Desvío

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El mundo es irracional, sobre todo el conflicto.

El gobierno turco había decidido oprimir con amplia fuerza las tribus nómadas que cruzaban la frontera en busca de mejores terrenos para el pastoreo. Situaciones similares habrían pasado antes, pero esta era la primera en que se había necesitado una fuerza disuasoria grande.

Mi documentación se encuentra en orden, pero nunca se puede evitar prevenir, ese era el caso de Asad, decidió empujarnos a salir de su hogar a toda prisa con rumbo a Ankara. El viaje sería de al menos un mes y estaría plagado de dificultades.

Mis vestimentas de inglés fueron guardadas, se me vistió como uno más de su pueblo, envolviendo vendajes en mi rostro, haciendo alusión a un estado de salud peculiar.

Fue entonces que dimos con los primeros problemas; con todo en orden marchábamos con Hana en nuestro viaje, sin embargo un par de días desde su inicio un mensajero llegó a advertirnos, resulta que la pariente de Hana se había retractado de venderla y me había denunciado como extranjero que había raptado a su sobrina, lo cual en esta temporada abrupta no resultaba apropiado, tachado de criminal debía alejarme.

No es poco decir que los soldados turcos me buscaron, encontrado la pista de la caravana, al resto del grupo no les importó nuestra ausencia, dado que Hana informó la situación al líder y sobornó con oro, de mi bolsillo.

Si alguien preguntara sobre nuestra presencia sería algo así: "nunca estuvieron", con esa respuesta el resto de viajeros consideraron que me perdí o sucedió algún imprevisto. Por mi parte, me perdí muy intencionalmente y los localizaría varios días después, acorde al plan inicial.

Hana y yo en la noche previa a que los soldados llegaran a la posición de la caravana, nos escabullimos alejándonos todo lo posible, hacía la ruta que trazamos juntos. En realidad ella corrigió mi ruta inicial, gracias a todo el esfuerzo que hizo por indicarme sobre el peligro de la región seguimos su consejo, tomando el camino que nos mantendría a salvo.

En este breve tiempo admití que sus conocimientos de pastoreo y modos de vivir a la intemperie no pueden ser subestimados. No puedo dejar de sorprenderme al ver cada aspecto desconocido de ella tomando forma ante mi vida y grabándose en mi vida. Este ha sido el tiempo más largo que he visto a otra mujer después de mi tía abuela, dicho de otro modo, este ha sido el tiempo más largo en el que pude interesarme en una mujer, esa mujer fue Hana.

En el día tenía siempre presente sus ojos verdes que parecía vigilantes todo el tiempo, dependía en su totalidad de lo que ella hiciera. Lo justo era decir que yo era el peso muerto ahora.

Me desanimé mucho, por lo cambiante de estos lugares. En el día soles infernales y en la noche fríos que no perdonaban nada, tuve que refugiarme en los brazos de Hana para sentirme tranquilo. En historias leí que este tipo de situaciones es diferente, el hombre era más confiable y la mujer era conquistada por su encanto en situaciones ridículamente complejas, justo como ahora, salvo que yo era el que se refugiaba en los brazos de Hana y Hana era la que sonreía en complicidad, seguro que si habláramos el mismo idioma tendría sus comentarios sarcásticos o consoladores, no lo sé.

Debo decir que he contado los días del desvío, pasamos cerca de un campamento de bandidos, ¿Cómo lo sé? Hana me arrastró lejos del sitio como si fuera un trapo, no pude resistirme a ella, de ese modo lo sé. No es el mejor tampoco, pero si el más seguro.

Creo que escuché en algún lugar que los humanos no morimos de suciedad, sino por estupidez, nuestra situación es similar a esa frase, permanecemos llenos de polvo todo el día y solo cuando encontramos fuentes de agua podemos lavarnos, nuestra comida consiste en pedazos de carne seca que hacemos alcanzar, una carne tan dura como las correas que usamos para sostener los pantalones. No desaprovechamos la poca agua que llevamos en la cantinflora, sería estúpido perderla, significaría morir en vano, durante el día tomamos unos pocos tragos sin saber si encontraremos agua de nuevo, somos cuidadosos.

Hana en estos días ha aprendido como decir mi nombre sin que suene extraño, yo aprendí como saludarla en su idioma, es un avance para ambos. Entre otras cosas, tenemos cuidado con ciertos detalles, por ejemplo aunque dormimos pegados por el frío, no podemos mirarnos hasta dormir, se siente vergonzoso. Cuando nos bañamos, tomamos nuestro espacio, de tal modo que uno haga guardia mientras el otro disfruta su corto momento de limpieza, entre otras cosas que poco a poco se vuelven cotidianas; empiezo a sentir que la distancia entre los dos es menor con cada día.

Hasta el momento todo avanza sin problemas, además del cansancio que se apodera del cuerpo a ratos, creo que nada puede ir peor. La ruta a la caravana está cerca según nuestros cálculos, volveremos seguros.


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⏰ Last updated: Jul 21, 2019 ⏰

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Rumbo a AnkaraWhere stories live. Discover now