -bese su frente y salimos del salón.
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