Jeon JungKook y Park JiMin, ambos "mejores amigos" frente a la sociedad, pero... ¿qué ocurre detrás de aquella puerta de madera con fotografías decordas por ellos?
Acaso estarán dispuestos a averiguar que sucede queridos lectores...
Desde que JiMin había salido muy nervioso de la casa de JungKook aquella vez estaba mal, lo extrañaba y lo necesitaba, no se había dado cuenta de cuanto quería al castaño; no fue hasta que NamJoon llegó a su departamento con pollo frito y helado para evitar la depresión diciendo:
─Deben arreglar las cosas JiMin, es la única opción, no pueden dejar de hablarse en el primer obstaculo que se les presente.
─NamJoon, yo no lo sé. Necesito aclarar mis sentimientos y emociones─hizo una pausa, un suspiro─.Cuando JungKook me confesó acerca de sus sentimientos... yo no supe que decirle─bajó la mirada dandose una pausa para continuar─ , JungKook es una persona buena y carismática, a veces puede llegar a ser un poco posesivo o egocentrico, pero no me arrepiento de haberlo conocido. No quiero forzarme a tener sentimientos por alguien, tampoco puedo amar a una persona de la noche a la mañana, solo necesito tiempo.
NamJoon entendía que JiMin necesitaba tiempo, el había pasado una situación similar junto con YoonGi, cuando solo eran simples compañeros de clases pero el blanquecino logró enamorarlo con pequeños detalles y sus muestras de cariño.
─Minnie yo te entiendo, solo debes tratar de arreglar las cosas con él. JungKook tampoco se debe encontrar muy bien emocionalmente, él entederá que necesitas aclarar tus sentimientos.
Dejando de lado aquellos detalles que le llenaban la cabeza y hacian que se sienta mal, él llamaba a JungKook pero este no las contestaba o simplemente sí las contestaba no hablaba y las cortaba despúes de haber dicho cosas como: Lo lamento Kook enserio,te extraño, o que simplememte necesitaban arreglar las cosas,porque no podía con la idea de estar alejado de su amigo.
Pero JiMin se harto de aquello, de que sólo él se preocupara por arreglar las cosas mientras Jeon no decía nada, ya hasta parecían niños en vez de dos hombres jovenes que llevan años de conocerse.
Por octava vez, Jimin se encontraba viendo algunas selfies que tenía en su ordenador, ahora ya lo tenía en claro, Jungkook le gustaba.
Le había costado semanas poder aclarar sus sentimientos, pero en ese tiempo había podido darse cuenta de que aquellos sonrojos cuando Junkook entrelazaba sus manos no era casual, que solo con Jungkook podía ser él mismo, que aquellos latidos acelerados de su corazón.
Park ahora sólo sabía que debía buscar a Jungkook y arreglar las cosas de una vez por todas.
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Parecía que el mundo estaba en contra de Park en estos momentos, el clima comenzaba a tonarse más fresco que comenzaba a calarle hasta los huesos, caminaba a pasos rápidos tiritando de frío, sin duda debió traer alguna chaqueta para cubrirse mejor.
Tan solo le faltaba unas calles más para llegar a la casa de Jungkook, comenzó a correr mientras el viento fresco alborotaba sus cabellos.
Ahora solo les falta algunos escalones más, acomodó las margaritas que por culpa del viento se habían desacomodado, observó ambos collares en los cuales ordeno sus iniciales. Si debe ser extremadamente cursi lo va hacer; no se va contener va a perdirle perdón e iniciar algo que ya había iniciado desde que se tomaron las manos para jugar con 8 y 7 años.
Ahí estaba la casa de los hermanos Min, JiMin veía aquella casa afuera con todos los regalos que tenía para Kook esperando el momento ya pasaron 15 minutos y él miraba la puerta como idiota hasta que su castaño la abre.
─JiMin ¿qué haces aquí?
Una mirada desaprovatoria.
─Yo...─trató de hablar pero las palabras simplemente no salieron de sus belfos. ─Vamos JiMin, no tengo todo el día.
Sólo escucha.
─Ambos nos conocemos desde pequeños, nuestra amistad se fue adquiriendo con el pasar de los años fuertes lazos─veo sus ojos lo cuales solo demuestran fríaldad.─No puedo negar, que con ese pasar de años, estaba confudido respecto con mis sentimientos. Y sólo pude darme cuenta en el momento que salí como un cobarde de tu casa, que quiero ser la persona que pueda conocer tu lado dulce y amoroso, la que te acompañe a ver tus películas favoritas de Iron Man, el que esté ahí para consolarte si lloras por alguna película de él. No vengo aquí a pedirte perdón al haberte rechazado así, solo quería decirte lo que sentía, y estoy dispuesto a no volver a buscarte si así lo deseas.
JungKook puede ver como los ojos de Park se tornan cristalinos, pero aún sigue con una postura fuerte. Allí es cuando Kook lo abraza y piensa en todo lo que debío pasar, lo conoce demasiado y por eso lo ama. Está dispuesto a perdonarlo. YoonGi le dijo que debía darle tiempo y eso hizo, lo espero; conoció otras personas y consiguío otro trabajo y allí estaban llorando de felicidad en frente de la puerta, besandose las lagrímas escurriendo por parte de ambos, pensando en un final felíz que ambos merecían.
─Gracias JiMin, por todo, me haces felíz.─Kook limpiaba las pequeñas lagrímas de felicidad que salían del pequeño y lo carga estilo princesa hasta la casa─ No quiero alejarte de mí lado, junto lo podremos superar.
